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Cortar las dos manos es la marca de fábrica de los rebeldes en Sierra Leona. Desde que en 1991 la guerra civil estalló en esta nación del Africa atlántica, decenas de miles de personas fueron así doblemente mutiladas, otras decenas de miles murieron y medio millón tuvo que abandonar sus hogares y, cuando fue posible, la patria. Al conflicto étnico y político se superpuso la disputa por los yacimientos de diamantes, que con sus recursos alimentaron a las distintas guerrillas enfrentadas entre sí. Y la guerra acabó de internacionalizarse ayer por la madrugada, cuando 800 soldados de élite de Gran Bretaña tomaron el aeropuerto de Freetown, capital de su ex colonia, para asegurar la evacuación de extranjeros ante el avance de los 10.000 hombres del Frente Revolucionario Unido (RUF). El mismo que hizo famoso a su país con sus tácticas de terror, y que retiene a 500 rehenes de la fuerza de pacificación que había enviado la ONU. Freetown cayó ayer en la total anarquía, en medio de combates entre el ejército sierraleonés y el RUF, que mató a por lo menos cinco personas al disparar contra una manifestación, al tiempo que el ejército británico empezaba a evacuar a los extranjeros. El Ministerio británico de Defensa anunció ayer por la noche el envío de un portaaviones a lo largo de Sierra Leona, elevando a seis el número de barcos de guerra británicos destinados a esta región. La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, ofreció ayer al secretario general de la ONU, Kofi Annan, �apoyo logístico� para resolver la crisis en Sierra Leona, donde unos 500 �cascos azules� siguen capturados por el grupo rebelde RUF. Preguntada al término de la reunión si Estados Unidos enviará una �fuerza de acción rápida� al país africano, tal y como ha solicitado Annan, Albright no precisó cuál será el apoyo ni cuándo será entregado. La jefa de la diplomacia estadounidense aseguró que Washington apoya las gestiones que lleva a cabo Annan y explicó que durante el fin de semana ha estado en contacto con diferentes dirigentes africanos para tratar de buscar una solución a la situación. Sobre cómo puede afectar la cuestión de Sierra Leona a otras regiones africanas, como la República Democrática del Congo (RDC), donde en los próximos meses debe desplegarse otra misión de mantenimiento de la paz, Albright resaltó, como era esperable, la gravedad de la crisis. Para Albright, lo más importante en Sierra Leona es �volver a los acuerdos de Lomé�. Esos acuerdos, firmados en julio de 1999 por el gobierno de Sierra Leona y los líderes rebeldes, incluyendo a Foday Sankoh �líder del RUF�, pusieron provisorio fin a nueve años de guerra civil en el país y motivaron el despliegue de la misión de la ONU encargada de velar por su cumplimiento. Pero de sus 8700 hombres 500 están en poder de los rebeldes de RUF.
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