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"Si la gente piensa que es un capricho mío, me tengo que bajar"

El ex ministro reconoció que su compañero titubea sobre ir a la segunda vuelta, cuyo resultado, reconoce, está cantado. Y expresó sus propias dudas.


Por Romina Calderaro
t.gif (862 bytes) Es difícil creer que el mismo hombre que, furioso, gritó el domingo que nadie lo iba a "correr con la vaina" confiese en cuestión de horas que resignaría su candidatura "si al grueso de la gente" le molestara ir a votar nuevamente. Resulta extraño que la misma persona que trató a su rival de "impotente, lacayo e inútil", reconozca ahora que, "si el resultado se confirma, el triunfo de Ibarra está cantado". Es raro que el candidato, tan personalista, se preocupe porque "Gustavo Beliz tiene dudas de ir a una segunda vuelta". Pero así es la política, o así es Domingo Cavallo, quien ayer, en diálogo con este diario, bajó el tono de su discurso y dejó abierta la posibilidad de desistir del ballottage.   

  --Qué enojado que estaba el domingo a la noche.

  --No. Simplemente sentía la presión de una operación mediática que había impulsado el Gobierno para tratar de que yo abandonara la contienda electoral.

  --¿Por qué se refirió en términos tan duros a Aníbal Ibarra?

  --Mucho más duros son los términos que utilizaron Ibarra y Felgueras y para colmo en cortos de televisión que fueron muy costosos y que seguramente han financiado con dinero de todos.

  --¿Usted consultó con gente de su partido y con sus aliados de Nueva Dirigencia el tema de ir a segunda vuelta?

  --Yo lo que hago es cumplir con la obligación. Porque la segunda vuelta no es algo que dispongamos nosotros, los dirigentes. Es un derecho de la gente que está en la Constitución de la Ciudad.

  --¿Está de acuerdo Gustavo Beliz?

  --El tiene sus dudas, pero vamos a conversarlo. Yo estoy seguro de que él me va a acompañar si yo sigo interpretando que la gente tiene derecho a la segunda vuelta y que no es un derecho nuestro. Obviamente todo el mundo está cansado. Es natural, todo el mundo está cansado. Si le dijéramos a todo el mundo "mañana pueden ir a descansar", seguramente en términos de comodidad personal todos se sentirían muy contentos, pero la gente no mide su participación política en términos de comodidad personal.

  --¿Le parece que Beliz duda de ir a segunda vuelta porque está cansado?

  --No. Yo creo que las dudas que pueda tener Gustavo son respecto de lo que piensa realmente la gente. Y si la gente pensara en general que es una molestia que haya una segunda vuelta y no es un derecho de ellos, sino un capricho mío, me tendría que bajar.   

  --Eso desde el punto de vista legal. Desde el punto de vista político, ¿no le aconsejaron bajarse, teniendo en cuenta que a Ibarra le faltó medio punto para llegar al cincuenta por ciento?

  --No me aconsejaron. Sí hubo toda una presión. Pero a mí me parece que cuando todavía no se conoce el escrutinio definitivo, incluso con las confusiones que había el domingo, para mí fue más una operación mediática impulsada por el Gobierno para tratar de que yo me bajara que la aspiración legítima de alguien por economizar recursos económicos relacionados con la política.

  --¿Usted es consciente de que tiene grandes chances de perder, o todavía cree que puede revertir la tendencia?

  --No, no. Soy consciente de que lo más probable es que gane la fórmula Ibarra-Felgueras. Es claro, si ellos ya están cerca del cincuenta por ciento.

  --¿Y no cree que a la gente le va a molestar ir a votar de vuelta cuando la mayoría ya tomó una decisión?

  --Y, pero yo no puedo pensar en que se puedan molestar. También está la posibilidad de que se molesten porque no pueden ejercitar su derecho a votar y a mandarle un mensaje al Gobierno. Hay gente, por ejemplo, que no votó por Ibarra y no votó por mí. Y a lo mejor a sabiendas de que sus primeras preferencias no salían... Pero a lo mejor quiere enviarle un mensaje al Gobierno. De apoyo o de desaprobación. Y para eso está la segunda vuelta.

  --O sea que no se baja en estos días que quedan de campaña.

  --Obviamente, al gobierno de la Alianza y al señor Ibarra y a la señora Felgueras les gustaría que yo me bajara porque les va a ser más cómodo, más fácil. Van a poder irse de vacaciones, uno a Cuba, la otra a Brasil. Yo no veo que ésas sean consideraciones consistentes como para que yo me bajara. Si yo percibiera que el grueso de la gente se molesta, me bajaría. Trataría de evitarles la molestia. Si se confirma el resultado del 49,4 para Ibarra, el resultado del ballottage está cantado en favor del candidato de la Alianza. Con Gustavo queremos cumplir con la ley pero somos realistas.

  --¿Tuvo contacto hoy con gente en la calle?

  --Sí, sí. Recibí muchos llamados telefónicos. Mucha gente me saludó con el afecto de siempre. Incluso fui a almorzar a La Raya y cuando entré me aplaudieron.

  --Usted es habitué de La Raya.

  --Sí.

  --Cambiando de tema, ¿por qué, si Ibarra debatió una sola vez...?

  --(Interrumpe) No debatió Ibarra. No se equivoque. Eso no fue un debate, fue una parodia. Un debate es entre dos candidatos que tienen posibilidad de acceder al Gobierno, o a lo sumo entre tres en donde alguno que tenga diez, quince por ciento de intención de voto, pero eso que hizo en TN no fue un debate.

  --Bueno, pero Ibarra debatió y le ganó. ¿Por qué cree que, si usted mismo reconoce que va a ganar, se prestaría a otro debate?

  --Bueno, pero si él sabe que gana, ¿por qué no lo da?

  --Por eso.

  --Es que el tema del debate no es una necesidad o un derecho de los candidatos. Es un derecho a la información de la gente que tiene que votar. Yo voy a insistir.

  --¿Usted cree que los dos meses de campaña no alcanzaron para que la gente conociera las propuestas de los candidatos?

  --Bueno, el sistema de ballottage le da a la gente un mecanismo que es primero elegir entre un número importante de personas y después optar entre los dos más votados. Lo que hay que hacer es atenerse a la ley.

  --¿No tiene miedo de perder por mucho margen?

  --No. Yo tengo miedo de no cumplir con el deber que tengo de trabajar por la gente y de responder a las expectativas que la gente tiene sobre mí como hombre público. Pero perder no me da miedo. He perdido muchas veces. Cuando uno asume riesgos en tareas difíciles puede ganar y puede perder, pero es no es lo relevante.

  --Si pierde dos veces en quince días, ¿se retira de la política?

  --Es irrelevante. Yo no mido la política en término de los beneficios o perjuicios para mí, sino para la gente.

  --¿Pensó en presentarse como senador en el 2001?

  --Ni pensé en el futuro mío. Sí en el de la gente.

  --El domingo llamó a Ibarra "partisano", pero quiso decir "partidario", ¿no?

  --Sí, pero el "partisano" es un partidario. Lo que pasa es que es un español un poco antiguo, más bien italianizado. Porque partisano viene de los grupos partisanos que operaban en Italia.

  --Y que combatían a los nazis.

  --Quise decir partidario. Pero si busca en el diccionario, verá que también quiere decir partidario. Son sinónimos.

 

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