Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


SANTIBAÑES  EDUJO DRASTICAMENTE EL PERSONAL DE LA SIDE
Lápiz  rojo para los espías

El titular de la SIDE dejó sin efecto los contratos de más de 1000 "inorgánicos" y prescindió de mil empleados de planta permanente. El ajuste se realiza buscando un perfil distinto al que impuso Anzorreguy.

Fernando de Santibañes, el ex banquero de suma confianza para Fernando  De la Rúa


Por Eduardo Tagliaferro  
t.gif (862 bytes) 
Todos los denominados "agentes inorgánicos" y un tercio del personal de la planta permanente de la SIDE dejaron de pertenecer a la tropa de los espías locales, según confirmó a Página/12 el secretario de Inteligencia del Estado, Fernando de Santibañes. El nuevo Señor 5 afirmó que la reducción se enmarcó dentro de la reestructuración de la Secretaría, destinada a "darle eficiencia y mayor nivel académico, parámetros tenidos en cuenta a la hora de realizar la selección de personal". "La reforma", como les gusta definirla a los funcionarios que acompañan a De Santibañes, dejó afuera a más de 1200 agentes de la planta permanente y a cerca de 1000 espías enrolados como inorgánicos o contratados.

  "Durante la gestión menemista la SIDE vivió un tiempo de derroche", explicó como motivo del achicamiento un funcionario que prefirió  reservar su identidad.

  "Se había llegado a emplear a 3200 agentes como personal permanente y a cerca de mil inorgánicos o contratados, englobados en la figura de personal transitorio", dijo otro directivo de inteligencia.

  Lo cierto es que el aumento de la planta de personal durante la gestión del ex abogado laboralista Hugo Anzorreguy tenía su correlato con el aumento presupuestario. De los 34 millones gastados por la SIDE en 1989, cuando el gobierno de Carlos Menem daba sus primeros pasos, se saltó a una cifra cercana a los 360 millones de dólares al año, es decir cerca de un millón de dólares diarios, sobre el final de la Era Menem.

  En diálogo con este diario, el nuevo secretario de la SIDE, reconoció el ajuste de personal y eligió definirlo como reestructuración, una actividad de la que dijo tener amplia experiencia por su trayectoria como banquero. De todos modos, reconoció que es bien distinto tratar con los espías que con los empleados bancarios.

  --Página/12 estableció que más de mil personas quedaron fuera de la SIDE. ¿Esa es la cifra? --preguntó este diario.

  --Sí. De una planta permanente de más de 3200 personas hemos quedado con un total de aproximadamente 2000.

  --¿Cuál fue el criterio utilizado en la selección de personal?

  --La idea fue seleccionar el personal de acuerdo a las exigencias de la SIDE para esta etapa, que es la de garantizar las libertades públicas y a su vez ser una eficiente agencia de informaciones para la actividad presidencial. Muchos de los que quedaron fuera de la estructura son quienes tuvieran más de 20 años de servicio o estuvieran en condiciones de solicitar su jubilación, o a quienes en algunos casos ya eran jubilados de alguna fuerza de seguridad o de las fuerzas armadas.

  --Además de los 2000 empleados de planta permanente, ¿cuál es total de empleados inorgánicos que quedó en la SIDE?

  --No hay más personal contratado ni inorgánico. Todas las actividades de esta agencia se harán por derecha y será responsable su personal permanente.

  --¿Los acusados por violaciones a los derechos humanos quedaron finalmente fuera de la SIDE, como usted le dijo a este diario en enero?

  --Sí, pero no quisiera que confundiéramos a aquel personal con el que en este momento está quedando fuera de la SIDE. Sería injusto, ya que en esta reestructuración quedan al margen algunas personas honestas que simplemente no se ajustan al nuevo perfil que buscamos para esta agencia de inteligencia.

  --¿Seguirá con el ajuste de personal?

  --Al margen de que puedan existir casos puntuales, ya sea de ineficiencia o de personal que haya transgredido las normas del funcionamiento interno, pienso que estamos en el límite necesario para mantener las condiciones operativas de la SIDE.

  Hace un mes atrás Santibañes había dicho a Página/12 que el principio rector para las finanzas de la SIDE era "no gastar lo que no se tiene". Desde un primer momento, una premisa apareció clara en la que iba a ser la gestión del ex banquero: la reducción de más de 160 millones en los fondos disponibles para la central de inteligencia en el presupuesto de este año.

  Funcionarios cercanos al actual Señor 5 sostuvieron a este diario que la reestructuración de personal no fue indiscriminada. "Se tuvieron en cuenta las excepciones pedidas por los directores de la Secretaría", informaron

  A la hora de definir el perfil de los agentes que quedaron fuera, los funcionarios consultados coincidieron en señalar que "no se discriminó a nadie por sus vinculaciones políticas ni por sus antecedentes".

  Ayudada por el ajuste económico, la nueva gestión de la SIDE trazó la primera línea divisoria de aguas con la gestión anterior al echar de la central de inteligencia al personal inorgánico. La franja está formada por una masa de denunciantes que recibían su paga en negro y que en muchos casos deambulan por los bordes de la legalidad. Entre ellos revistó  Eduardo Alfredo Ruffo, miembro de la banda de Aníbal Gordon y regente del centro clandestino de detención Automotores Orletti durante la dictadura militar.

