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Por Andrés Glass “Popular”, “Malibú Shores” y “Pacific Palisades” llegan con una apuesta fuerte al imán de las caras jóvenes, rubias y bonitas. Siempre en primer plano: chicos y chicas de suburbios exclusivos de Los Angeles. Sube la apuesta a los músculos trabajados y las pieles tersas, al romance cruzado. Si cada chiste de Seinfeld era artesanal y cada escena de “Friends” nace del talento de quince creativos, las nuevas series parecen salir de una misma fórmula concentrada. “Malibú Shores” y “Popular” son versiones remozadas de “Melrose Place”, un clásico de los romances entre lindos que –en el nuevo Sony– también conserva su espacio. El molde sirve para todos: la rubia bonita enamorada del joven rebelde, la rivalidad entre amigas, el choque entre el rico y el pobre. Nada nuevo. ¿Dónde buscar el germen del Sony rosa y edulcorado? Con certeza, en la habilidad de un productor que se las trae desde hace un buen tiempo: Aaron Spelling. El veterano de Hollywood fue ubicando sus productos en la grilla, uno a uno. Desde “Savannah”, la crónica de luchas y reconciliaciones entre tres “amigas y rivales”, hasta “Seventh Heaven”, las historias cotidianas de una familia “que se quiere mucho” y donde todo es confianza y proyecto a futuro. Además de buen rating y caras bonitas, hay otra constante: el tufillo a añejo. Pero no hay vuelta que darle: las series son rentables y las nuevas sitcoms no compiten (ver recuadro). Así, van naciendo estrellas en formato descartable. Hoy están... Y para que estén mañana hay que hacer algo. Como sucedió con la cándida Keri Russell, alias Felicity. Ella fue durante una temporada la universitaria que aprende a vivir en la Gran Manzana, y para pegar más fuerte protagoniza hoy también “Malibu Shores”. Reinan también en el canal: “Time of Your Lives”, “University Hospital”, “The Single Guy”, “Once and Again”, fiel reflejo de la tendencia al llanto compulsivo. Parejas, amigos y familias que nos muestran “el difícil trance de seguir a pesar de todo”. Y además nos aleccionan sobre “la fuerza del amor sobre el dinero”. Lo políticamente correcto no podía estar ausente. Tampoco podría estarlo la mención a dos clásicos: abrieron, en el canal, el camino de que hoy tantos disfrutan. “Dawson’s Creek” y “Beverly Hills 90210” fueron bichos raros cuando lo común era estar frente a una sitcom. Hoy son uno más en el montón. Historias repetidas y personajes clonados que vuelven día tras día.
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