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LA EXHIBICION CON KOURNIKOVA SE CONVIRTIO EN AMABLE PRETEXTO
Gaby tuvo el homenaje que faltaba

Ante un Buenos Aires Lawn Tennis colmado, Sabatini se reencontró con la gente y la emoción. Lo de menos: ganó la rusita 6-3 y 6-4.

Gabriela Sabatini ayer, jugando al tenis en Buenos Aires y ante su público.
El homenaje por tanto tiempo diferido y nunca planeado se dio espontáneamente.


Por J.I.C.

t.gif (862 bytes) Fue un auténtico acto reflejo colectivo, del que participaron -.sin haberlo planeado� las 4800 personas presentes. Eran las seis de la tarde clavadas y, en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club, el locutor del evento comenzó la presentación oficial de Gabriela Sabatini. No había dicho tres palabras cuando la ovación unánime, sin sentido, destrozó en mil pedazos las formalidades. Un estadio entero se puso de pie y comenzó a aplaudir. Ella, la protagonista, ni siquiera había pisado la cancha. Pero allí se dio cuenta de que ésa iba a ser la tarde de su vida, por la que había esperado más de tres años.
Emociones a mil y un homenaje tan tardío como merecido. Todo esto encerró la exhibición que ayer disputaron Sabatini y Anna Kournikova ante un marco único, que hace años no vivía el tenis nacional. El triunfo quedó del lado de la rusa, por un anecdótico 6-3 y 6-4. Pero lo trascendente, el verdadero contenido de la jornada, corrió por parte de la argentina. O, mejor dicho, por el aluvión de sensaciones que provocó su presencia de nuevo en una cancha.
Que Gabriela Beatriz Sabatini es el máximo ídolo femenino del deporte argentino, quedan pocas dudas. Que su extraño carisma toca de cerca a la gente, no hay manera de negarlo. Pero que su sola presencia pueda provocar tamaña devoción como ocurrió ayer, eso jamás se había visto. Invitada para jugar a último momento tras la deserción de Steffi Graf, su figura se robó toda la atención, e inclusive eclipsó como nunca a una Kournikova que -durante casi dos horas� cumplió el curioso papel de bellísima partenaire. ¿El motivo básico? Para la gente -.y para la misma Gabriela�, ésta fue la despedida que jamás se había concretado luego de su retiro de la competencia, en octubre de 1996.
En realidad, la idea de esta tarde comenzó a gestarse en Sabatini hace algunas semanas, cuando le ofrecieron por primera vez participar en esta exhibición. En aquella ocasión, su rival iba a ser Graf. Y la argentina se negó desde lo lógico -.le faltaba entrenamiento y ritmo de competencia�, aunque a regañadientes con su corazón. La segunda oportunidad llegó el lunes pasado, cuando la misma Graf la llamó por teléfono reclamando su presencia para sustituirla. �De allí en adelante, fueron días de dudas, porque pensaba que tenía poco tiempo para prepararme�, confesó Sabatini.
Pero en realidad, ayer el juego fue lo que menos contó. Al fin, la notoria superioridad de Kournikova en cuanto a velocidad de pelota y desplazamientos quedó encerrada, hecha un sandwich, entre medio de dos gigantescos panes de emociones. Porque a aquel recibimiento estruendoso del inicio, que impulsó a Sabatini a levantar una y otra vez sus brazos (tan largos, tan incómodos para ella) y a acariciarse el pecho con las palmas de sus manos, le siguió la despedida del final.
Micrófono en mano, con todo el estadio expectante, Sabatini habló en público como pocas veces lo había hecho. Primero bromeó con un �le agradezco mucho a Anna por no haberle pegado muy fuerte a la pelota�. Y ya más relajada, soltó toda su emoción. �La verdad es que no esperaba para nada estar aquí, pero Dios hoy quiso que me encontrara jugando al tenis .dijo�. Lo que viví con este recibimiento es algo incomparable. La entrada a la cancha, el aliento... no tengo manera de explicar el momento que me han hecho pasar. Cada vez que alguien me dice, `gracias por todo lo que nos diste�, para mí es lo más maravilloso que puedo sentir en mi vida. Y ahora yo les digo gracias a todos.�
En ese agradecimiento, y no en el tenis, pensó Sabatini durante todo el partido. Porque fue durante aquella entrada al court central cuando ella se dio cuenta de que a su carrera (a su vida, bah), le había faltado un capítulo. El del adiós. El mismo que comenzó a cerrarse a las seis de la tarde de ayer. Y que encontró su punto final pasadas las siete, cuando Gabriela Sabatini, de cara al público, ofreció como nunca su corazón.

 

Kournikova es una dama

Tan bella como habituada al show, Anna Kournikova estuvo lejos del comportamiento vanidoso de muchas otras estrellas. Ayer, la rusa -.de 18 años� aceptó su poco habitual papel de acompañante. Y hasta conquistó al público con dos movidas sorpresivas. La primera fue cuando, en la ceremonia de premiación, agradeció la presencia de la gente en un esforzado castellano, y hasta llegó a esbozar un �los quiero mucho� para desmayo de padres, hijos y nietos. Y la segunda ocurrió cuando, micrófono en mano, pidió expresamente llevarse para su casa en Miami una bandera que tres chicos de 14 años, vecinos de Temperley y fanáticos de la rusa, habían hecho. ¿Bandera? En realidad se trataba de un mantel comprado en un local de �Todo por dos pesos�. Y rezaba lo siguiente: �Anna, nosotros secuestramos a Mark (por Philippoussis, �amigo íntimo� de la tenista). Si nos das un beso, lo dejamos en libertad. Firma: July, Ale y Colo�.
Eso fue lo que hizo Kournikova: estamparle un beso a uno de ellos y llevarse el souvenir prolijamente guardado. Aplausos para la dama.

 

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