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LA SIGEN CONCENTRARA EL CONTROL EN 10 ORGANISMOS OFICIALES
Sobreprecios escandalosos del 280%

Durante el último año del menemismo, diversos ministerios abonaron sobreprecios que superaban holgadamente los �precios testigo�. La SIGEN establecerá un nuevo sistema de valores de referencia para las compras estatales.


Por Maximiliano Montenegro
t.gif (862 bytes) La Sindicatura General de la Nación prepara un plan de monitoreo selectivo para combatir los astronómicos sobreprecios en compras y contrataciones que paga el Estado. La estrategia consistirá en focalizar los controles en diez organismos oficiales considerados de �alto riesgo� porque en ellos se concentran grandes volúmenes de compras de bienes de consumo, de equipos, y de contrataciones de servicios. La SIGEN se encarga de establecer los llamados �precios testigo�, fijando un techo en el valor de las compras oficiales que no debería ser sobrepasado nunca en más del 5 por ciento. Un estudio interno del organismo, realizado sobre una muestra aleatoria de adquisiciones, revela que diversos ministerios abonaron en el último año del menemismo hasta 280 por ciento más de lo que fijaban los precios testigo. Desde que asumió el nuevo gobierno, la SIGEN ya objetó compras porque los precios sugeridos sobrepasaban largamente los valores de referencia. En la Alianza están convencidos de que este tipo de corrupción, que se lleva en el cálculo más conservador 250 millones de pesos anuales, está enquistada en la estructura del aparato estatal. En el futuro, Rafael Bielsa, titular de la SIGEN, le informará directamente al Presidente sobre los casos más complicados, en tanto se girarán los expedientes a la Oficina Anticorrupción.

En las próximas semanas se empezará a definir un nuevo sistema de precios testigo, es decir, los valores de referencia para las compras estatales. Y se elaborará un plan basado en un �análisis estratégico de riesgos�, consistente en redoblar los controles sobre 10 organismos clave, por los cuales pasa el grueso de contrataciones oficiales de bienes de consumo (alimentos, medicamentos y vestimenta, entre otros), de capital (equipos informáticos, automóviles, aviones, entre otros) y servicios (limpieza, seguros y capacitación, entre otros).

Página/12 ya publicó que se detectaron evidentes sobreprecios en diversas compras estatales (computadoras, mobiliario, vestimenta) en relación a los valores de mercado. Un documento interno de la SIGEN indica que, durante 1999, sobre la base de una muestra de productos, se pagaron sobreprecios, en relación a los valores testigo que el propio Estado había fijado, mayores al 30 por ciento en el Ministerio de Salud; del 50 por ciento en Cancillería; de 165 por ciento en Jefatura de Gabinete; y del 280 por ciento en Interior (ver aparte).

Hasta ahora, la elaboración de las cotizaciones de referencia era subcontratada a dos consultoras privadas. Sin embargo, la sospecha de que dichos precios pudieran estar inflados llevó a Bielsa a tomar la decisión de suspender esa metodología. De hecho, el informe que solicitó a poco de asumir no detectó desvíos llamativos en la Secretaría de Recursos Naturales o en el Ministerio de Trabajo, donde existen abrumadores indicios de que se pagaron sobreprecios en diversas contrataciones. Sí demostró, en cambio, que muchas compras se efectuaron a valores muy inferiores a los que determinaron las consultoras.

Los técnicos del organismo recobraron la potestad de asignar los valores testigo. Y, con la asistencia de organismos internacionales, están trabajando para perfeccionar el sistema, de modo tal que refleje no sólo las condiciones de particulares de cada mercado sino también el poder de compra oficial en ese mercado: no es el mismo precio el de 1 litro de leche en un almacén que el que pueden ofertar las empresas interesadas en venderle 100 mil litros al Estado.

De la base general de precios testigo del 2000, a la que accedió Página/12, surge que, en lo que va del año, la SIGEN ya observó licitaciones o adjudicaciones directas de diversos organismos. Una de las más groseras es la compra que planeaba hacer la Policía Federal de �forraje para equinos� por un valor de 835.191 pesos. El ente de control replicó que el valor testigo para esa operación era de apenas 246.744pesos. Así, la dirección de compras y contrataciones de la Federal pagaría casi un 240 por ciento de sobreprecio (ver aparte).

