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Después de las explicaciones de rigor, el mismo jugador dejó abierta la posibilidad de un retiro definitivo del fútbol al comentar: “Sinceramente, no me veo con otra camiseta que no sea la de Racing, pero tengo que evaluar algunas cosas de aquí hasta junio”. Quiroz jugó en primera división 210 partidos –125 en Racing y el resto en Huracán– y conquistó once goles, siete de ellos en la Academia. “Lo del retiro no lo tengo decidido aún; pero lo de Racing es diferente, porque ya no tengo más que darle futbolísticamente al club; además, detrás mío vienen pibes que tienen hambre y ganas de darle muchas alegrías al club”, comentó Teté. Quiroz, que vivió todo tipo de avatares en la el equipo de Avellaneda, se manifestó feliz porque, según quiso puntualizar, de Racing no lo retiraba “ni una lesión, ni una pelea con una persona, ni un apriete de la barra, ni nada”. Y abundó en esa idea: “Me voy tranquilo en un buen momento del equipo. Ya no tengo ganas de jugar en Racing, pero sí de ir a verlo y de alentarlo el viernes ante Ferro. Es cierto que podría haber dicho ‘me retiro el viernes’ después del partido, pero no quiero más. La decisión la tomé con total libertad de pensamiento y no hubo ningún hecho puntual que haya precipitado esto. Es una decisión muy personal, bien masticada, y sé que será difícil de entender para algunos”, se explayó. Cabe recordar que Quiroz, uno de los referentes del plantel de Racing y tal vez su último ídolo, fue uno de los que se sintió muy molesto por la apretada que sufrió el plantel –él fue uno de los que habló con los hinchas en Mar del Plata– en enero pasado durante la pretemporada. Pero ahora se cuidó mucho de aclarar: “No, aquel episodio con la barra no tuvo nada que ver con mi decisión de no jugar más en Racing”. Con respecto a su futuro, puntualizó: “Físicamente me siento muy bien y creo que futbolísticamente estoy en un nivel importante, y entero como para seguir en otro lado si hay ofertas. Tuve la libertad de elegir y simplemente opté por no jugar más en el club”, dijo. El futbolista sufrió en las últimas temporadas lesiones que lo mantuvieron al margen de las canchas varios meses –sobre todo en 1997– y manifestó la voluntad de dejar en la duodécima fecha del torneo pasado, cuando debió abandonar la cancha de Lanús a los 13 minutos. En esa ocasión revió su decisión al día siguiente. Ahora, en cambio, se lo ve absolutamente convencido: “Costas me quiso convencer para que siga hasta junio, e incluso vino a casa para hablar conmigo, pero una vez que le expliqué las razones de mi determinación, me entendió”.
BOCA Y GIMNASIA DICEN HABER
ACORDADO
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