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LA IZQUIERDA DISCUTE SI LOS CINCO DIPUTADOS HARAN UN SOLO BLOQUE
El debate después del festejo

Izquierda Unida, el Partido Obrero y el Humanista obtuvieron cinco legisladores, pero la perspectiva de una coordinación interbloques no parece segura. Altamira la condiciona a un programa, Echegaray dice que ese criterio es restrictivo y Méndez pide que le dejen las manos libres. Radiografía de una fuerza clave para las votaciones en la Legislatura.


Por Eduardo Tagliaferro
t.gif (862 bytes) La conformación de un interbloque legislativo entre los partidos de izquierda se convirtió ayer en una de las primeras piedras con la que chocaron los dirigentes. En diálogo con Página/12 el Partido Obrero subordinó la unidad de los legisladores de izquierda a la confección de un programa en común, Izquierda Unida insistió en su propuesta unitaria pero ampliando considerablemente la convocatoria y el Humanismo la relegó a una unidad en la acción.

  El lector podrá percibir en los reportajes incluidos en estas páginas que detrás de los matices de las tres fuerzas de izquierda que ayer lograron llevar cinco legisladores al palacio municipal, está la eterna disputa en la que la izquierda suele quedar entrampada: el liderazgo.

  A diferencia de los partidos tradicionales, las discusiones están impregnadas por fuertes definiciones políticas e ideológicas, que en algunos casos vienen casi desde el fondo de la historia, o por lo menos de la historia que comenzó a escribirse luego de la caída del Palacio de Invierno y del triunfo de la revolución rusa de 1917. 

  La elección de ayer ubicó a los partidos de izquierda en un sitial privilegiado de la política porteña. Además de haber conseguido una fuerte presencia en la Legislatura de la Ciudad, cinco legisladores entre el PO, IU y el PH, pasarán por el desafío de convertir en realidad la promesa de que el parlamento local será una vidriera para reflejar los reclamos sociales que, argumentan, no son tenidos en cuenta por los partidos mayoritarios.

 Las diferencias se diluyen cuando se les pregunta a quién van a votar en una segunda vuelta. Con sus matices, los referentes de las tres fuerzas coinciden en que van a votar en blanco o alentarán un rechazo a los dos candidatos mayoritarios. Para ellos tanto Aníbal Ibarra como Domingo Cavallo son variantes de un modelo que tiene al Fondo Monetario Internacional como principal mandante.

  Elegir la defensa de las posiciones ideológicas y prográmaticas o privilegiar las posturas políticas que les permitan tener logros que incidan sobre la realidad y ayuden a su modificación será otro de los dilemas que los diputados de la izquierda deberán afrontar.

  En cuanto al oficialismo, pondrá a prueba su capacidad de convivencia política ante protagonistas nuevos. Por lo pronto la legisladora radical Gabriela González Gass dijo ayer que esperaba que estos partidos, a los que calificó de minoritarios, contribuyan a la gobernabilidad de la legislatura.

  Dirigentes memoriosos de la Alianza recordaban anoche el paso, en 1992, de Patricio Echegaray y Lía Méndez por el Fredejuso, aquella fuerza que era liderada por Carlos "Chacho" Alvarez y Graciela Fernández Meijide. De esa manera buscaban desdramatizar la pérdida de mayoría propia en la legislatura.

  El próximo desafío de la Alianza será no sólo el nuevo escenario sino también lo que parece ser un nuevo tiempo en el funcionamiemto de la legislatura. Casi todas las expresiones de la izquierda que ayer consiguieron representación parlamentaria insistían en que "sus bancas serán de puertas abiertas". La forma en que esa promesa terminará expresándose en la realidad es otro de los misterios que se develarán recién a principios de agosto, cuando asuma la Legislatura con la nueva composición.

"No voy a ser el llanero solitario"
JORGE ALTAMIRA, LEGISLADOR POR EL PARTIDO OBRERO

"El mesianismo es criticable"  
PATRICIO ECHEGARAY, ELECTO POR IZQUIERDA UNIDA

"No vamos a atarnos a nada"
LIA MENDEZ, DEL PARTIDO HUMANISTA

 

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