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LA CORTE DE SANTIAGO LE NEGO EXAMENES MEDICOS Y LANZO EL JUICIO
El general sí tiene quien lo desafuere

Para el tribunal de Santiago de Chile, la salud del ex dictador Augusto Pinochet (por ahora) está OK. Así lo decidió ayer, con lo que se inició el juicio por el desafuero del senador vitalicio. 

Unos 300 partidarios del �Tata� hacían fuerza fuera de la Corte.

Los mismos piquetes que pedían extradición en Londres piden ahora desafuero en Santiago.


t.gif (862 bytes) La historia que empezó en Londres hace 18 meses tuvo ayer uno de sus primeros desenlaces. Y contra lo que muchos temían, no fue favorable al ex dictador. El juicio a Pinochet en Chile comenzó ayer y consiguió sortear el primer escollo. El pleno extraordinario de ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó ayer mismo, dos horas después de empezar a sesionar, la petición de la defensa de Pinochet de practicarle nuevos y más exhaustivos exámenes de salud. Sin la coartada médica, y a puertas cerradas, comenzó el relato de la causa que puede llevar al senador vitalicio a perder sus fueros parlamentarios y un eventual juicio y castigo, si no por sus crímenes, al menos por 19 secuestros. Mientras, afuera del tribunal, chocaban manifestantes pro y antipinochetistas, aunque sólo los últimos resultaron arrollados por autos del gobierno. El saldo anoche era de tres heridos y ocho detenidos. 
El 56 por ciento de los chilenos es partidario de que el ex dictador Augusto Pinochet sea juzgado por los tribunales de Justicia chilenos, según un sondeo de opinión dado a conocer ayer por la Fundación Futuro. Y un 87 por ciento piensa que el octogenario militar no debe permanecer en el Senado. Estos deseos empezaron a cumplirse ayer mismo, al iniciarse la relación de la causa por que se pide el desafuero de Pinochet. 
La brecha en las leyes de autoamnistía que preservaban al ex dictador de cualquier acción judicial es secuestro de 19 personas en el marco de la Caravana de la Muerte, operación militar efectuada en distintas ciudades del norte chileno en octubre de 1973, y en la cual fueron asesinados al menos 72 opositores de izquierda. Como el secuestro es un delito continuo, y no se han encontrado cadáveres de los secuestrados, no ha tenido fin y por eso puede ser enjuiciado.
La Caravana de la Muerte fue comandada por el hoy general en retiro Sergio Arellano Stark, quien habría recibido órdenes precisas de Pinochet para la ejecución de ésta, según sostienen los abogados acusadores. Al ser rechazada la petición de nuevos exámenes médicos, ayer partió el relato de los hechos. Hoy y el viernes se escucharán los argumentos a favor y en contra, en este histórico proceso de desafuero. Sólo desaforado se podrá procesar a Pinochet por violaciones a los derechos humanos durante su régimen (1973-90).
El plenario del tribunal, con 21 ministros presentes en la sala, inició el relato de la causa con la presencia de los siete abogados querellantes, los defensores de Pinochet, invitados especiales y sin la presencia de periodistas. En los alegatos previstos para hoy y mañana se permitirá la presencia de cuatro periodistas, dos chilenos y dos extranjeros. A partir del martes próximo, los ministros estudiarán todos los antecedentes para poder luego resolver.
Horas antes del inicio del juicio, una bomba de ruido, de bajo poder destructivo, estalló junto a la sede del Instituto Libertad y Desarrollo, un centro de investigación vinculado al derechista Partido Renovación Nacional (RN, oposición). La policía de Carabineros dijo que los autores del atentado arrojaron en la madrugada panfletos con consignas antiderechistas en el lugar, que se encontraba cerrado. El instituto orienta su investigación para la defensa de la economía de libre mercado, la estrategia que aplicó el régimen militar encabezado por Pinochet.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, afirmó ayer en tono enfático que el país espera con calma el desenlace del proceso de desafuero a Pinochet. En relación con la reunión que sostuvo el lunes con el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, Lagos afirmó que fue en un contexto de normal funcionamiento de las instituciones y que no fue una señal de intromisión de las Fuerzas Armadas. Con tono fuerte e incluso con algo de molestia, Lagos aseveró que �humildes y poderosos están sujetos a los tribunales. No interfiramos la Justicia y que la Justicia sea la que hable�. Entretanto, Pinochet espera �tranquilo� en su casa, según laFundación que ostenta su nombre. La casa santiaguina del general, que encara 92 querellas criminales por violaciones de los derechos humanos durante su gestión (1973-90), se alza en el elegante barrio de La Dehesa, en el oriente de la ciudad. 