En la Alianza creen que existe en el sector público una trama de influencias y negocios entre funcionarios de línea con empresas proveedoras que, más allá de la buena voluntad de la conducción política, terminará prevaleciendo si no se montan estrictos sistemas de control. Por eso, un adecuado sistema de precios testigo, en base a criterios razonablemente objetivos, reduciría este tipo de maniobras, que ocasionan un serio perjuicio fiscal. Sin embargo, el director general adjunto de la Sindicatura, Jaime Farji, advirtió a este diario que �el hecho de que exista un sistema de precios testigos no le quita la responsabilidad al funcionario que está contratando� porque, si bien son un techo de referencia, �dada la coyuntura del mercado tal se podría comprar a un precio mucho más bajo que el testigo� (ver aparte).

Los organismos sobre los que se concentrará el monitoreo oficial, según el tipo de compras que realizan, son los siguientes:

Ministerio de Salud: fundamentalmente, por la compra de medicamentos. Sólo en dos programas (Lucha contra el SIDA y Prevención y control de enfermedades) el gasto anual asciende a 92,3 millones de pesos.

Ministerio de Desarrollo Social: con el programa alimentario nutricional y otros planes compra por 47 millones de pesos.

AFIP: servicios por 98 millones de pesos, y bienes de consumo y de capital por otros 17 millones de pesos.

Dirección Nacional de Vialidad: en maquinaria y equipo tiene un presupuesto de 170 millones de pesos.

Ministerio de Economía: aún después de un fuerte recorte, los servicios profesionales suman 47 millones de pesos.

Ministerio de Infraestructura: a través de Obras Públicas, Recursos Hídricos, Transporte y Arquitectura adquiere bienes de capital por 136 millones.

Estado Mayor del Ejército: adquiere bienes de consumo (alimentos y vestimenta) por 70 millones, mientras que contrata servicios por 61 millones de pesos.

Fuerza Aérea y Armada: bienes de consumo por 35 y 27 millones, respectivamente. En equipos, la Fuerza Aérea erogará este año 36 millones y en servicios, 48 millones. La Armada, en tanto, rentará servicios por 33 millones.

Servicio Penitenciario Federal: entre bienes de consumo y servicios el gasto supera los 23 millones de pesos.

Policía Federal: el presupuesto en bienes de consumo asciende a 41 millones; en servicios, a 34 millones; y en equipos, a 10 millones de pesos.

 

�No quita responsabilidad�
Jaime Farji, síndico general adjunto, le dijo a Página/12 que �el hecho de que exista un sistema de precios testigo no le quita en nada la responsabilidad al funcionario que está contratando. Los responsables del proceso de compra son las autoridades del organismo que compra�, afirmó. En el organismo de control quieren dejar en claro este punto, porque si bien extremarán los recaudos para que los valores de referencia se adecuen a la realidad de mercado, consideran que los funcionarios de cada área podrían pelear todavía mejores precios. �Por mejor que estén elaborados, puede ser que el precio testigo no sea el correcto teniendo en cuenta una coyuntura particular del mercado en cuestión. Sólo es un parámetro de referencia que toma en cuenta condiciones generales. Por una determinada situación del mercado, tal vez el funcionario podría comprar a un precio mucho más bajo que el precio testigo�, explica Farji. Y advierte que, independientemente del precio testigo, en la etapa de auditoría se investigará si el funcionario compró caro o barato.


DETALLES DEL INFORME DE LA SINDICATURA GENERAL
Parte de la fiesta menemista

Un informe interno de la Sigen, elaborado por la nueva conducción para auditar las compras de los dos últimos años del gobierno de Menem, revela que en muchos casos los precios testigos que fijaba el organismo no fueron respetados. El documento se titula �Análisis comparativo entre los precios testigo y montos adjudicados� entre enero de 1998 y setiembre de 1999. De los resultados se desprende que el Ministerio de Salud bajo la conducción de Alberto Mazza, Cancillería con Guido Di Tella, el Ministerio del Interior con Carlos Corach y la Jefatura de Gabinete de Jorge Rodríguez pagaron importantes sobreprecios pese a la regla que les fijaba el ente de control.

