Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


OTRO ALUMNO HERIDO EN UNA ESCUELA POR EL ARMA QUE LLEVO UN COMPAÑERO 
Un balazo a la hora de las ecuaciones

En una escuela de Wilde, un arma guardada en una mochila escolar se disparó en plena clase e hirió a un chico en el muslo. En Mendoza, otro alumno tiró dos tiros contra un compañero. El ministro de Educación dijo que �no nos podemos hacer los distraídos� ante estos hechos. 

La escuela provincial 20, de Wilde, escenario de un nuevo episodio con armas dentro del colegio. El chico fue dejado en libertad por sus excelentes antecedentes. Hoy debe declarar ante el juez.

Por Alejandra Dandan

t.gif (862 bytes) Tiene 15 años y un gorro de Boca con la forma del capitán Piluso. Le dicen Bilis. Ayer fue a la escuela con un arma cargada. Estaba en su mochila, desde donde salió el disparo que hirió la pierna de un compañero. Página/12 estuvo en la casa de Bilis y Alberto, su papá. El chico reconoció que abrió la mochila �para sacar la bala que estaba montada: y se fue el tiro�. Su compañero ahora está fuera de peligro, él irá esta mañana a declarar ante al juez Raúl Donadío, que ayer lo dejó en libertad. La medida se habría dispuesto por los antecedentes del chico: tanto los directivos de la escuela 20 de Wilde, como los psicopedagogos subrayaron que su conducta y concepto son excelentes. Por eso, lo de ayer podría juzgarse sólo como síntoma con características de juego peligroso. Lo cierto es que el caso de Wilde se repitió como un calco en Mendoza y se sumó al protagonizado también esta semana por un chico en La Plata.
Bilis tiene cara de susto. A lo largo del día escuchó todo lo que se fue diciendo sobre él. Acaso también al propio ministro de Educación, Juan Llach, que repetía que �no podemos hacernos los distraídos� ante los crecientes hechos de violencia escolar. En esa línea, el ministro exculpó al sistema escolar y las escuelas de las responsabilidades en el recrudecimiento de la violencia.
Ese mismo síntoma de violencia se respira en la puerta de la casa de Bilis. Vive en un pasillo de tierra, en Azul, una de las villas más densas del conurbano. Ahí habita el 80 por ciento de los 900 chicos que llegan cada día a la Escuela 20. La misma en la que desde hace dos años, Bilis pasa las mañanas desde que sus papás decidieron traerlo de Paraguay porque acá �ya la cosa caminaba�, dice Alberto. También él es paraguayo pero vive allí desde hace varios años. Es dueño de una de las pocas casas de material. Ahora está sentado, frente a un televisor mudo. 
�Siento vergüenza �dice� y amargura. Yo nunca he tenido problemas con nadie. No tengo armas en casa, ni siquiera un cuchillo.
Ese juicio social es el más temido en la casa. Hasta ayer, Alberto era un albañil más. Todos los días viajaba una hora hasta Florencio Varela para ir a la obra. Pero ayer, la rutina fue distinta. Temprano se fue al hospital de Wilde: debían internarlo para una operación de hernia. Pero no consiguió cama en ese hospital en el que horas después entraba un chico de 15 años con una herida de bala, disparada por esa misma arma que la noche anterior estaba en el cuarto de su hijo.
�Anoche (por el miércoles) me extrañó el bolso que trajo mi hijo -dice�. Lo dejó ahí, le pregunté de quién era. Me dijo: �Es de mi amigo�.
En esa mochila, Bilis había puesto el arma de �un conocido�, al que resguarda: �No puedo involucrarlo a él�, dice el chico.
Conseguirla fue un trámite sencillo: ��Me la aguantás hasta mañana�, le dije. Y él me la dio con una sola bala y me dijo: �No jodás, andá a probarla a tu casa��.
Así va explicando la historia. Esa historia donde el arma se transforma en un objeto cercano y reconocible, casi tan cotidiano en la villa como lo son las largas horas de trabajo de sus padres, o los ratos de tiroteos que se oyen fuera.
�El arma es común en la villa �reconoce. 
Ayer temprano llevó la mochila hasta Ramón Falcón y Martín Fierro. Ahí está la escuela. El chico va a octavo año y los jueves tiene clases de matemáticas. A las nueve, en el pizarrón habían quedado escritas unas ecuaciones. Frente a él estaba la mochila con la Maheli cargada.
�La empecé a tocar por las dudas, por si alguno pateaba la mochila: para sacarle la bala, porque estaba montada.
�¿Qué pensabas hacer?
�La iba a sacar en el recreo.
�¿Para qué?
�Se la iba a mostrar a mi amigo, la llevé para eso. 
Pero la maniobra para descargarla tuvo una falla. �Saqué el cargador �cuenta� y se va el tiro.
Ese presente es el instante en el que la bala agujereó primero la mochila de Bilis y después terminó hundida en el muslo de la pierna derecha de su amigo. Bilis sintió el grito del chico y el de los compañeros y después el de la profesora llamando a las autoridades. Y se asustó:
�Fui y tiré el arma al inodoro.
�¿Por qué?
�Estaba nervioso y salí con la mochila rápido.
Su compañero fue trasladado al Hospital de Wilde. Fue intervenido y a las pocas horas estaba fuera de peligro. Con él estuvo su papá y Marta Auger, la asistente social de la escuela que poco antes había estado en la comisaría 5ª con Bilis. �El chico era uno más �sugiere�, si hubiese tenido problemas, yo lo hubiese visto antes, pero nunca tuvo nada.� Esa idea la repite Luján Quinteros, la directora: �Tenía muy buen concepto -dice ahora ella�, muy buena conducta y esto quiero que quede claro�.
Esa misma evaluación fue hecha, en forma preliminar, por la Justicia. Fuentes de la investigación admitieron que por las características de la familia de Bilis �existe contención�. Por eso, el chico no quedó detenido. Esta mañana, padre e hijo deberán entrevistarse con el juez. En principio, se habría evaluado que Bilis estaba jugueteando sin conciencia plena de lo que significaba el arma en su bolso.
�Yo quiero que quede claro que no hubo ninguna intención: no ingresé al colegio para pegar ni tirarle a nadie�, explica ahora.
�¿Qué pensás ahora?
�Que soy el único pelotudo que lleva el arma a la escuela.
Alberto lo mira. Bilis dice:
�Yo, si estuviese en su lugar, mataría a mi hijo.
El padre contesta:
�Qué puedo decir. ¿Que es la primera vez que hace esta boludez?


