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ENTREVISTA AL ACTOR JUAN CARLOS MESA, UN COMICO QUE SE TOMA LAS COSAS EN SERIO
"El humor es un género que se ha bastardeado mucho"

En "Primicias" encarna al director de un diario, retomando, aunque con otro matiz, el rol periodístico que había patentado en el recordado "Mesa de Noticias". Pese a formar parte del staff artístico de Pol-Ka, el actor se muestra crítico frente a la televisión actual, que según su opinión, "no es una basura pero la están llevando a eso".

Juan Carlos Mesa, un "periodista" bastante particular


Por Luis Vivori
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Cuando a comienzos de 1983 Juan Carlos Mesa aterrizó en la TV con su gran éxito, "Mesa de noticias", no figuraba en su pensamiento la posibilidad de ser nuevamente, y casi veinte años después, director de un diario. Claro que, entre uno y otro papel no hay, en apariencia, demasiados puntos de contacto. Baigorria, el responsable del periódico "El Urbano" en la tira "Primicias", le permitió a Mesa, por primera vez en su carrera, componer a un personaje no emparentado directamente con la comicidad. Y tal vez le valga a su Baigorria, el mismo reproche que podría hacérsele al programa en sí: haber edificado una mirada algo superficial o incompleta del mundo de los medios. Seguramente no es esto lo que le impide a "Primicias" despegar en los números del rating. Sobre esta situación de cierta inseguridad (por primera vez en una tira de Pol-Ka) y de cómo se hace humor en la televisión del 2000, el actor y autor, que muere por estar en una radio ("no entiendo por qué no me dan un lugar porque divertiría al país", se queja), habló en la entrevista concedida a Página/12.

  --¿Volver a esta televisión es un privilegio para usted o es que no le queda más remedio?

  --Debo decir que si bien es cierto que la televisión ha evolucionado en algunos puntos como en el aspecto técnico, en otras cuestiones ha involucionado y es cada vez más decadente. Antes uno se sentaba a la hora de la cena con la familia a mirar televisión y el lenguaje de los programas y de la publicidad estaba orientado de acuerdo con el horario y al tipo de gente que la miraba. No se podía entrar a la casa de la gente de una manera tan hostil como se entra hoy. Ahora mientras estás comiendo te muestran cómo terminar con las liendres del pelo de tu hijo, cómo curar los hongos de los pies o te recomiendan el mejor sistema para limpiar el inodoro. Lo peor es que cuando empieza lo artístico pasa lo mismo. La TV no es una basura pero la están llevando a eso. A un éxito rápido que desaparece tan rápido como llegó. Son como enfermedades eruptivas. Pero la gente no es tonta y como decía Pepe Arias para el caso del humor, lo difícil no es hacer reír sino permanecer. 

  --Precisamente sobre los que hacen reír, ¿por qué piensa que sólo permanece el género más revisteril del humor en la televisión?

  --Respecto de eso no se le puede echar la culpa a la gente, los responsables son los que deciden en los canales. ¿Quiénes son los formadores de audiencia? El humor en especial es un género que se ha bastardeado mucho. Lope de Vega dijo alguna vez: "El vulgo es necio, puesto que paga, es justo hablarle en necio para darle el gusto". A mí, la verdad es que no me gustan ese tipo de programas, no por hacerme la caperucita, pero rechazo todo lo que apunta a lo mismo, ver quién dice la grosería mayor. Degradan a la mujer todo el tiempo. Y a mí las mujeres me gustan más por lo que ocultan que por lo que muestran. Chaplin tuvo todo un problema cuando apareció el cine sonoro porque aparecía por primera vez la palabra. Sin embargo, no la necesitó para decir groserías porque podía hacer humor y del mejor, sin ella. 

  --¿Cómo fue el proceso de composición de Baigorria, su primer personaje "serio" de la televisión?

  --Fue un cambio grande para mí. Al no ser un actor de escuela, doy lo que puedo, lo que soy. Tal vez por eso trabajé más el grotesco. Intenté mostrarlo muy humano, con debilidades y flaquezas, pero al mismo tiempo tiene sentido del humor y es, cuando está solo, bastante travieso. En general es un tipo benevolente, permisivo. Una especie de componedor. Diría que es sólo "un tipo de director".

  --¿Qué imagen previa tenía de cómo son los directores de los diarios?

  --Me los imaginaba como personas de gran vocación por lo que hacen. Son como los directores de una clínica, creen en la gente y les duele lo que le pasa.

  --Más allá de cualquier subjetividad, Baigorria no parece tener muchos puntos de contacto con la realidad.

