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LA TRANSFORMACION DEL MERCADO LABORAL ARGENTINO EN LOS �90
El cambio del obrero al repositor

Los supermercados y casas de comidas rápidas más que duplican en personal a compañías que, como Repsol, lideran el ranking de facturación. Empresas de seguridad contratan más personal que los grandes grupos locales. La industria, incluida la automotriz, se anota entre los que más puestos perdieron. 


Por Maximiliano Montenegro
t.gif (862 bytes) La radiografía de los mayores empleadores del país, que por estos días mira con asombro un selecto grupo de funcionarios y expertos en mercado laboral, revela una Argentina completamente distinta a la de una década atrás. Coto es hoy el máximo empleador privado, con una nómina salarial que supera holgadamente a cualquiera de las empresas de servi-cios públicos privatizados. McDonald�s contrata casi el doble de trabajadores que Repsol YPF, la compañía de mayor facturación del país. En tanto, empresas de vigilancia y seguridad (como Juncadella-Prosegur) disponen de más personal que cuatro de los más tradicionales grupos económicos en conjunto (Roggio, Fortabat, Pescarmona y Pérez Companc). Supermercados, cadenas de comida rápida, compañías de seguridad privada, firmas de consultoría, contabilidad, servicios técnicos y profesionales fueron los emprendimientos que en los últimos cinco años más puestos de trabajo crearon en Argentina. Por el contrario, las empresas concesionarias de servicios públicos, las automotrices �pese al régimen de subsidios especial con que fueron favorecidas�, y las industriales en general �no sólo las que con dueños locales soportan la crisis sino también las más rentables vendidas a multinacionales� son las que más despidieron.
Conscientes de que la economía posmenemista es un mundo muy distinto al que se observa en las estadísticas oficiales habituales y que no comprender esa realidad puede significar errar las políticas orientadas a solucionar temas prioritarios como la desocupación, en despachos del Ministerio de Economía y de Trabajo se empezó a estudiar la nueva estructura del empleo en Argentina. Los resultados preliminares, en base al listado de los mayores empleadores del país �aquellas compañías con un plantel superior a las 1000 personas� son más que llamativos. Porque confirman el impresionante salto hacia una economía de servicios, con puestos de trabajo más flexibles, menos estables y en general de menor calidad. Los puntos más destacados de la información son los siguientes:
u Entre los 10 mayores empleadores del país hay 4 supermercados (Coto, Disco, Norte y Carrefour), una cadena de fast food (McDonald�s), una empresas de seguridad (Prosegur) y una de correo (OCA). Las dos telefónicas y Techint �el área de construcción y servicios� completan el pelotón (ver cuadro). A diferencia de cinco años atrás, las telefónicas o YPF, por facturación las mayores firmas del país, no lideran el ranking. Hoy tampoco figuran, ni siquiera en el grupo de los top 30, las automotrices. Salvo Ledesma y Arcor, las pocas firmas industriales que todavía permanecen en la categoría (Sancor, Arcor, YPF y Gatic) achicaron los planteles.
u Aun varios años después de ocurrida la privatización, en el último quinquenio, Telefónica y Telecom fueron, en términos absolutos, las dos compañías que más personal echaron. En el segmento de servicios públicos también siguieron deshaciéndose de empleados a granel Edesur, Metrovías y Edenor. El ajuste en YPF se profundizó, reduciendo casi un tercio de su personal.
u Pese al régimen especial de protección y al Plan Canje, las empresas automotrices se ubicaron entre las que más despidieron. Después del cambio de manos o las modificaciones empresarias en las principales terminales, el resultado en términos de empleo fue negativo.
u El tercer grupo que despidió a lo grande es el de la industria. Por un lado, están las compañías en manos argentinas, que afrontan una crisis (Alpargatas) o una competencia importada que se fue comiendo porciones crecientes del negocio (Gatic, en calzado deportivo). Por otro lado, están las empresas que fueron vendidas o se asociaron a multinacionales, en las que la tijera fue a fondo: Bagley, La Serenísima, Terrabusi y Peñaflor, entre otras. En el medio, están las multinacionales que ya estabaninstaladas en el país y que redefinieron sus estrategias con miras al Mercosur o respondiendo a un proceso de ajuste global: IBM, Siemmens, Nestlé, Swift. 
u Un último segmento entre los que despidieron se compone por: proyectos ambiciosos que colapsaron, como es el caso del Tren de la Costa del grupo Soldati, que echó a más de la mitad de sus empleados. Las AFJP, que tras la primera etapa de euforia luego debieron ajustar costos, poniendo en la mira al ejército de promotores. Y los bancos, que pese a que figuran en el listado aumentando el personal (como es el caso del Francés, el Río, el Citibank o el Boston), en realidad ello responde al proceso de compras y absorciones de entidades más pequeñas. 
u El abrupto encogimiento de la nómina salarial en muchas empresas grandes respondió también a un proceso de �terciarización� de funciones. Esta tendencia a la subcontratación explica el boom de las consultoras de servicios técnicos, profesionales, contabilidad y auditoría. La terciarización también alcanzó a otros servicios, como limpieza, seguridad, vigilancia. Esto último, sumado la proliferación de los barrios privados y al clima de inseguridad ciudadana, descifra el vertiginoso crecimiento de las empresas de seguridad privada. 
u Entre los 10 mayores generadores de puestos de trabajo en los últimos cinco años figuran 7 supermercados, McDonald�s, una firma de servicios para empresas y una constructora (SADE). Pero no se trata de empleo estable ni de calidad. Eso sí, es muy flexible. Ayer, Día del Trabajador, Mc Donald�s era uno de los pocos lugares disponibles a toda hora para comer.


