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Machos también, dijo la partera

La Facultad de Medicina (UBA) abrió el ingreso para hombres en la única carrera que los discriminaba: la de Obstetricia.


Por Cecilia Sosa

t.gif (862 bytes) Las 1200 aspirantes a parteras que estudian en la Facultad de Medicina (UBA) tendrán que compartir sus clases con un espécimen infrecuente en la carrera de Obstetricia: los hombres. Hasta hoy, era la única carrera con una restricción de género para el ingreso, basada en la ley 17.132 que sólo permite a las mujeres ejercer la obstetricia. Pero ahora, a pedido de los estudiantes, el consejo directivo de la facultad decidió abrir el ingreso a las huestes masculinas. �Es una ley discriminatoria y anacrónica. Fue sancionada en 1967 por un gobierno de facto y contradice los tratados internacionales. No podemos limitar la educación de nadie�, dijo Mirta Rodríguez, directora de la carrera. Según averiguó Página/12, el Consejo Superior de la UBA ratificará la medida y pedirá al Congreso de la Nación que modifique la ley para que los hombres puedan oficiar de comadronas. Por ahora, no hay ningún valiente inscripto. Por ahora.
La novedad provocó una sonrisa incrédula entre las alumnas de Obstetricia. �Me parece bárbaro. Ellos tienen el mismo derecho que nosotras�, festejó Sonia Rodríguez, de 19, alumna de 2º año. Aunque, mirando a su novio que la acompañaba, dijo: �No sé, me parece que las mamás no se van a llevar tan bien con un hombre�. �Es una estupidez que los hombres no puedan estudiar, cuando hay muchos que son médicos obstetras. Además, algunos tienen más paciencia y son más dulces que las mujeres�, opinó Griselda Ibarra, de 20. �La labor de la partera es muy sacrificada y poco reconocida. Tal vez, esto ayude a abrir el campo�, se ilusionó.
Cuando en agosto del �98 Página/12 publicó una nota sobre la restricción de género en Obstetricia, se alzó una ola de denuncias por discriminación. Ahora, por iniciativa de los consejeros estudiantiles de la facultad, la prohibición fue levantada. �No podíamos impedirle el acceso a la educación a nadie�, dijo Rodríguez, desde el despacho que ocupa hace ocho años en Medicina. La Dirección General de Asuntos Jurídicos de la facultad aportó los fundamentos legales basándose en tratados internacionales que desde el �94 integran la Constitución. El proyecto fue aprobado por unanimidad por el consejo directivo y, con la firma del decano Salomón Schächter, espera la aprobación definitiva del Consejo Superior. Con todo, para que los hombres puedan ejercer resta una valla: el artículo 49 de la Ley de Ejercicio de la Medicina sólo autoriza a las obstétricas mujeres. �En la mayor parte del mundo el ejercicio profesional es libre. También en San Luis, Catamarca y Chaco�, detalló Rodríguez.
Por eso, desde el rectorado de la UBA, se adelantó que se elevará un proyecto al Congreso para derogar el artículo. �No hay nada que justifique que los hombres no puedan hacer la tarea. Sería discriminatorio y anticonstitucional�, dijo Alicia Camilloni, secretaria de Asuntos Académicos. �Si la UBA no tuviera un carácter anticipatorio, no serviría como proyecto educativo. Promover acciones para modificar esta ley es uno de los roles sociales de la universidad pública�, enfatizó.
Sin embargo, las cifras muestran que en el mundo los aspirantes varones son pocos. En el país, sólo un 30 por ciento de los obstétricos son hombres y, según Rodríguez, el número no crece en países como Inglaterra, Suiza o España. �El rol de obstétrica, ancestralmente, lo cumplió la mujer. Tiene mucho que ver con la identificación frente a la situación del parto. Son las mujeres las que tienen la vivencia de ese trance�, explicó la directora.
En los pasillos repletos de la facultad, dos alumnas de 4º año siguieron el debate. �No es por discriminar pero, empíricamente, el rol de partera siempre fue de la mujer. La técnica y el conocimiento los puede tener un hombre. Pero el sentimiento, no�, se plantó Marisa Rodríguez, de 28, a punto de graduarse. �No es por eso: también hay parteras que nunca tienen hijos. Es sólo una cuestión cultural�, retrucó Mirta Muñoz. Pese a las disidencias, hay un acuerdo: �Había demasiadas mujeres. Ahora, las clases van a ser más divertidas�, bromeó Silvia Lencioti, docente de Anatomía.


