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REPORTAJE AL PARROCO DE TORNQUIST
Videla, un pecador

Es un cura que tuvo que enfrentar una situación incómoda: el ex dictador entrando en su iglesia y él que no puede impedírselo.

El ex general cometió �delitos diabólicos que merecen la excomunión�. 


Por Natalia Aruguete y Walter Isaia

t.gif (862 bytes) Para el cura Norberto López, el ex dictador Jorge Rafael Videla �es un pecador como cualquier otro� que visita su parroquia de Tornquist. El 23 de marzo, Cristina Asteinsa de Cassataro denunció en el juicio por la verdad que Videla iba los domingos a la iglesia de Tornquist, violando por cientos de kilómetros su arresto domiciliario. El padre Norberto, que estudió historia en Bahía Blanca durante la dictadura, se ordenó hace siete años y lleva cinco en Tornquist. Aunque considera que el robo de bebés �es un delito diabólico que merece la excomunión�, aclara que un cura no tiene el poder de negarle la comunión a nadie, ni siquiera a un dictador. 
�¿Videla comulgó en esta parroquia? 
�Sí. Pero no viene desde hace un año, un año y medio. La verdad es que no me acuerdo exactamente, pero antes venía seguido. Al comulgar a Videla, sentí lo mismo que con cualquier otro feligrés, aquí todos son hijos de Dios. Mi opinión personal me la reservo. No porque tenga algo que ocultar, sino porque es mía.
�¿Por qué permitió la entrada de un genocida en la parroquia?
�Porque es un pecador como cualquier otro. Yo mismo lo soy. Todos los que entran en la iglesia son pecadores. La iglesia está abierta para todos. Esta es la casa de Dios, no es mi casa. Y yo no puedo ser juez.
�Pero los delitos cometidos durante la dictadura fueron probados y juzgados. Luego una decisión presidencial los dejó en libertad. Y usted le dio la comunión igual...
�Es que no había juicio canónico contra Videla. Si la Justicia fue tan idónea para juzgarlo y convalidar los indultos y dejarlo libre en el ámbito de la Justicia civil, a la iglesia puede entrar. Yo no puedo juzgarlo, no soy quien para hacerlo.
�Igual comulgó con usted, después del indulto...
�Es que el indulto lo dejó fuera de la cárcel, pero la culpa anterior sigue y la degradación que sufrió, también.
�¿El genocidio y el robo de bebés merecen la excomunión?
�Y, si alguien que comete un aborto es excomulgado automáticamente se deduce que...
�¿Que sí?
�Y sí, imagínese.
�Monseñor Justo Laguna dijo que no le hubiera dado la comunión.
�Esa es una decisión que puede tomar el Papa o los obispos. Yo, como párroco, no puedo. A mí me tienen que presentar una lista de excomulgados y yo fijarme. Pero Videla no está excomulgado.
�¿Videla se confesó con usted?
�No. Yo no tuve más relación con él que �Buenos días, buenos días�. 
�¿Lo perturbó la presencia de Videla en la parroquia?
�Sí, no puedo decir que pasó desapercibida. Pero miedo no tuve. Al único que le tengo miedo es al demonio.
�¿No tuvo problemas para dormir después de darle la comunión?
�Yo estoy tranquilo con mi conciencia y duermo en paz.
�¿Qué opina de la frase de Videla sobre los desaparecidos: �No están, no tienen entidad, ni muertos ni vivos, están desaparecidos.�
�Y es cierto, son desaparecidos.
�¿No le parece que habría que recuperar su historia?
�Esto es lo que no se ha hecho. Hay muchos que no saben lo que fue el Holocausto, ni conocen a Hitler. Una profesora de historia me dijo que cuando habla de la dictadura es como si hablase de algo que sucedió en Canadá. Porque tampoco los padres hablan con sus hijos sobre el tema. Enmi grupo, éramos más de cincuenta estudiantes y en el término de dos años quedamos 8 o 9... algo pasó con ellos. 
�¿La gente del pueblo sabía que Videla está preso desde junio del �98 y que no puede salir de su domicilio?
�Eso lo sabe cualquiera. Es un pueblo de seis mil habitantes, todos se conocen. Si alguien lo hubiera visto en este último tiempo, me lo hubiera venido a decir. Si estuvo, nos hubiésemos enterado.
�¿Y cuál era la reacción que tuvieron ante su presencia?
�No tuvieron un gesto de rechazo, ni amistoso. Más bien indiferencia.
�¿Cómo evalúa esa indiferencia?
�Yo digo que cada uno se mire a sí mismo, que mire su propio pecado y no el del que tiene al lado. El que esté libre de pecados que tire la primera piedra.
�Pero hay niveles, padre...
�Sí, seguro... Aquel que haya pecado y no se haya arrepentido, Dios lo va a juzgar aquí o en la eternidad. Porque estoy totalmente convencido de que Dios es justo.
�Pero Videla no se arrepintió.
�A mí no me consta su conducta como feligrés.
�¿Se puede decir que la Iglesia fue condescendiente con el Proceso?
�Es difícil decirlo, pero se podría decir que sí.
�¿Y la Iglesia no tendría que hablar del tema?
�Y sí. Yo hablo del tema, pero tampoco puedo ser un agitador.
�Volviendo a lo de Videla...
�¡Otra vez con Videla! Ya pasó ese tema. Hay cosas más importantes como para seguir hablando de él.
�¿Ahora le daría la comunión?
�Ahora no porque está detenido. Pero aunque estuviese detenido puede pedir que vaya un sacerdote para comulgarlo. Fíjese que hasta Cristo comió con el fariseo.
�Pero no fue a comer con Herodes.
�Pero dicen algunos historiadores bíblicos que Herodes simpatizaba con Juan el Bautista.
�Sí, pero después le cortó la cabeza.
�Porque era un pollerudo.
�Pero Cristo no comió con Herodes.
�No. Cristo, no.


