Por Cecilia Bembibre
 "Soy un gran admirador de los perros, y me siento también intimidado secretamente por ellos. Especialmente por los perros grandes. Soy temeroso, sin más razón que un malentendido, de ser masticado. ¿No es tonto? En Francia logré recientemente y con bastante éxito ser amigo de un gran perro lanudo. Le ladraba a todo el mundo, pero permitía que lo acariciaran. Después comencé a abrazar su gigantesca cabeza e hicimos contacto visual. Congelados en un frío sin precedentes, la experiencia nos mandó a ambos en direcciones opuestas. Tal vez fue que vimos nuestros verdaderos temores: él le temía a la gente, yo le temo a los perros". Tras esta confesión, John Dilworth eligió el dibujo animado para trabajar su amistad con el mejor amigo del hombre. Así nació "Coraje: el perro cobarde", que teme a los seres humanos, al resto de los animales y básicamente a todo lo que se mueve. Y no es todo: enterrado en un pueblo ignoto llamado Nowhere (literalmente, ningún lugar), Coraje suma a su naturaleza paranoica el acecho constante de las fuerzas paranormales, una obsesión televisiva de los últimos años que acaba de aterrizar en los dibujos animados. La nueva creación de Dilworth es un estreno de Cartoon Network para el 10 de marzo a las 19, y desde entonces saldrá al aire todos los viernes. El programa es una fusión bizarra a mitad de camino entre los "X Files" y "Scooby Doo" que, como si fuera poco, se toma tiempo para citar a la Psicosis de Alfred Hitchcock.  

  El motel Katz es oscuro y lúgubre bajo la lluvia. Su propietario, el Sr. Katz, observa con recelo la llegada de los huéspedes. Eustace, Muriel y Coraje atraviesan empapados el umbral, instalando sus personas de colores estridentes en medio del lobby. Un trueno sacude los vidrios y... minutos más tarde, alguien grita en la ducha. Si tras el experimento de clonación del director Gus Van Sant Psicosis aparecía como un caso cerrado para homenajes y plagios, John Dilworth se apresta a refutar esa idea, al inspirar en la película el primer episodio de su nueva tira. Katz --discípulo felino de Norman Bates-- es un gato siniestro que se entretiene criando arañas asesinas que se cuelan por las cañerías para comerse a los huéspedes. Coraje, un pequeño perro moteado que apareció por primera vez en el corto The chicken from outer space (El pollo extraterrestre, del mismo director), y que ahora deberá superar los temores que lo acosan para rescatar a sus dueños de una muerte segura. El pollo extraterrestre, auspiciado por Hanna-Barbera y Cartoon Network, fue nominado al Oscar en 1995.

  Con una propuesta estética que recupera la idea de suspenso en el dibujo animado, "Coraje: el perro..." presenta en la misma línea fondos hiperrealistas, en los que se insertan personajes imposibles, acompañados de una banda sonora desbordada y atemorizante. "Son técnicas mezcladas", se limitó a comentar Dilworth en una entrevista, reticente a revelar alguno de los secretos que lo constituyeron como una de las figuras más importantes de la animación televisiva. Trabajó para el segmento "Liquid television" de MTV, dentro del que se proyectaron sus cortos Angry cabaret y Smart talk with raisin. Dentro del mundo musical fue también responsable de la dirección conceptual del video de Cher con Beavis y Butt-Head. Hace casi una década fundó Stretch Films Inc., un estudio de diseño y producción de animación neoyorquino. De allí surgieron una serie de producciones que difícilmente califiquen como el tradicional dibujo animado infantil. En el planeta Dilworth hay personajes mezquinos, egoístas y sádicos, que hacen la vida imposible a sus héroes (que son, ellos mismos, seres poco ortodoxos).

  El mismo cinismo que alimenta la reputación de Dilworth en el mundillo de la animación independiente hace de sus entrevistas sesiones complicadas para quien pregunta: "Me desagrada la palabra capitalizar", advierte a un periodista ávido de conocer sus obsesiones en relación a lo paranormal. "No he conocido a nadie que no reaccione bien a lo esencial, al aceite de oliva, sal y ajo. Para los verdaderos aventureros, azúcar", ironiza ante un cronista deseoso de develar sus secretos.

PRINCIPAL