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ANIBAL IBARRA ANALIZA LAS ELECCIONES PORTEÑAS
"Cavallo se mostró como es"

El candidato ganador a la Jefatura de Gobierno porteño reconoce que la diferencia que lo aleja de haber ganado en primera vuelta es ínfima, pero es respetuoso de la ley. Está dispuesto a dar la batalla y algo de esa posibilidad lo entusiasma. Sostiene que Cavallo está desequilibrado emocionalmente y equipara su decisión de no resignar su candidatura a un capricho personal. Y habla. De Irma Roy, del Frepaso, de Graciela, de su gobierno.

"El 7 de mayo la gente ya eligió jefe de Gobierno. El 21 de mayo no vamos a elegirlo porque ya está elegido. Y esto lo sabe Cavallo."


Por Sergio Moreno y
Santiago Rodríguez

t.gif (862 bytes) Aníbal Ibarra estaba ayer, cuando recibió a Página/12, como encendido. "Ya soy jefe de Gobierno", dice y sonríe sin maldad. Pero se electriza. "Le vamos a volver a ganar, le vamos a ganar dos veces en 15 días, y eso es buenísimo", se entusiasma, cuando irremediablemente sale Domingo Cavallo en la conversación. "Está sacado", agrega, al recordar la imagen de su irascible adversario gritando en la sede de Encuentro por la Ciudad el domingo a medianoche. Dos veces es interrumpido por llamadas de Chacho Alvarez. Ibarra atiende. "El comandante", dice, y vuelve a sonreír. No esconde las ganas de que, a pesar de todo, haya ballottage: "Lo que va a decidirse el 21 es el golpe definitivo a la vieja política con un contenido autoritario, que desprecia a la gente", dice. Sobre una mesa al lado del escritorio, resalta la foto de un joven fiscal con el saco en el hombro escuchando atentamente a Julio César Strassera, el jefe de los fiscales que acusó a las juntas de comandantes del Proceso. 

  --¿Está listo para la segunda vuelta?

  --Sí, por supuesto. El 21 de mayo le volvemos a ganar a Cavallo y por más diferencia.

  --Usted tenía un pasaje a Cuba. ¿Se va a ir igual de vacaciones?

  --No, pasaje no había sacado. Tenía la idea de tomarme unos días de vacaciones pero me los tomaré después del 21 de mayo.

  --La ley establece que debe haber ballottage...

  --La ley marca que es 50 más uno. Nosotros sacamos 50 y nos falta el uno ése.

  --Ahora, si Cavallo decide bajarse, ¿usted estaría de acuerdo con esa decisión?

  --Es una decisión de él. Mientras a nosotros nos falte un voto, él tiene derecho a decir que quiere ir al ballottage, más allá de la evaluación que de eso haga la gente. El obviamente tiene el derecho legal y constitucional. Si se baja no hay ballottage.

  --La decisión es de Cavallo, eso está claro. Pero con un 49,35 por ciento...

  --El 7 de mayo la gente ya eligió jefe de Gobierno. El 21 de mayo no vamos a elegirlo porque ya está elegido. Esto lo sabe Cavallo, lo sabe todo el mundo porque que tengamos 49,35 contra 33 marca que ya no está en discusión quién es el jefe de Gobierno. Está en discusión un proyecto personal de Cavallo, una ambición personal, una aventura y diría que en soledad.

  --¿Qué le da la impresión de que Cavallo esté en soledad para enfrentar la segunda vuelta?

  --A Cavallo, en realidad, no le importa la gente. En su esquema está él, su ambición y nada más. Sale catapultado hacia adelante en un escenario donde el sentido común indica que es como es, que está ya todo definido, y él sin embargo detrás de su ambición personal sigue adelante. Ahora, creo que entre los que lo acompañan, no digo en todos pero sí en algunos de los que lo acompañan, cierto grado de racionalidad hay y por eso digo que tiene un escenario de soledad y que lo suyo es casi una aventura personal.

  --¿Tomaron contacto con algunas de esas personas?

  --No, no, no, en absoluto.

  --¿Piensan hablar con alguien del cavallismo, del belizismo o del Peronismo que Suma?

  --No, absolutamente no. Nosotros dijimos desde siempre que si faltaba un voto, constitucionalmente correspondía el ballottage. A partir de la decisión de Cavallo --e insisto en que además de que nos faltó un voto está a más de 16 y un pico de diferencia-- es un problema suyo y no un problema que tengamos nosotros. Perder dos veces en 15 días y en la segunda vez por más diferencia es un problema para Cavallo y no para nosotros.

