Los chilenos, alarmados por un verano de ataques del mítico “chupacabras”, quedaron desconcertados. La veterinaria Aurora Ramírez, después de examinar quince de los cientos de conejos que aparecieron muertos en decenas de granjas, vaciados de sangre y con agujeritos en la yugular, determinó que no se trata de un vampiro. “Creo que fue obra de un murciélago mutante, de gran tamaño”, dijo la profesional. “Si mezclan papas y calabazas genéticamente, ¿por qué no pueden crear un animal nuevo?”. La ciencia había destruido otro mito.
Los chilenos, alarmados por un verano de ataques del mítico “chupacabras”, quedaron desconcertados. La veterinaria Aurora Ramírez, después de examinar quince de los cientos de conejos que aparecieron muertos en decenas de granjas, vaciados de sangre y con agujeritos en la yugular, determinó que no se trata de un vampiro. “Creo que fue obra de un murciélago mutante, de gran tamaño”, dijo la profesional. “Si mezclan papas y calabazas genéticamente, ¿por qué no pueden crear un animal nuevo?”. La ciencia había destruido otro mito.