Claves

  Pinochet permaneció detenido en Londres entre octubre de 1998 y marzo de 2000. El juez español Baltasar Garzón reclamaba la extradición por cargos de �genocidio, terrorismo y torturas�.
  El ministro británico del Interior, el laborista Jack Straw, consideró enfermo al ex dictador y autorizó su regreso a Chile por �humanidad�.
  En Chile el eximente no figura en la legislación, que contempla sólo la demencia para suspender la aplicación de una condena judicial. 
  Los abogados de Pinochet fracasaron ayer en su primera presentación: buscaban posponer el juicio gracias a nuevos exámenes médicos. 
  La Corte de Apelaciones verá el desafuero de Pinochet en tres audiencias hasta el viernes, pero los alegatos podrían ampliarse al martes. 

 

 

el debate en chile

Por Cristián Labbé *.
Una confabulación marxista

Aunque hay consenso en la necesidad de superar los conflictos del pasado y cerrar heridas, el gobierno parece buscar lo contrario. Su camino es culpar y condenar a Pinochet y, por su intermedio, a todo un período histórico. Así no se superan conflictos ni se cierran heridas. Tiene que haber una manera más ecuánime, equilibrada y justa de obtener la paz social.
El gobierno socialista se compone de otrora marxistas ortodoxos, convertidos hoy, gracias a la caída de los muros, en fervorosos demócratas, renovados, defensores de derechos humanos que jamás respetaron, partidarios de que se aplique la justicia que calificaron de �burguesa�, proclamando �tribunales populares�. Han cambiado, dicen, y hoy sólo piden �dejar hacer a la Justicia�.
Si una lección quedó clara tras el secuestro de Pinochet en Londres, es que cualquier sistema jurídico se ve condicionado en sus decisiones por el bullicio que hagan alrededor de los tribunales. Envuelto el Poder Judicial en las hordas de quienes gritan �culpable�, es imposible que ese poder resuelva con independencia.
Esto no es en verdad un juicio a Pinochet, el hombre, sino al honor y la dignidad de las FF.AA. El honor del Ejército y de esas instituciones, así como el de todos quienes las acompañaron, se juegan en este juicio.
Es hora de empezar a hablar, porque el silencio sólo ha servido para que la maquinaria de la confabulación se deslice sin inconvenientes hacia el final que los enemigos de la dignidad de Chile, de sus Fuerzas Armadas y del ex presidente esperan con ansias.
Es hora, asimismo, de que quienes apoyaron y colaboraron con el gobierno de Pinochet hagan su propio aporte a la tarea de clarificación, desenmarañando la tupida red de falsedades que podemos observar hoy. La alternativa es que la arremetida de los enemigos de ayer vuelva a dividir el país y lo conduzca una vez más por el camino del enfrentamiento, la polarización y el desequilibrio entre sectores llamados a convivir. Y eso requiere impedir que nuestra historia sea manipulada y falsificada.
Si se espera que la historia la escriban los enemigos de la democracia de ayer y demócratas de hoy, nuestro futuro se construirá sobre arena.
Tenemos que mantener viva la verdad de lo que ocurrió y gritarla también.
Si no nos quieren escuchar cuando decimos lo que tenemos que decir, entonces haremos lo que tenemos que hacer.
Cada persona que pidió, apoyó y comprendió el gobierno militar, nuestros políticos, empresarios, hombres públicos, todos, debemos comprender que no hay nada que esperar del gobierno. Si el país se vuelve ingobernable o se rompe la paz social, las actuales autoridades serán las que respondan por ello.
¿Que la Justicia haga lo suyo, que es independiente? No es independiente ni puede hacer lo suyo cuando el gobierno, sus parlamentarios y el propio Consejo de Defensa del Estado presionan indebidamente, cuando es obvio que todos tratan el caso en términos políticos.
El gobierno procede con un doble estándar vergonzoso. ¿Acaso cuenta con que no habrá ningún activo dispuesto a defender a un pasivo? ¿Cree que se le va a permitir cumplir sus torvos propósitos? Todo ello es tremendamente peligroso para la convivencia de los chilenos. Lejos de superar conflictos del pasado, estos procedimientos siembran futuros conflictos cuyo efecto en la normalización de nuestra vida es incalculable.

