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LOS RECTORES TEMEN UN NUEVO RECORTE
La sombra de la tijera

Las autoridades de las universidades nacionales le reclamaron al Gobierno que cumpla con el presupuesto. A las protestas del bloque justicialista se suman ahora las de los rectores radicales.

 


Por Javier Lorca

t.gif (862 bytes) El fantasma de otro tijeretazo al presupuesto asusta a los rectores de las universidades nacionales. Y tienen sus motivos: �(El ministro de Educación, Juan) Llach nos dijo que, para él, el presupuesto es un presupuesto, un supuesto de máxima, una expresión de deseos del Congreso, que solamente es una hipótesis de trabajo�, contó, alarmado, uno de los rectores que participó de la reunión que el ministro mantuvo hace pocos días con miembros del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Sin distinción de bloques políticos, el malestar campea entre los rectores. Y no sólo porque aún persiste la deuda que dejó el gobierno anterior (88 millones), sino también por el rumor de que este año tampoco se cumpliría con el total del presupuesto (1800 millones de pesos).
�La situación es insostenible. Estamos dispuestos a salir con los tapones de punta�, aseguró a Página/12, con metáfora futbolera, el rector radical de una de las universidades más grandes del país. �Durante diez años estuvimos peleando por más fondos y el año pasado hasta salimos a la calle contra un recorte �siguió�. Ahora no vamos a cambiar de postura porque el gobierno tiene nuestro signo político.� De hecho, la única diferencia entre los rectores alineados con la UCR y los del PJ es que los primeros hoy sólo protestan en estricto off de record. Además, los radicales contienen sus embates públicos por lealtad al secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi, un hombre salido de ese mismo bloque de rectores. �Es un hombre honesto, pero está entre la espada y la pared�, comentó uno de sus correligionarios. Llach, en cambio, se sabe, nunca cosechó muchas simpatías entre los aliancistas de la universidad. Menos ahora.
�Hay un rumor de que para septiembre habría un recorte�, admitió el mismo rector. El clima de preocupación se reiteró en el último plenario del CIN (donde se nuclean los rectores de las 37 universidades públicas), que concluyó el viernes pasado en Catamarca. Allí, el comité ejecutivo informó al resto del consejo del resultado de aquella reunión con el ministro y de sus dichos sobre el carácter hipotético de la Ley de Presupuesto votada por el Congreso. El plenario arrojó como resultado un pedido unánime de que se garantice la totalidad de los fondos previstos. �Debemos obtener una definición de las autoridades del Poder Ejecutivo sobre la integridad de los presupuestos de 1999 y 2000, sin recortes�, reclamó el rector de la Universidad de Santiago del Estero, Humberto Herrera, desde el bloque justicialista.
Gottifredi se defendió: �(Los rectores) tienen derecho a esperar recibir todo el presupuesto que el Congreso ha votado. Esperamos alcanzar para estos días la ejecución del 30 por ciento del presupuesto. Pero no podemos asumir la deuda que dejó el gobierno anterior�. El problema con los 88 millones adeudados desde el �99 es que su pago nunca fue siquiera autorizado por la anterior gestión del Ministerio de Economía. Es una cuenta que el Estado no asumió como pendiente. Por eso, numerosas casas de estudios iniciaron acciones ante la Justicia y algunas ya tienen fallos favorables. Y esto disgusta al ministro Llach. �No quiere que las universidades sigan sus juicios contra el Estado. Dice que sería terrible que la Justicia fallara contra el Gobierno, que no los dejaría gobernar�, contó otro participante de aquella reunión con el titular de Educación.
�No comparto para nada la posición del secretario de no hacerse cargo de las deudas que dejó el gobierno anterior �protestó otro radical, rector de una universidad más que centenaria�. Yo apoyaría esa idea si vamos a dejar de pagar la deuda externa. Pero si no, no acepto que me discriminen�, razonó en diálogo con este diario. La misma postura, aunque con otro ejemplo, sostuvo la rectora de la Universidad de Lanús, Ana Jaramillo. 
Para intentar espantar su temor y plantear sus reclamos, entre otros temas, los miembros del comité ejecutivo del CIN volverán a reunirse lasemana próxima con Juan Llach. Mientras, algunos ya sienten nostalgia por su antecesora en la cartera de Educación: �Al final, estábamos mejor con Susanita (por Decibe). Ella por lo menos se peleaba con los ministros de Economía. Y, además, era más linda�.

