
ANALISIS
Desde que Jack Straw, el ministro del Interior británico, decidió mandar a Pinochet de regreso a Chile por motivos “humanitarios”, el canciller español Abel Matutes olvidó su negativa a apelar esa decisión y desempolvó sus ataques contra el dictador y aquellos que, como él mismo apenas ayer, lo defienden. Su último dardo impactó con justicia en la ex primera ministra británica. “Creo que la anciana señora Thatcher –aseguró con la mirada puesta en las elecciones del domingo– también merece un análisis por parte de los médicos.”
|