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tanto el consumo sigue estancado. Tal es la conclusión que surge de la
Encuesta de Supermercados que elabora el INdEC, y que para febrero revela
una caída en el valor de las ventas aproximado al 2 por ciento en
relación a febrero del año pasado. Similar caída se observa al comparar
los valores acumulados en el primer bimestre de cada uno de estos años.
Las perspectivas para marzo indicaban que continuaría la misma tendencia
observada en el primer bimestre: tanto con respecto al mismo mes del año
pasado como en el acumulado del trimestre, se mantendría un nivel de
caída en las ventas del orden del 1,8 por ciento. A los shopping centers
no les va mejor: en el primer bimestre las ventas cayeron un 1,3 por
ciento.La deflación de precios, en particular en alimentos y electrónicos, han tenido un enorme peso en los resultados. Tanto que al medir la evolución del volumen físico de ventas, el primer bimestre arroja un aumento del 2,6 por ciento con respecto al año pasado: una variación de signo opuesto a la observada por los valores facturados. La diferenciación de los resultados de acuerdo al tamaño de las cadenas resulta revelador de lo que sucede en este sector comercial. Los datos a enero –el último mes sobre el que se informan las cifras discriminadas– señalan que las ventas interanuales de las grandes cadenas crecieron, aunque muy levemente (0,6 por ciento). En cambio, las medianas perdieron ventas en el mismo período por un 15,2 por ciento. Las grandes cadenas siguen expandiéndose, abriendo nuevos locales o absorbiendo empresas medianas. Con un nivel de ventas estancado, el resultado fue que en el último año (enero a enero) las ventas por metro cuadrado de salón de ventas cayó en un 6,5 por ciento (de 743 pesos a 695 mensuales). A las cadenas medianas les fue peor: cayó la facturación global y por metro cuadrado, en este último caso en un 13,4 por ciento (de 492 pesos a 426 por mes). Otros datos suministrados por el INdEC que permiten hacer una radiografía aproximada del sector son los siguientes: El análisis de la estructura patrimonial agregada de las principales empresas del sector confirma lo denunciado por los proveedores de supermercados: las grandes cadenas se financian con la deuda a sus proveedores antes que con préstamos bancarios o capital propio. Las deudas comerciales representan el 43,6 por ciento del pasivo total, mientras que las deudas financieras de corto plazo tienen una participación de tan sólo el 1,7 por ciento y las bancarias “cortas”, el 20,6 por ciento. Las deudas financieras de largo plazo se llevan, en cambio, un 10,6 por ciento del pasivo total. Las deudas comerciales alcanzaban en 1998 a aproximadamente 1560 millones de pesos, apenas un 10 por ciento por debajo de los 1725 millones de patrimonio neto (capital propio y utilidades acumuladas).
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