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 Un
año y tres meses después de que el Vaticano �con el conocimiento del
papa Juan Pablo II� solicitara al gobierno británico un �gesto de
clemencia� en favor de Augusto Pinochet, una �alta fuente� de la
Iglesia católica argentina expresó su preocupación por la detención
del ex dictador chileno. Ayer, en declaraciones a la agencia Télam, un
importante miembro de la jerarquía eclesiástica pidió que el proceso de
extradición que tramita en Londres finalizara �a la brevedad� para
que Pinochet pueda regresar a su país. �Sería conveniente que el caso
Pinochet termine de una vez ya que la detención reavivó la división en
el pueblo trasandino�, afirmó la fuente. Después de reconocer que los
delitos de lesa humanidad no prescriben, el religioso concluyó: �Si se
quería abochornar a Pinochet con el repudio por las violaciones a los
derechos humanos, más de un año de detención fue un buen tiempo�.La fuente reservada de la Iglesia cuestionó la legitimidad del arresto de Pinochet. �Existen serias dudas de que se hubiese actuado de la misma manera si se trataba de una persona de un país mundialmente poderoso -criticó el eclesiástico�. ¿No será una forma de justicia basada en la ley del más fuerte?�. Para el hombre de la Iglesia argentina la detención del general que derrocó al socialista Salvador Allende y comandó la represión ilegal generó una situación jurídica internacional bastante peligrosa. La Iglesia pidió en más de una oportunidad por el ex dictador chileno. El 19 de febrero de 1999 el vocero de Juan Pablo II, Joaquín NavarroValls, confirmó a la prensa la gestión vaticana por Pinochet. �Podía confirmar que hubo un paso diplomático de la Santa Sede, que fue cumplido por vía confidencial�, afirmó en esa oportunidad el portavoz del Papa. El pedido de la diplomacia de la Santa Sede se realizó en noviembre de 1998 por �altas personalidades� de la Iglesia. El mismísimo secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, que fue nuncio apostólico en Chile desde 1978 hasta 1988, reconoció que en enero de 1999 le envió una carta al canciller británico, Robin Cook, con argumentos a favor de Pinochet. Como el pedido que realizó Sodano tenía carácter �oficial�, el papa Juan Pablo II tuvo que estar al tanto de la gestión diplomática. Ayer, la �alta fuente� eclesiástica resaltó que el cardenal Sodano durante su estadía en el país trasandino trató personalmente con los protagonistas de �una historia dolorosa, signada por las violaciones a los derechos humanos�. Las intervenciones del Vaticano en favor del ex dictador chileno generaron diversas reacciones. Un año atrás, el obispo chileno Carlos Camus, un reconocido defensor de los derechos humanos bautizado como �el obispo rojo� por los pinochetistas, relativizó la importancia de las gestiones de la Santa Sede. �Sólo tienen influencia moral�, opinó entonces. La ex candidata presidencial comunista de Chile, Gladys Marín, criticó la mediación papal. �Es un error más del Vaticano�, afirmó. En la Argentina, la Asociación Madres de Plaza de Mayo escribió una carta que entregó el 24 de febrero de 1999 en la Nunciatura local. �Nos parece aberrante que se anime a pedir clemencia para el asesino�, acusaba en uno de sus párrafos la epístola dirigida al papa Juan Pablo II.
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