  La presencia en la SIDE de conocidos protagonistas de la represión ilegal fue uno de los regalos envenenados que Anzorreguy le dejó a su sucesor. Los contratos de los coroneles Pascual Guerrieri y Rubén Visuara habían sido renovados días antes de que Fernando De la Rúa llegara a la Casa Rosada. La teoría de Anzorreguy señalaba que "mejor tener a esta gente bien paga dentro de la SIDE, a que anden haciendo lío por ahí". La frase encerraba una gran cuota de temor, o bien personal o bien institucional. ¿Comparte esa inquietud el actual secretario? Aunque De Santibañes afirma que no teme la reacción de "la mano de obra desocupada", suele decir a sus interlocutores que toma sus precauciones ante dos reacciones eventuales. Una es la reacción del personal desplazado vinculado a los años de plomo. La otra es la venganza de todos los afectados por la ruptura de la "cadena de la felicidad", como se denominó a esa lista que, según versiones nacidas en la propia SIDE, incluía generosas contribuciones a funcionarios judiciales, diplomáticos, políticos de distinta extracción, militares y periodistas.

 

CLAVES

* La SIDE dejó sin efecto todos los contratos con los llamados agentes "inorgánicos".

  * También redujo su planta permanente de 3200 agentes a alrededor de 2000.

  * El titular de la Secretaría, Fernando de Santibañes, dice que la medida busca "darle eficiencia y mayor nivel académico, parámetros tenidos en cuenta a la hora de realizar la selección de personal".

  * La SIDE tenía, al comenzar la gestión menemista, un presupuesto anual de 34 millones. Creció hasta superar los 360 millones en los últimos años.

  * Santibañes explicó que no todo el personal prescindido lo fue por

haber estado ligado al terrorismo de Estado. Aseguró que también hay personas honestas que no son idóneas para la nueva etapa de la Secretaría.

  * De todas maneras, prescindir de los inorgánicos implica dejar fuera de la SIDE a numerosos ex represores.

  * La justificación de Anzorreguy para mantener contratados a ex represores era es "mejor tener a esta gente bien paga dentro de la SIDE, a que estuvieran haciendo quilombo por ahí".

  * La nueva gestión ya había eliminado los de más de 160 millones en los fondos disponibles para gastos reservados.


LA FUTURA SIDE SEGUN LOS NUEVOS FUNCIONARIOS
Menos pinchazos y más think tank

Por Fernando Cibeira
"Esto es para demostrar que no vinimos a calentar la silla, que vamos a hacer una reforma en serio", explicaba ayer un alto funcionario de la SIDE, entusiasmado por la audaz decisión de dejar cesantes a más de mil agentes en un área tan sensible. En la Secretaría aseguraban que la medida había sido "absolutamente necesaria" para adecuar al organismo a su reducido presupuesto y reencauzarlo hacia su nuevo perfil de "think tank" con el que sueña su jefe, Fernando de Santibañes.

  Los hombres de De la Rúa en la central de inteligencia se esforzaban por demostrar que el recorte no era chiste. "Nosotros no echamos para traer a nuestra gente. Hasta ahora, incluido Santibañes, en la SIDE nombramos apenas 11 personas", explicaba uno de sus colaboradores. El recorte en el organismo, que ya no cuenta más con sus míticos gastos reservados, comenzó por la amputación de una de sus secretarías. Pero seguramente la variante más brutal que se impuso la nueva administración es el cambio de dirección a sus investigaciones, inspirada en la CIA norteamericana. En vez de teléfonos pinchados, ahora el área de trabajo será el movimiento de capitales en el mundo o, también, antes que preocuparse del seguimiento de una manifestación de militantes de izquierda, sus hombres estudiarán los movimientos de los grandes inversores. Como muestra, valga el reciente viaje de Santibañes a Estados Unidos en donde, por ejemplo, se reunió con   Joseph Nye, decano de la Escuela de Gobierno de Harvard.

  Es lógico suponer que para semejante cambio sea necesario incorporar segundas líneas con equipos técnicos capacitados, pero cerca de Santibañes aseguran que no. "Dentro de la SIDE encontramos también mucha gente útil que estaba desaprovechada", explicó un funcionario. "En realidad, no estamos pensando en ir por el mundo buscando datos reservados. Nuestra idea es revisar información pública que aparece en publicaciones internacionales como The Economist o el Financial Times, pero con gente que sepa clasificarla, de manera que sirva para el país", agregaba.

  Claro que el cambio de rumbo no fue digerido por igual. Sólo en voz muy baja en la SIDE confiesan que los nuevos funcionarios debieron pasar más de un mal momento por culpa de los aprietes que recibían de quienes se sabían fuera del nuevo esquema. "Nunca lo tomamos como algo muy serio. Igual, nosotros no somos boludos", explicaba un colaborador de Santibañes. Pese a los despidos masivos, los encargados de la central de inteligencia aceptan que todavía no tienen totalmente dominada la estructura de la Secretaría y que existen oficinas de las que aún no conocen exactamente cuál es su función. "Podríamos decir que conocemos la SIDE en un 80 por ciento. Si pensamos en cómo entramos, avanzamos bastante", evaluaba.

 

PRINCIPAL