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JOSÉ LUIS MACHINEA TIENE UNA PROPUESTA PARA LAS PETROLERAS
Un as en  la manga para bajar las naftas

Las petroleras, como las gasíferas y eléctricas, tienen una demanda de seis provincias por unos u$s 3 mil millones. Les reclaman impuestos impagos. Economía se ofrece a solucionar ese conflicto a cambio de la baja de los combustibles.

José Luis Machinea, ministro de Economía. Se entrevistará con los máximos ejecutivos de las petroleras


Por David Cufré
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José Luis Machinea negociará con las petroleras una reducción del precio de los combustibles. A pesar del fracaso del Gobierno en intentos anteriores, el ministro confía en que podrá seducir a las empresas con una nueva oferta. Para ello se reunirá con los ejecutivos de primer nivel de Repsol-YPF, Shell, Esso, Pérez Companc, Pan American Energy y Pluspetrol. En concreto, las empresas solicitarán una entrevista con Machinea para plantearle su preocupación por un conflicto que mantienen con seis provincias por una supuesta deuda impositiva (ver aparte). Machinea ofrecerá a las petroleras interceder en su favor en esa disputa, buscando una solución política favorable a sus intereses, a cambio de una disminución en los precios de los combustibles.

  Página/12 reveló hace una semana la increíble historia de esa controversia, que también alcanza a compañías privatizadas de los sectores eléctrico y gasífero. Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Salta demandan a empresas de todos esos rubros deudas impositivas por la impresionante cifra de 3 mil millones de dólares.

  El ministro busca transformar una situación de debilidad en otra de la que pueda obtener beneficios. Empresarios petroleros confirmaron a este diario que se entrevistarán con Machinea, quien a su vez ordenó a sus asesores elaborar un informe detallado de la situación que enfrenta a las compañías con las provincias antes mencionadas. Si bien el diferendo es entre distritos del interior y empresas privadas, el Estado nacional quedó involucrado por ser garante de inversiones extranjeras. La disputa ha crecido tanto en intensidad que la firma estadounidense Enron, controlante de Transportadora de Gas del Sur, inició un juicio contra la Argentina ante un tribunal internacional para exigir una indemnización de 500 millones de dólares, y otras empresas podrían seguir sus pasos. El argumento de Enron es que se está violando la cláusula del Tratado de Protección de Inversiones que garantiza a las empresas no sufrir discriminación tributaria. De allí que la posición del Gobierno en esa disputa sea muy comprometida.

  Las Cámaras de Comercio de los Estados Unidos, España, Bélgica y Chile se reunieron la semana pasada con el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Economía, Roberto Eilbaum. Fueron a expresarle su "profunda preocupación" por las derivaciones que está tomando el caso y a advertirle que podrían seguir sumándose causas contra la Nación ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi). El organismo depende del Banco Mundial, y es al que recurrieron Enron y Endesa para demandar al Estado. En el caso de esta última firma, la querella es por 3,5 millones de dólares, a raíz de una deuda impositiva que exige cobrar Neuquén por operaciones de su controlada Hidroeléctrica Chocón.

  Carlos Riva, funcionario de la Cancillería, fue el representante del Estado argentino en la audiencia que la semana pasada tuvo lugar en Washington, sede del Ciadi, por el inicio de las actuaciones de la causa planteada por Enron. El funcionario fue convocado por el procurador del Tesoro de la Nación, Ernesto Marcer, quien requirió toda la documentación sobre el conflicto con las provincias. El jefe de los departamentos legales de los organismos del Estado también citó a la misma reunión --el próximo jueves-- a los funcionarios de Economía Miguel Bein (secretario de Programación Macroeconómica y Regional), Juan Carlos Gómez Sabaini (secretario de Política Tributaria) y Roberto Eilbaum, y a los fiscales de las provincias del sur y del norte argentino. En ese encuentro, cada parte expondrá su posición y marcará el inicio de las negociaciones para buscar una solución al diferendo antes de que la sangre llegue al río.


HISTORIA SECRETA DE UN CONFLICTO ECONOMICO MILLONARIO
Juego de presiones cruzadas

Por D.C.
"Las provincias tiraron un Exocet y nosotros nos defendemos recurriendo a la Corte Suprema de Justicia y a tribunales internacionales", describió un importante ejecutivo de una empresa eléctrica a Página/12. La historia del conflicto se remonta a mediados de 1997, cuando Neuquén hizo una interpretación del impuesto a los Sellos y comenzó a exigir su pago a las petroleras YPF, Shell, Esso, Pérez Companc, Astra, Pan American Energy y Pluspetrol. El eje de su demanda fue que las empresas buscaron una forma de eludir el pago del gravamen, al no documentar sus transacciones a través de contratos formales. Es lo que se conoce con la denominación de "contratos entre ausentes".

  El Superior Tribunal de Neuquén le dio la razón al gobierno provincial, y el fallo quedó en firme cuando la Corte Suprema de la Nación dictaminó que la causa no era de su competencia. Otro antecedente en favor de la aplicación de la teoría del "contrato entre ausentes" para cobrar el impuesto fue la ratificación de lo actuado por Neuquén por la Comisión Federal de Impuestos, el organismo que regula la aplicación de tributos en los distritos del interior, de acuerdo con lo que manda la Ley de Coparticipación entre la Nación y las provincias.

  Con esos precedentes, otras provincias comenzaron a exigir el pago del impuesto a los Sellos. Además de las petroleras, las empresas demandadas por Neuquén, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Tierra del Fuego y Salta son las dos transportadoras y las nueve distribuidoras de gas, cuatro hidroeléctricas y varias contratistas de todas esas compañías. En total, la supuesta deuda impositiva se estima en 3000 millones de pesos.

  "Las provincias tienen una bomba atómica que hasta ahora no han utilizado, que es emitir una orden de ejecución contra las compañías", graficó el empresario consultado por Página/12. A pesar de que los distritos del interior mantienen abierta la puerta de la negociación --tanto con las empresas como con el Estado nacional--, la posibilidad latente de exigir el pago complica seriamente a las empresas. Sus auditores externos les vienen reclamando que previsionen las deudas eventuales en sus balances. Si lo hubieran hecho, muchas de ellas no habrían registrado ganancias el último año, con lo cual los costos por los créditos que toman se habrían encarecido notablemente.

  Al gobierno nacional le preocupa que, a pesar de las gestiones que realizó la administración anterior y las negociaciones que mantuvieron las provincias y las compañías, el conflicto fue ganando en intensidad. Enron y Endesa ya apelaron a un tribunal internacional y otras empresas amenazan con hacer lo propio. "Se puede generar un clima adverso para nuevas inversiones", señaló a este diario un funcionario de Economía.

 

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