Embarazos, partos y puerperios

La carrera de Obstetricia dura 5 años en la UBA y sus egresadas son obstétricas (no obstetras, que son médicos especializados). Las obstétricas atienden embarazos, partos y puerperios normales. Y, en caso de anomalías, derivan al médico especialista. La carrera se dicta también en las universidades de La Plata, Catamarca, Concepción del Uruguay y Católica de Cuyo. En todas, persiste el requisito de ser mujer para ingresar (la excepción nacional es una escuela terciaria del Chaco). En la UBA, la currícula fue reformada en el �99: se sumaron materias como Educación sexual, Promoción de la salud comunitaria y Metodología de la investigación. Ahora desde 2º año las alumnas entran a los servicios de atención, en 3º toman contacto con pacientes y en 4º hacen su primera asistencia de un parto. Las prácticas se hacen en hospitales públicos y en centros de atención de villas de emergencia. �El objetivo es promover la prevención sanitaria, la lactancia materna y detectar cánceres genitomamarios�, dijo Rodríguez.

 

 

opinion
Por Anahí Fernández y Pedro Sallorenti *

La intervención de la Conadu (II)

Desde nuestro sector y desde el primer momento hemos rechazado la intervención política de la Conadu. Pero vemos que hay otro sector que intentó �solucionar� el problema institucional dando pasos que justifican la intervención: a) se presentaron ante el Ministerio de Trabajo a pedir un certificado de autoridades a partir de un congreso que no cumplió ningún requisito legal; b) después de que el ministerio (la anterior gestión) desconociera su congreso y declarara el estado de acefalía, iniciaron una causa judicial; c) no participaron a la mayoría de los gremios de la federación de la última reunión de paritarias, generando un reclamo del Consejo de Rectores ante el ministerio. El resultado de este accionar fue la actual intromisión del ministerio.
Desde nuestro lugar en la Conadu creemos en la importancia que deben tener los gremios de base en la conformación de la misma y, por eso, durante el mandato del ex secretario general, solicitamos y exigimos la modificación de los estatutos gremiales para que sean las bases docentes las que elijan a sus autoridades por el voto directo. La incapacidad de aquel para conducir el gremio no sólo llevó a la ruptura, sino que imposibilitó adecuar los estatutos a las propuestas de la CTA. En la actualidad, desgastan a las bases docentes de los colegios secundarios sabiendo que la equiparación con el incentivo docente está en vías de solución a través de una ley apoyada por todos los bloques parlamentarios.
A pesar de la intervención, los gremios que desconocen el liderazgo de Molina estamos trabajando en una encuesta docente que, luego de discutirla en asambleas y cuerpos de delegados, permitirá generar un verdadero plan de lucha para recuperar los fondos del prometido plan plurianual y avanzar hacia la media canasta familiar para el cargo testigo. Estos gremios nos reuniremos el 7 y 8 de abril.
Es hora de que resolvamos el problema Conadu en conjunto. Siempre estuvimos dispuestos al diálogo y lo seguiremos estando porque entendemos que sólo con una Conadu unida pueden defenderse adecuadamente los derechos de los docentes. No permitamos que la intervención haga perder tiempo para lograr la recomposición salarial y las mejoras en las condiciones laborales de nuestros docentes. Esperamos que quienes compartan esta opinión concreten los pasos para unificar la Conadu.

* Secretaria general COAD-Rosario y secretario general ADUM-Mar del Plata.

 

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