SALVO TECHINT, EL RESTO CADA VEZ PESA MENOS EN EL EMPLEO
Grupos económicos en baja


Por M. M.

Salvo Techint, el resto de los tradicionales grupos económicos han perdido su peso como fuentes de empleo. Y, si la información que hoy publica Página/12 es bien leída en los despachos oficiales, se supone que también deberían perder relevancia como interlocutores de un gobierno ávido de soluciones para el problema prioritario en Argentina: una tasa de desocupación clavada en el 14 por ciento.
Loma Negra, la empresa madre del emporio del cemento dirigido por Amalia de Fortabat, redujo en los últimos cinco años casi un 20 por ciento su personal, que hoy es de 1600 personas. Un ajuste todavía mayor realizaron Pescarmona y Roggio, dos de los popes empresarios que mejor se movieron al calor del menemismo. En el caso de Pérez Companc, su plantel se mantuvo estable, sin contar �claro� la compra de Molinos, empresa que igualmente está separada de la administración del grupo.
Los cuatro grupos económicos anteriormente mencionados, en conjunto, emplean 5040 personas, poco más de la mitad de la nómina salarial de Mc Donald�s, un tercio de la de Coto y mucho menos que la de Juncadella/Prosegur (ver cuadro).
Dejando de lado la conflictiva concesión del Correo, Macri también despidió a lo grande: más allá de su retiro del negocio automotor, Autopistas del Sol hoy tiene la mitad de empleados que en el �95 y Canale, su proyecto más ambicioso en alimentos, recortó un 20 por ciento de personal. Santiago Soldati echó a 1100 empleados de Tren de la Costa, y las cuentas todavía no le cierran. 
Techint es el único grupo que todavía se mantiene firme en el selecto núcleo de los mayores empleadores del país. El grupo en sí, Techint S.A., donde figuraría la constructora y la administración entre otros negocios, incrementó su plantel en 37 por ciento. Sin embargo, las dos siderúrgicas del grupo lo redujeron: Siderar (ex Somisa) en 12 por ciento (770 despidos) y Siderca en 15 por ciento (600 despidos). De todos modos, en su conjunto Techint cuenta con 16.507 empleados, todavía un poquito más que Coto.


�El futuro del empleo está en las PyMEs�

El secretario de Empleo dice que, pese a la expansión del comercio y los servicios, �Argentina tiene una cultura industrial que hay que potenciar�. Los peligros del contrabando.