Las principales conclusiones del documento, al que accedió este diario, son las siguientes:

Ministerio de Salud: �Del análisis efectuado se verificó que en 28 casos de la muestra sujeta a revisión (83 items relevados), los precios obtenidos fueron superiores a los emitidos�. Por ejemplo, el ministerio compró �Idarrubicina 10 mg�, una droga de uso quimioterápico, un 33,5 por ciento más caro de lo que indicaba el precio testigo.

Ministerio de Relaciones Exteriores: Se detectaron �desvíos significativos�, con compras realizadas muy por encima de lo que marcaban los precios testigo. Por ejemplo: por alquiler de inmuebles en China, Arabia Saudita, Japón, Tailandia, Polonia y Zimbabwe, se pagaron precios entre un 35 y un 53 por ciento superiores a los testigo. Por alquiler de oficinas en Brasil, el sobreprecio fue de 42 por ciento. Y por la limpieza del Palacio San Martín se abonó un 49 por ciento más de lo que había fijado la Sigen como referencia.

Ministerio del Interior: Se detectaron algunos items con sobreprecios exorbitantes. Por ejemplo, por la locación de una máquina fotocopiadora que tenía fijado un precio testigo de 21.074 pesos se pagó un valor de 80.231 pesos (un 280 por ciento más). Por la concesión de servicios en los pasos fronterizos, en tanto, se abonó un 62 por ciento por arriba del testigo. La Policía Federal compró �camperas oficiales� un 20 por ciento arriba del testigo. Y el Registro Nacional de las Personas adquirió material fotográfico con un sobreprecio del 30 por ciento.

Anses: De 7 items escogidos al azar en uno �adquisición de un inmueble en La Plata� el precio pagado fue un 121 por ciento al establecido por el precio testigo.

Superintendencia de Riesgos del &Trabajo: En capacitación se pagó un 103 por ciento más de lo que fijó la Sigen.

Jefatura de Gabinete: De cuatro rubros inspeccionados, 2 presentaron sobreprecios. En la contratación de una consultora para asesoramiento de prensa, se pagó un 165 por ciento más de lo que marcaba el precio testigo, en tanto que para la contratación del �servicio full Internet� de la Jefatura se abonó un 42 por ciento más.


PRIMERAS OBJECIONES A LA ALIANZA
Cuidado con la línea

Los funcionarios de la Alianza encargados de velar por la transparencia en las contrataciones oficiales están preocupados porque intuyen que las �mafias� que operan alrededor de las compras públicas sobrevivieron al menemismo. En las últimas semanas, la SIGEN objetó las siguientes adjudicaciones directas o licitaciones públicas, que se pusieron en marcha entre enero y febrero:

La Policía Federal planeaba adquirir �forraje para equinos� por 835.191 pesos. Sin embargo, el ente de control determinó que dicho alimento para los caballos de la Federal no debía costar más de 246.744 pesos. El sobreprecio era de 238 por ciento.

La ANSeS quería contratar �servicios de limpieza� por 4.529.424 pesos. El precio fijado por la SIGEN fue sólo de 1.577.139 pesos. El sobreprecio, entonces, era de 187 por ciento.

El Hospital Posadas quería comprar �pañales descartables� valuados por el ente de control en 2057 pesos a 8380 pesos, es decir, con más de un 300 por ciento de sobreprecio.

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (la SIGEN le brinda precios testigo por un convenio especial) presupuestó la compra de �material de quirófano� en 67.505 pesos. Pero el testigo indicó 39.122 pesos. Es decir que se iba a pagar un 72 por ciento más. En �aparatos de medición eléctrica� la Ciudad pagaría un 68 por ciento más.

El Ministerio del Interior programaba pagar por �artículos de librería� por un valor de 76 mil pesos, casi un 30 por ciento más que los valores de referencia.

La Secretaría de Desarrollo Social preveía adquirir �alimentos secos� (por valor de 1,8 millones de pesos) a un 10 por ciento más caro.

El costo de servicio de �limpieza y desinfección� de la Secretaría de Cultura por valor de 250 mil pesos, según la SIGEN, está inflado un 20 por ciento.

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