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En el acto de la CGT disidente,
Moyano convocó a un paro nacional

Mientras los senadores de la Alianza acordaban con los justicialistas para aprobar la reforma laboral, más de 15 mil trabajadores expresaron su rechazo a la norma en la Plaza del Congreso. �Será una lucha difícil�, advirtió Hugo Moyano, líder de la CGT disidente.

La reforma laboral estaba prácticamente aprobada cuando comenzó la desmovilización del acto. �No votaremos en las próximas elecciones a los senadores que hayan aprobado esta ley�, dijo Hugo Moyano.

Por Luis Bruschtein

t.gif (862 bytes) Montado en el acoplado de un camión estacionado frente a la explanada del Congreso de la Nación, el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano, criticó duramente la reforma laboral que en ese momento estaban acordando en el Senado aliancistas y justicialistas y convocó a un paro de actividades para el 5 de mayo, dos días antes de las elecciones porteñas. Entre ruido de bombos, petardos y aclamaciones de las más de 15 mil personas que se concentraron ayer a la tarde en el lugar, el sindicalista camionero exhortó a no votar en las elecciones venideras a los senadores que aprueben esta ley, para �castigar a los que han traicionado a los trabajadores�.
Moyano, que fue el único orador, comenzó su discurso a las 16.00, como estaba previsto. Desde el mediodía se había desplegado un amplio dispositivo de seguridad que, además de las vallas que protegían los accesos al Congreso, incluyó el corte de calles varias cuadras a la redonda. De todos modos, la presencia policial fue bastante menor que en otras concentraciones. Las primeras columnas de sindicatos y partidos de izquierda comenzaron a llegar al mediodía y fueron ocupando los espacios más cercanos a los camiones con acoplados que servirían de palco y para el equipo de sonido. Grandes pancartas de la Izquierda Unida, Corriente Clasista y Combativa, del MST, PTS y PO fueron las primeras en ser desplegadas, junto a otras de sindicatos más chicos como el de los trabajadores legislativos, sindicato de televisión, farmacia, portuarios y navales.
Decenas de ómnibus que habían traído a los trabajadores ocuparon varias cuadras de las avenidas Independencia y 9 de Julio. Las columnas más grandes fueron las últimas en llegar. Para ese entonces había arribado al Congreso una columna de ATE y CTA, encabezada por su titular, Víctor de Gennaro, la docente Marta Maffei y el secretario general de la UTPBA, Daniel Das Neves. También se incorporó una nutrida columna de la UOCRA, otras formaciones importantes del SMATA, UTA, judiciales y taxistas con gorras amarillas. Una pancarta muy grande del Frente de la Resistencia, con retratos de Evita y el Che, ingresó mezclada con las organizaciones gremiales. El abogado Manuel Gaggero y el sindicalista Marcelo Frondizi, candidatos de esa agrupación de izquierda, formaban parte del grupo.
�Olelé, Olalá, si votan la reforma los vamos a matar� era uno de los cantitos, metafórico, ya que el acto se desarrolló en forma pacífica. Sólo se produjeron pequeños incidentes, como cuando un grupo de jubilados con un cartel con el nombre de Norma Plá, quemó una pila de maderas en Callao y Rivadavia. Tras algunos forcejeos, miembros de la seguridad lograron apagar la fogata. Pero cuando los camioneros se retiraron, los jubilados rápidamente volvieron a encenderla. Otro momento de tensión se produjo cuando Moyano se refirió a la represión del miércoles. Desde la concentración volaron petardos y bombas de estruendo, que pasaron por encima del palco donde estaba el orador, para explotar a los pies de los policías que formaban un cordón alrededor del Parlamento. Los agentes, en uniforme de calle, zapatearon un poco pero mantuvieron la calma.
La marcha peronista apenas despuntó desde un sector y el locutor leía las adhesiones mientras se pasaban cumbias de Gilda y de Sombras. También había carteles aislados de sectores de la JP y el peronismo, agrupaciones barriales como el Comedor Infantil Los Pibes de la Boca o el Polo Social que impulsa el sacerdote Luis Farinello.
Los metalúrgicos, más atentos al congreso que efectuaba ayer su gremio en Mar del Plata, no estuvieron. En el camión-palco se encontraban Francisco �Barba� Gutiérrez, de la UOM, José Rodríguez, del SMATA, Omar Viviani, de los taxistas, y otros gremialistas, pero el más requerido fue el titular de la Unión de Empleados Judiciales, Julio Piumato, en silla de ruedas a causa de las heridas que recibió por la represión policial. Entre los manifestantes se encontraban De Gennaro, el Perro Santillán y otros líderes sindicales. Cuando se escucharon los primeros acordes del Himno Nacional y mientras la multitud comenzaba a cantarlo, hizo su entrada por Hipólito Yrigoyen una nutrida columna de camioneros, de cinco o seis mil personas, la más numerosa de la concentración. Entraron a la plaza con una pancarta donde se leía: �No queremos que nos teman, sí que nos comprendan� y una gran bandera argentina, además de carteles con sus lugares de origen: Bahía Blanca, Salta, Mar del Plata, Venado Tuerto, Mendoza y demás, que evidenciaban el esfuerzo realizado para esta movilización.
Moyano señaló en su discurso que �el único objetivo de esta reforma laboral es bajar el salario de los trabajadores�, pero aclaró que se trataba del comienzo de una larga lucha. �Les pido que utilicemos el año que viene el arma más poderosa que tiene el pueblo y no les demos el voto a aquellos que nos han traicionado votando leyes contra los trabajadores� y arremetió contra �quienes se apoderaron del Partido Justicialista�. �Hoy comienza una etapa de lucha �agregó�. No será sencilla, ni fácil, pero será la única forma de lograr que nuestros hijos y nietos vivan con dignidad.� Sobre la represión indicó: �No nos comemos el verso de los catorce verdugos represores, el responsable principal es el ministro del Interior, que carga sobre su conciencia dos muertes de argentinos en el puente de Corrientes�. �Si este gobierno democrático le tiene miedo al FMI �señaló�, nosotros le decimos que estamos dispuestos a enfrentar al enemigo que se nos ponga adelante.� Pero indicó que �el Gobierno tomó el camino más fácil, el más cómodo, se alió con los poderosos para reprimir a los más humildes�.
La gente comenzó a retirarse en orden cuando la aprobación de la ley de reforma laboral ya era casi un hecho en el Senado. De hecho había un cortocircuito entre el adentro y el afuera del recinto. Como si el movimiento social de protesta se hubiera quedado huérfano de representación política.