  --Puede ser. Tal vez estoy pontificando demasiado o idealizando al personaje y a su función. Se me debe haber distorsionado la imagen con el tiempo. Es que el deterioro de las personas va paralelo con el deterioro del mundo en general. Lo que es cierto es que no hice una investigación al respecto y tal vez debería haber ido a un diario y entrevistarme con un director para verlo en su trabajo cotidiano. Pero en el programa se está haciendo un trabajo permanente en ese sentido.   

  --Es curioso que le toque en gracia ser el director en las dos únicas tiras que se dedicaron a describir el mundo de los periodistas.

  --Sí, pero a mí no me sorprende tanto. Debe ser que estoy ligado a los periodistas desde hace años. Mi hermano Edgardo es periodista y de la relación permanente con él pude ir conociendo aspectos del oficio. Además soy un gran lector y puedo descubrir de inmediato el talento de un reportero. Por todo esto les tengo gran simpatía.

  --¿Qué piensa del rating de "Primicias", que no parece despegar y está lejos de lo que consiguió "Campeones" en esta misma época del año?

  --Tal vez porque todavía no es tan bueno como otros programas. Pero de todas formas yo soy como los turfistas, me gusta largar de atrás y no tengo dudas de que el ciclo va a despegar porque le sobran cualidades. Es bastante difícil de definir, no es barrial, pero tampoco un culebrón, es como una telecomedia, aunque como dice Korovsky (responsable del libro) "también tiene su capítulo de Corín Tellado".

  --¿Si las cosas no cambian será culpa del autor?

  --Es imposible hacer un juego de proporciones en las responsabilidades sobre el éxito o fracaso de un programa. Pienso que de todas formas el autor es como el técnico de fútbol. Si vas al cine, todo el mundo sale elogiando al actor éste o aquél, o te hablan de la fotografía o del trabajo del director. Al autor nadie lo conoce. Pero si la película es mala, buscan al que la escribió, ése es el culpable. Lo que les hacen a los autores es muy injusto y a los técnicos también. Si ganan, los jugadores son unos fenómenos, si pierden, el técnico tiene toda la culpa.

  --¿Cuánto influyó que fuera Suar el que lo convocó, para que decidiera su regreso a la televisión?

  --Es importante que haya sido Suar porque es un empresario, actor y autor al mismo tiempo. Es muy importante esa conjunción de cosas porque el tipo conoce de lo que habla y se nota. No es lo mismo, como ya me pasó, hablar de televisión con un coronel, que con alguien del medio. Está claro que al coronel no le creía nada de lo que me decía y a Suar sí.  

 

El "Pravda", en cordobés  

Para Juan Carlos Mesa, las noticias no son precisamente algo ajeno. Y no sólo por su paso por el recordado "Mesa de Noticias", sino que ya hubo, en sus orígenes en Córdoba, un intento de trabajar como editorialista de un medio. Alentado por sus rimas informativas o, como él dice, por su "reflexión versificada", Mesa fue el responsable del "Isvetzia" y del "Pravda", "dos diarios que escribí estando en Córdoba, hace muchos años. Se suponía, en tono de broma desde ya, que representaban el house organ de la repetidora de Radio Splendid, el sitio en el que hacía mis primeros pasos como libretista, como se decía en aquel entonces. Allí describía el clima de la casa usando prestados los nombres de aquellos famosos diarios soviéticos. Un día por ejemplo, se quemó una lamparita y el Pravda anunció: `Es bueno que reflexione señor gerente, que el culo no tiene lentes para cagar a lo oscuro'. En lugar de echarme, el señor gerente me permitió seguir trabajando y es, en parte y aunque no lo sepa, una de las personas que más me ayudaron a componer al director de `El Urbano' de `Primicias'". 


Un conflicto que no cerró

  La muerte de Gianni Lunadei, su compinche en "Mesa de Noticias" y otros ciclos televisivos, golpeó muy profundo a Juan Carlos Mesa. "Le tenía un gran afecto. Pienso que él tenía tendencia a multiplicar los problemas que cualquiera puede sufrir en su vida de todos los días. Era tremendamente sensible y tal vez por eso no pudo soportar estar sin trabajo." Esta situación, tocando a un ser querido, dispara la denuncia sobre un conflicto que a pesar del levantamiento de la huelga, aún no tiene destino cierto: "Lo que hicieron con los actores es una falta de respeto. Parece que en la televisión quieren decretar la muerte de los actores y de los autores. Reemplazaron la ficción por los talk-shows y después a los que estaban en ella les ofrecen ir a trabajar a esos programas por $44. Es lamentable y a pesar de que después se quisieron disculpar con la ficción, lo que hicieron no tiene perdón. Por eso más que nunca reivindico la lucha de los actores".

 

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