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OPINION

Detrás de un vidrio oscuro

Por Manuel Gaggero

La visión mediática de la política que convierte al ciudadano en mero espectador y a los dirigentes en actores de una realidad virtual, donde la palabra sustituye a la práctica social, se ve ratificada en la campaña electoral para elegir el jefe de Gobierno de nuestra ciudad. Efectivamente, se instalan como "temas" que preocupan a nuestro pueblo, los que no son nada más que los efectos del capitalismo salvaje que se expresa a través de las políticas neoliberales. Así, tanto para oficialistas, como para los que "juegan" a opositores, la preocupación central de los vecinos es la "seguridad", y no la miseria y la falta de trabajo.

  Para "resolver" la inseguridad, Ibarra y Cavallo proponen aumentar las facultades de la Policía Federal. No pueden ignorar ambos candidatos, uno porque fue fiscal y el, otro funcionario de la dictadura militar, que esta "fuerza de seguridad" ha estado seriamente comprometida con el terrorismo de Estado, que muchos de sus jefes y oficiales participan en el tráfico de drogas, y en todos los hechos delictivos que se produjeran en la ciudad en los últimos quince años. Que, además, algunos de sus integrantes están sospechados de intervenir en los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel. En suma, que pensar que la supuesta inseguridad se soluciona de esta forma es como dejar al zorro para cuidar el gallinero. Este incremento de funciones supone legalizar la tortura y el comportamiento mafioso de "la fuerza".

  Ambos contendientes, en tanto defensores del modelo económico hegemónico, ocultan que éste ha determinado que un tercio de la población de nuestra ciudad esté por debajo de la línea de pobreza; que más del 20 por ciento de la población activa se encuentre desocupada; que miles de habitantes de Buenos Aires vivan en villas de emergencia, en casas "tomadas" y en inquilinatos, en suma, que la "Reina del Plata" sea un espejo del país diseñado por Alfredo Martínez de Hoz y los dictadores militares y luego "ejecutado" por los gobiernos civiles posteriores.

  Por eso los que nos preocupa a todos y genera gran escepticismo, que se traduce en la falta de interés que se observa en este proceso electoral, es la inconducta de los profesionales de la política, con sus promesas y programas incumplidos, con su desentendimiento de las necesidades de sus representados y con el vaciamiento de las formas participativas. Esta ausencia de moral y ética se observa en la publicidad de esta "campaña", con la que, en el fondo, se está preparando la represión, no a los que delinquen desde los despachos oficiales o en los grandes bancos, sino a los que luchan contra la injusticia y reclaman participación para construir una ciudad más humana en un país libre. 

* Abogado, candidato a jefe de Gobierno por el Frente de la Resistencia.

 

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