Otro caso en Mendoza

Las balas también fueron protagonistas del día en una escuela mendocina. Un alumno de séptimo grado hirió de dos disparos a un compañero en horas de clase dentro de la escuela �Necochea�, en las afueras de la ciudad de Mendoza, aparentemente por accidente.
Todo empezó a las 11.30, en la tercera hora de clase. Según contó la directora de la escuela, Victoria Sosa, �mientras los chicos estaban desarrollando las actividades de plástica y artesanía se escucharon los impactos�. Luego vieron a un alumno �que presentaba manchas de sangre en el guardapolvo�. De inmediato se llamó a una ambulancia, que trasladó al herido, de 12 años, al hospital, donde informaron que tiene heridas de bala en una pierna y en una mano.
Al parecer el chico que llevó el arma, que también tiene 12 años, pretendía �mostrársela� a sus compañeros y el revólver se habría disparado accidentalmente.
�Nosotros presumimos que esto fue un accidente�, dijo la directora a la prensa, y sostuvo que el chico que realizó los disparos �nunca ha presentado conflictos�. �Suponemos que el arma la sacó de su casa, pero no podemos asegurarlo porque a los niños no se les revisa la mochila todos los días cuando entran al establecimiento�, aclaró. La directora dijo que �le sorprendía� el hecho porque esa es una escuela que �no tiene características de ese tipo�.

 

PRINCIPAL