En este reportaje con Página/12, el secretario de Empleo, Horacio Viqueira, dice cómo hará el Gobierno para enfrentar la nueva realidad del mercado laboral en Argentina. 
�Hay una nueva realidad del empleo en la Argentina. Supermercados, empresas de seguridad, consultoría, comidas rápidas son los sectores más dinámicos. Mientras que los tradicionales, en la industria, servicios públicos, expulsan. ¿Qué clase de política van a implementar para esta nueva realidad?
�Es cierto que los principales generadores de puesto de trabajo privado en este momento son sectores de servicios y comercio. Pero Argentina tiene una cultura, una historia productiva e industrial que no desapareció. Está latente y hay que tratar de potenciarla, porque el sector industrial sigue siendo indispensable por su rol dinamizador de otras actividades. De todas maneras, para resolver el problema del empleo, con puestos de calidad, estable, bien remunerados, no necesariamente tienen que estar en el sector productivo. Los países más avanzados del mundo tienen gran parte del mercado laboral basado en los servicios, el turismo, etc. 
�¿La destrucción de empleos ocurrida en la industria en los últimos años respondió a una tendencia propia de la globalización o fue agravada en el país por la forma en que se dio la apertura comercial, la desregulación de mercados, la concentración económica y las privatizaciones? 
�Aquí hubo una reforma macroeconómica que se desinteresó totalmente de introducir otras modificaciones que impidieran la caída libre del sector productivo. Cuando se abre la economía en el contexto de la Convertibilidad, sin que hubiera un acompañamiento que promoviera el desarrollo local, hay un efecto dominó sobre el empleo. Donde hay una ciudad con dos fábricas que desaparecen, sin que haya ningún otro elemento para dinamizar el trabajo, la crisis se desplaza hacia todos los sectores: el comercio, los servicios de entretenimiento, etc. Entonces, hay que tener una política para fortalecer la base de la economía. Lo estamos haciendo con las agencias de desarrollo local. La idea es discutir políticas con empresarios y sindicatos para definir prioridades en la creación de empresas y generación de puestos de trabajo, teniendo en cuenta las potencialidades del mercado interno y externo. 
�¿La mayor creación de empleo en el futuro va a estar en las grandes empresas?
�Está demostrado que sólo con inversiones extranjeras no resolvemos el problema del desempleo ni de las crisis regionales. Se requiere una política activa, focalizada en las zonas más deprimidas y en las PyMEs. 
�Las concesionarias extranjeras de servicios públicos privatizados no sólo redujeron mucho personal en el último quinquenio sino que encima la mayoría de las veces reemplazaron toda la red de proveedores PyMEs locales por la importación desde sus países de origen de insumos y equipos. Si no prestan atención a estos temas, mientras el Ministerio de Trabajo trate de construir por un lado, por el otro se derrumbará mucho empleo debido a la caída de estas PyMEs...
�Vamos a hacer un seguimiento de este tipo de situaciones alrededor de muchas empresas privatizadas. Es un tema a analizar si los contratos dan espacio para negociar con las empresas para que recuperen un cierto nivel de contratación y compras de insumos en Argentina. El primero que tiene que empezar con una política así es el Estado, que tiene todavía un gran poder de compra y hay que aprovecharlo. Lo mismo con el tema de la apertura: una cosa es la apertura y otra es el contrabando, el dumping y otro tipo de prácticas desleales. Es obvio que si no hay una coordinación con este tipo de medidas es muy difícil desarrollar una política de empleo exitosa.
�Otro ejemplo conflictivo es el de los supermercados. Es cierto que hoy son los mayores empleadores del país, pero también destruyen mucho empleo al desplazar a pequeños y medianos comerciantes...
�Lo importante es que hay un proceso de toma de conciencia por parte de los intendentes. Así como en una primera etapa había muchos intendentes que alentaban la radicación de grandes superficies comerciales, hoy advierten el impacto de destrucción de empleo que pueden tener sobre el comercio tradicional o las cadenas medianas. Por eso, en las ciudades medianas, se están planteando una serie de limitaciones. El desafío para los gobiernos locales es impulsar mecanismos asociativos para las compras de productos y mejorar las condiciones competencia de los comerciantes a nivel local. Si no puede darse este mismo efecto destructor del empleo en empresas comerciales familiares o PyMEs que ha ocurrido en las grandes ciudades. 
�En el caso de una persona de más de 40 años, que fue despedida, digamos, de la industria, ¿cómo se hace para reinsertarla en el mercado laboral si los que están dando empleo son supermercados, Mc Donald�s, empresas de seguridad, sectores que no tienen nada que ver con su instrucción previa y buscan a gente joven? 
�Hemos fijado incentivos a la contratación de personas discriminadas por el mercado a la hora de buscar empleo: mayores de 40 años, jefes o jefas de hogar y jóvenes sin experiencia laboral. La ley de reforma laboral, que esperemos se apruebe el miércoles, prevé una reducción de aportes patronales mayor para quienes empleen a este tipo de trabajadores. El otro tema es la capacitación y formación profesional orientada a la reconversión de la mano de obra. Hoy ocurre que vienen inversores y cuestionan la calidad de los recursos humanos en Argentina. En el país hubo una crisis muy grande de los viejos colegios terciarios de formación técnica. Queremos armar un sistema de capacitación que cuente con sus propias instituciones. 
�¿Armarán bolsas de empleo?
�Sí, con cobertura local, regional y nacional. Las bolsas de empleo del sector privado sólo funcionan para la crema de los desempleados. No funciona para los más postergados, de menores salarios, salvo en algún negocio ilegal. Ahí es donde tiene que actuar el Estado, armando esa red para facilitar la reinserción laboral y, al mismo tiempo, tener información más concreta sobre cómo está hoy compuesto ese mundo de los desocupados y los subocupados.

 

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