 


 

UNA MAYORIA PERONISTA, QUE RENIEGA DE MENEM
Trabajadores y desocupados

Por Eduardo Tagliaferro

Carmen, una desocupada de Isidro Casanova, vino al acto en uno de los 25 micros que salieron del barrio. Hace un año que está sin trabajo y confía en el liderazgo de Hugo Moyano. �De Menem no quiero ni hablar�, dice cuando se le pregunta por el apoyo del ex presidente a la protesta. �Aunque soy peronista desde la cuna, espero que Fernando de la Rúa se acuerde de la gente pobre�, dice esta joven de 31 años, separada, con dos hijas y que vive con sus padres, ya que su ex pareja se desentendió de las nenas.
Cuando Moyano subió al escenario, la multitud lo recibió al grito de �si este no es el pueblo, el pueblo dónde está�. Nadie se hubiera animado a desmentir la consigna. En un acto donde prácticamente no hubo espontáneos, la mayoría estaba encolumnada detrás de sus respectivas banderas. Un rasgo era común a casi todos: su condición de trabajadores, desocupados, humildes y pobres. 
�No queremos que nos teman. Sí que nos comprendan�, decía el estandarte con el que los camioneros arribaron a la plaza. El gremio de la construcción ingresó por Avenida Rivadavia y con una de las columnas más entusiastas y juveniles. Los rostros curtidos no dejaban dudas acerca del oficio. La de mecánicos fue otra de las columnas numerosas en el acto de repudio a la reforma laboral. �Yo de política entiendo poco�, es lo único que se animó a decir Antonio a Página/12, cuando se le pidió una opinión sobre la ley de reforma laboral. Antonio es un obrero mecánico que trabaja desde los 18 años y que vino a la marcha junto a los compañeros de fábrica en González Catán. Luego de 20 años de antigüedad, gana 1200 pesos. Sus tres hijos estudian y no consiguen trabajo.
Los manifestantes de la Corriente Clasista y Combativa, y de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) fueron los únicos que tuvieron a sus líderes al frente: Carlos �El Perro� Santillán y Víctor De Gennaro, respectivamente. Entre los seguidores de Santillán se destacaban las mujeres acompañadas por sus hijos, mientras que en la columna de la CTA sobresalían empleados y docentes, encabezados por su secretaria general, Marta Maffei. 
Humberto vino desde Santa Fe con los compañeros del gremio (UATRE). Es trabajador rural, tiene 60 años y trabaja desde los 18. Gana 270 pesos por mes y tiene entre sus aspiraciones el beneficiarse con la jubilación por edad avanzada. �La reforma laboral es injusta�, dice este peón rural que se lamenta porque con �este nivel de salarios mi jubilación no existe�. �Mi hijo �dice Humberto�, vive con nosotros y está sin trabajo. En realidad ya casi no hay jóvenes que quieran trabajar en el campo, la mayoría emigra para las grandes ciudades. Es una vergüenza que en un país agrícola-ganadero como el nuestro no haya trabajo�, concluye este santafesino al que sus bombachas de campo, boina, y manos curtidas, delatan como trabajador rural. Los testimonios repiten más o menos algunas características: la mayoría se reivindica peronista, no opina bien de Carlos Menem y reconoce tener alguna esperanza en el gobierno de Fernando de la Rúa.

 

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