* Alcalde de Providencia, Santiago de Chile.

Por Nelson Caucoto *.
El �debido y racional� proceso

Durante los últimos días se ha reiterado en forma sostenida que se estaría vulnerando el derecho de Pinochet al �debido y racional proceso�, en consideración al estado de salud del ex dictador, quien �no estaría en condiciones de soportar un juicio�.
Se ha pretendido así aplicar en nuestro ordenamiento jurídico razonamientos, principios o declaraciones formuladas en Inglaterra que no encuentran correlato en nuestro sistema legal.
No existe en el derecho chileno �ni en la normativa internacional, que mediante pactos, tratados o convenciones haya sido incorporada a nuestro ordenamiento jurídico� ninguna norma que impida a los tribunales pronunciarse por el desafuero sobre la base de �razones de salud�.
Plantear en esta instancia razones de salud es inconducente e inoportuno.
El juicio propiamente tal aún no comienza, mientras no se resuelva positivamente 
�la autorización para proceder� formulada por el ministro Juan Guzmán.
Sin embargo, la argumentación en favor de Pinochet no deja de ser llamativa, por no decir paradojal, por lo siguiente:
  Que se invoque el debido y racional proceso en favor de quien permitió y 
asintió que se vulnerara repetida y trágicamente esa importante garantía judicial durante su mandato.
  Que se exprese que el debido y racional proceso constituye un derecho humano, lo que no se reconoció durante el régimen militar y su judicatura.
  Que se apele a tratados internacionales sobre derechos humanos suscriptos por 
Chile y que consagran el debido y racional proceso, en circunstancias que el mismo sector que hoy los invoca desconoció su existencia, vigencia y aplicabilidad para los casos de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos.
No deja de ser trascendente ese tardío reconocimiento, pero bienvenido sea, y nos alegramos por ello.
Pero si aceptamos los tratados internacionales sobre derechos humanos, aceptémoslos en toda su plenitud, sin restricciones ni criterios utilitaristas. Así se comprenderá por qué respecto de crímenes de lesa humanidad no son aplicables la amnistía y la prescripción.
Se ha sostenido que el debido y racional proceso es madre de todas las garantías judiciales y, como tal, consustancial al estado de derecho, y su ausencia suele provocar el desamparo de los demás derechos humanos.
Entre las notas esenciales de ese debido y racional proceso destacan, según los instrumentos internacionales, el derecho a que se le presuma inocente mientras no haya sentencia condenatoria; a ser juzgado por tribunales competentes, independientes e imparciales; a defensa; a impugnar recurriendo a instancias superiores; a un 
proceso, como norma general; a un procedimiento rápido y sencillo para reclamar contra actos atentatorios de los derechos fundamentales; a la libertad personal y 
a ser tratado como persona.
Ese es el tipo de juicio que queremos para Pinochet. Nadie quiere un juicio injusto para él. Nadie quiere para él sus propios métodos.
Queremos que sea tratado como todos los chilenos.
Nada de venganzas ni de revanchas. Que la Justicia haga lo que le corresponde. Justicia que no la harán los familiares de las víctimas ni los militares sino los tribunales imparciales con sujeción absoluta al debido y racional proceso que a Pinochet también le asiste.

* Abogado de derechos humanos

 

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