Un pago de milicos

La raigambre militar de Tornquist no nace con las visitas de Videla a la casa de su hija, en la estancia Rodolfo Funke. Ernesto Tornquist fue un banquero suizo que, además de fundar un banco, financió parte de la campaña al desierto impulsada por Julio Argentino Roca. En recompensa, Roca le cedió los terrenos que hoy forman el municipio. Tornquist también recibió terrenos en la provincia de Tucumán, donde invirtió en ingenios azucareros. El terrateniente Saldungaray también financió la campaña del desierto y, por ello, obtuvo las 416 mil hectáreas del pueblo lindante que lleva su nombre. �En Saldungaray, todo lo que se mueve se saluda y lo que no, se pinta�, dijo el concejal de Tornquist, Alejandro Etchaverría, en referencia al carácter militarizado del lugar.
Después de ser indultado, el dictador Videla visitaba a su hija en Tornquist, donde tenía pensado comprar un terreno. Su yerno, Cristian Kleine, administra las casi 16 mil hectáreas de la estancia y el Hogar, que sirve de lugar de visitas y esparcimiento de ancianos alemanes. El Hogar contaría con apoyo económico del Consulado Alemán, del Deustche Bank y de la empresa Bayer. Funke fue el primer mayordomo de la estancia que perteneció a Tornquist. Luego de una maniobra financiera sospechosa, el administrador se quedó con la propiedad y con la marca de la hacienda. El contador de la estancia, José Meyer, dijo que no podía dar información porque �su consigna desde hace años es cumplir órdenes y trabajar�.
A pocos kilómetros del pueblo se encuentran las ruinas del Ex Club Hotel, el primero que tuvo un casino, en 1905. Funcionó hasta que Hipólito Yrigoyen ordenó el cierre de las casas de juego en la provincia. En 1944, los nazis sobrevivientes del Graf Spee fueron ubicados en el hotel por el gobierno nacional, donde vivieron casi cinco años. En tiempos de la dictadura militar, se sospecha que funcionó como un centro clandestino de detención. La empresa Paya SA lo adquirió en 1980 para construir un complejo turístico. Dos años después, sufrió un incendio que el perito oficial dictaminó como intencional. Luego, los gobiernos democráticos intentaron crear una escuela universitaria, pero no tuvieron éxito. El año pasado, la diputada provincial y ex intendente Marisa Kugler encontró en un aviso clasificado que parte de los terrenos del hotel salían a remate judicial por 7 mil pesos la hectárea. �La empresa puso los terrenos en garantía para solicitar un crédito�, luego de incumplir con sus promesas por más de 20 años.

 

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