Para el tiempo libre...(si queda)

Ciencia. Abrió la inscripción para el curso �Historia de la Ciencia en Europa y Argentina en los siglos XVIII y XIX�. Informes: Secretaría de Extensión de Filosofía y Letras (UBA), Puán 480, 4432-0606 (int. 128).
Cultura. Desde hoy y hasta el sábado, Guillermo Heras (de la Universidad Complutense de Madrid) dará el seminario �Gestión cultural. Nuevos problemas. Nuevos desafíos�. Organiza la FUBA, en Uruguay 969.
Seminario. Del 10 al 12 de mayo se hará un seminario internacional sobre servicios públicos y privatizaciones en la Universidad de La Plata. Auspicia la Embajada de Francia. Informes: (0221) 422-5845.
Poesía. La Casa de la Poesía ofrece un taller de poesía para niños y un ciclo de charlas. Todo gratis. Informes: 4323-9681.
Fotos. La Facultad de Ciencias Sociales (UBA) ofrece cursos abiertosde fotografía periodística. En M.T. de Alvear 2230, 5º piso, 4508-3800 (int.164). 


opinion

Por Mario Toer *

La derecha y la universidad

(En una columna publicada en esta sección, la diputada Cristina Fernández de Kirchner �PJ� aseguró, entre otras cosas, que las universidades son para el radicalismo lo que los sindicatos para el peronismo. Aquí, el inicio de un debate.) 

La diputada Fernández de Kirchner manifestó en Página/12 su preocupación sobre la cuestión universitaria, particularmente por la asignación presupuestaria y la autonomía. Con cierta frecuencia, la derecha política suele poner estos temas en cuestión. Se suele remarcar, con aparente sensibilidad por los desposeídos, que a las universidades concurren personas provenientes de sectores medios que, supuestamente, podrían pagar sus estudios. En realidad, en los últimos tiempos, se ha incrementado la concurrencia a las universidades de sectores que provienen de familias de trabajadores. Más de la mitad de los estudiantes que ingresan provienen de familias de sectores medios empobrecidos y, en menor proporción, también de familias de trabajadores manuales. Suelen constituir también la mayoría de quienes abandonan los estudios sin graduarse. Si la preocupación estriba en redefinir la educación terciaria para habilitar ciclos donde, cada dos o tres años, existan módulos en los que los alumnos puedan encontrar una alternativa de salida, como parte de una carrera de más largo aliento que, eventualmente, pueda ser retomada luego, compartimos la preocupación.
Si queremos una universidad para todos los que sea posible, resultan evidentes las incongruencias que perduran en nuestro medio y tienen poco que ver con una universidad de masas. Siguen vigentes derroteros que sólo pueden ser transitados por una elite. Para graficar los lineamientos de una alternativa puede recurrirse a la metáfora de la educación como una amplia autopista de múltiples carriles, con las consiguientes bajadas y subidas (pero sin peaje). La universidad debe ofrecer �bajadas con sentido� a millares de jóvenes, la mayor parte proveniente de familias de menores recursos, que no sólo podrán de este modo pretender una mejor inserción, sino que además tendrían la posibilidad de retomar estudios ulteriores cuando la experiencia de la práctica profesional y menores urgencias en las subsistencias se lo hicieran posible.
Lo irritante no es tanto que a la educación terciaria accedan quienes cuentan con más recursos, sino el hecho mismo de que los recursos estén tan mal distribuidos en toda la sociedad. A este contrasentido tiene que oponerse también el proceso de producción de conocimientos. La autonomía universitaria contribuye a generar un ámbito con suficientes distancias en relación con el Estado como para permitir que este debate se realice. Es cierto que ninguna perspectiva progresiva está garantizada de antemano y que a veces suelen primar intereses corporativos o políticas defensistas que pueden tener algún parentesco con lo que han sido las posturas dominantes en muchos sindicatos. Pero la gran diferencia, y no es poco, es que en los consejos directivos que los docentes, graduados y alumnos eligen para conducir las casas de estudio, existe la representación de las minorías y el debate es consustancial al gobierno de la universidad. Sería por cierto un gran paso que la estructura de los sindicatos garantizara el pluralismo existente en las casas de estudios.

* Sociólogo, profesor en el CBC y en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), investigador del perfil sociocultural de los estudiantes universitarios.

 

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