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“Esto demuestra la injusticia de este sistema electoral montado en detrimento de las fuerzas electorales progresistas y en favor de los partidos mayoritarios. Lamentamos que sea en beneficio de un grupo de derecha inventado por el oficialismo”, denunció ayer Makarz a Página/12. El tercer candidato a legislador y dirigente del Polo Socialista aceptó con resignación la pérdida de su banca pero sembró sospechas sobre la actuación de la Alianza: los apoderados de Izquierda Unida pedirán al Tribunal Superior de Justicia la apertura y revisión de 200 urnas que no fueron contabilizadas durante el recuento provisorio. En esas urnas -incorporadas recién en el escrutinio final– se profundizó la diferencia a favor del Movimiento de los Jubilados y la Juventud. Makarz y sus compañeros de IU sospechan de esos votos. “La Alianza roba una banca para sus socios menemistas”, denunció ayer Izquierda Unida. Para los hombres de esa fuerza política, el Movimiento de Jubilados y la Juventud (MJJ) es un “partido fantasma solventado antes por el menemismo y ahora por Enrique Nosiglia y Luis Barrionuevo”. La táctica electoral de la Alianza, que permitió que tres listas –entre ellas el MJJ de Jorge Mercado– llevaran en su boleta a la fórmula Ibarra-Felgueras, terminó dispersando el voto aliancista y le dio a partidos casi desconocidos un caudal electoral sorprendente. Fue así como el Movimiento de los Jubilados y la Juventud, por ejemplo, obtuvo 53.018 sufragios (2,98 por ciento del total), mientras que Izquierda Unida sumó 78.740 (4,43 por ciento). A los de izquierda le faltaron 263 votos para quedarse con la banca en disputa. A pesar de la tristeza, el legislador que finalmente no fue, que perdió su banca a manos de la hoy diputada electa María Gerch (MJJ), se preocupó por destacar la performance electoral de su fuerza. “Izquierda Unida ha tenido una elección maravillosa: ha instalado dos diputados y ha disputado el tercero”, remarcó ayer Makarz.
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