  --¿Piensa conversar usted o alguna de su gente con los otros partidos para que apoyen su candidatura en el ballottage o no?

  --No más allá de los diálogos que podemos mantener. No va a haber una negociación formal, ni mucho menos, porque la gente decide de acuerdo a su voluntad y no por los acuerdos que hagan los dirigentes políticos; sobre todo en este escenario en que no son partidos históricos como en Uruguay, donde están el Partido Colorado, el Blanco, el Frente Amplio. Allí un acuerdo significa una traslación de votos en el marco de un escenario que está muy lejos del que está planteado acá, con 49,5 por ciento a 33. Acá los que vienen después están a 4 puntos y tampoco son partidos estructurados. Cavallo sabe que esto no se modifica, lo sabe perfectamente, pero va a tratar de disimular y de achicar una derrota contundente y por paliza.

  --Es muy improbable, según los resultados del domingo, que no sea electo como jefe de Gobierno el próximo 21 de mayo. Usted nos dijo en un anterior reportaje que convocaría a Irma Roy y la misma Roy le respondió a este diario que si le ofrecían el área de Minoridad de la ciudad lo pensaría. ¿Sigue pensando en convocarla?

  --Nunca, en caso de que hubiera un ofrecimiento, sería una situación de negociación electoral en términos de una segunda vuelta. A esta segunda vuelta llegamos con un escenario que nos permite con solidez decir esto porque el que nos sigue no está a 3 o 4 puntos; estamos a 0,50 de ganar en primera vuelta y Cavallo está a 16 y pico. La gente, insisto, va a votar en la segunda vuelta de acuerdo a sus convicciones, a lo que le parezca cada candidato y, en todo caso, después podemos hablar de muchas alternativas y posibilidades; nunca antes.

  --Está bien. Dejemos de lado cualquier especulación sobre una negociación y volvamos a Irma Roy. Después de que leyó en Página/12 la respuesta de Irma, ¿qué pensó?

  --Lo mismo: que es una persona a la cual respeto política y personalmente. Es una persona valiosa y ahora va a estar en la Legislatura.

  --¿La va a dejar en la Legislatura?

  --Yo no tengo que dejarla o no dejarla. Ella se ganó merecidamente el ingreso a la Legislatura y vamos a charlar mucho sobre la política en la Ciudad de Buenos Aires y, siempre con el mismo respeto, no descarto en el futuro algún trabajo en común o más concreto. Pero de esto prefiero, en todo caso, hablar más adelante para que no se mezcle en un escenario de segunda vuelta donde, insisto, no se va a plantear ningún esquema de negociación.

  --Cavallo volvió con su viejo latiguillo de campaña: hoy mismo (por ayer) dijo que quiere debatir nuevamente. hasta presentó un listado de temas sobre los cuales confrontar. ¿Usted va a debatir con él?

  --Cavallo vive permanentemente autorreferenciándose, se cree que es el centro del universo y que no existe nada más que él. Entonces él decide ir a una segunda vuelta sabiendo que está todo definido y además quiere definir de qué manera hacemos estos 14 días, establecer determinada agenda de debates y además los temas. Cavallo no es el centro del universo y debiera haberse dado cuenta de eso después del 7 de mayo, donde el 50 por ciento de la sociedad porteña me votó como jefe de Gobierno, votó por la fórmula de la Alianza. Lo que pasa es que Cavallo tiene una profunda dificultad para conectarse con la realidad porque en verdad no le interesa la opinión de la gente y por eso plantea este tipo de cosas. Además, el de los debates es un tema ya terminado: hemos debatido varias veces. La gente ya votó por las propuestas para la ciudad, hubo dos meses para debatirlas y discutir esas propuestas. El escenario que se plantea ahora a partir de la decisión de Cavallo es otro distinto: lo que va a decidirse el 21 es el golpe definitivo a la vieja política con un contenido autoritario, que desprecia a la gente y a la cual, en el caso de Cavallo, se le suma una cuestión personal.

  --El domingo por la noche Cavallo dijo que usted era impotente, mentiroso, inclusive lo calificó como...

  --Tramposo, lacayo...

  --Y a un funcionario del Gobierno porteño lo llamó partisano. ¿Cree que, de realizarse, la campaña en los próximos 15 días tendrá ese tono? ¿Piensa responderle?

  --No, no le respondí y jamás voy a entrar en ese terreno. El domingo Cavallo se sacó o se mostró como es y como pretende disimular. Ahí vimos, o en realidad ya lo vimos muchas veces pero algunos por ahí lo tenían olvidado, a Cavallo y con palabras no sólo duras y agraviantes, sino en el límite de la grosería. Cavallo estaba sacado y ese estado de ánimo en alguien que pretendió gobernar la Argentina y pretende gobernar la ciudad es hasta peligroso; carecer de equilibrio emocional no es bueno cuando se pretende gobernar y Cavallo demostró una vez más carece de equilibrio emocional.

  --¿Por qué el escrutinio fue una calamidad?

  --Diferenciemos: hubo problemas técnicos serios, el escrutinio fue una calamidad pero eso no tiene nada que ver con la transparencia, en el recuento de la información sobre la votación no se puede generar ningún manto de sospecha o de duda. De la faz técnica, del ingreso de los datos, no tengo precisiones, pero la realidad es que fue realmente lenta y con serias dificultades y he pedido ya un informe al área de gobierno, que es la responsable política del proceso electoral.

  --¿Se supone que el 21 de mayo no volverá a pasar?

  --Se supone y debe garantizarse que no volverá a pasar. Por eso he pedido un informe para contar con los elementos y saber al detalle qué es lo que dice el área de gobierno. La realidad es la que vimos todos ayer (por el domingo).

  --¿Por qué el domingo a la noche no se subió Graciela Fernández Meijide al palco?

  --Porque se subió la fórmula con el Presidente, el vicepresidente, el ex presidente de la Nación y el primer candidato a legislador y actual jefe de Gobierno. También estaba Alberto (Flamarique) y no se subió. Estaban además (José Luis) Machinea, (Nicolás) Gallo... Si vamos a los ministros del Frepaso, entonces están los demás; si vamos a los legisladores que fueron elegidos..., hay un punto y siempre fue así.

  --¿Siente que a partir del domingo conforma el nuevo eje de conducción del Frepaso junto con Carlos "Chacho" Alvarez?

  --Como antes, participo de la conducción del Frepaso, soy el presidente del Frente Grande de Capital. Por cierto que esta elección me fortalece en términos políticos, pero lo central es que fortalece a toda la Alianza y, por lo tanto, a todos los partidos que la integran.

  --La Legislatura quedó muy fragmentada y la Alianza perdió la mayoría. ¿Cómo piensa gobernar en ese escenario?

  --La Legislatura expresa al ciudadano porteño y la diversidad política de la Ciudad de Buenos Aires. Soy muy respetuoso del voto popular y gobernaremos con esta Legislatura, generando mayorías cuando sea necesario y confío en la madurez de todos aquellos que ingresen a la Legislatura.

  --¿Por qué cree que la lista de candidatos a legisladores tuvo muchos menos votos que usted? ¿No se evaluó que las boletas de otros partidos que apoyaban la fórmula de la Alianza podían generar confusión en la gente?

  --Cuando se tomó esa decisión, era una de las posibilidades y aquí siempre queda para el análisis cuánto hay de equivocación de la gente y cuánto de pertenencia a esas fuerzas políticas y probablemente eso no lo podamos dilucidar.

  --¿Qué leyes considera prioritarias para su futuro gobierno?

  --Tenemos por delante la Ley de descentralización, la Ley general de educación y la Ley electoral.

  --¿Supone que tendrá dificultades en la aprobación de esas leyes?

  --En algunas hay mayores requisitos, como conseguir 40 votos, con lo cual habrá una fuerte discusión para sancionarlas y se va a requerir de marcos de acuerdo importantes. Para otras se necesitará sólo mayorías simples. Veremos. Tampoco creo que vayamos a formar mayorías permanentes con otras fuerzas políticas, sino que esto va a ir variando de acuerdo a cada ley.

  --¿Ya tiene pensada cuál será su primera medida como jefe de Gobierno?

  --Esto de las medidas, la verdad que no. Sí, los centrales que serán materia de mi gobierno: educación, empleo y seguridad.

  --¿Ni siquiera pensó una en particular?

  --No, tengo objetivos para cada uno de esos temas y para tantos otros, como obra pública, subterráneos, desarrollo de la zona sur, que también tiene que ver con el empleo...

  --Desde el 21 de mayo hasta el 6 de agosto, día en que debería asumir, media muchísimo tiempo. En ese período le van a armar varios gabinetes. Evitemos los rumores, Ibarra. ¿Cuál es el suyo?

  --A mí me causan cierta simpatía los ejercicios de confección de gabinete. El 6 de agosto va a estar, eso seguro.

 

 

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