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Cuando todo parecía mejorar, el
río Matanza inundó el sudoeste

El río desbordó en los partidos de Esteban Echeverría, La Matanza y Lomas de Zamora. Muchas familias debieron ser evacuadas y las municipalidades se preparaban anoche para desalojar hasta algunos hospitales. La cifra de evacuados en toda la provincia es ahora de 27.900.

Cuando el sol salía, muchos habitantes del sudoeste vieron inundarse sus casas.
Los cuatro edificios de la Universidad de Lomas recibieron miles de evacuados.

Por Eduardo Videla

t.gif (862 bytes) El drama de los pobladores del conurbano no terminó con el fin del temporal: dos días después de la lluvia y la sudestada, el río Matanza, colector de arroyos del sur y oeste del Gran Buenos Aires, comenzó a desbordar a la altura de los partidos de Esteban Echeverría, La Matanza y Lomas de Zamora, Así, mientras algunas familias volvían a sus casas, otras debían ser evacuadas y las municipalidades se preparaban anoche para una evacuación masiva: hasta los pacientes internados en el hospital de Ingeniero Budge debieron ser trasladados ante el temor de que el agua penetre en ese centro asistencial. Anoche, sin embargo, el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la provincia intentó llevar tranquilidad: en 36 horas, el cauce del río quedaría normalizado, se informó. Las inundaciones en el conurbano son un problema recurrente �y lo seguirán siendo mientras no se realicen las obras de saneamiento de la cuenca del Matanza, previstas desde 1984 pero que nunca fueron ejecutadas�, según el secretario de Obras Públicas de Lomas de Zamora.
Pareció una ironía de la naturaleza: el cielo se había despejado, el sol acompañaba a las primeras familias que retornaban a sus casas, cuando la alarma volvió a sonar. En algún lado debía desembocar el agua caída el martes durante el temporal, y en el caso de los arroyos que forman parte de la cuenca del Matanza su destino natural es el Riachuelo. Pero el río está crecido y baja lento, y tanto líquido produjo un colapso en las zonas más bajas: el río se desbordó en su cuenca inferior, e inundó sectores de Echeverría, La Matanza y Lomas. 
El Matanza nace en un enjambre de arroyos que vienen desde los partidos de Cañuelas, General Las Heras y Marcos Paz. Tardó 48 horas el agua en llegar hasta la zona crítica. El área más afectada fue la localidad de 9 de Abril, en Echeverría, donde el agua alcanzó una altura de 1,50 metros. Hubo allí 500 evacuados y más de 2000 autoevacuados. 
�La situación es grave porque el río viene muy cargado y sigue creciendo�, dijo anoche a Página/12 el intendente de Echeverría, Alberto Groppi, mientras recorría la zona afectada. Por su parte, Alberto Balestrini, intendente de La Matanza, informó a este diario que el río había anegado el barrio La Salada, de Villa Celina, a sólo 12 cuadras de la avenida General Paz, donde hubo que evacuar a 350 personas. Allí, 20 máquinas viales trabajaban para reforzar un terraplén, con el fin de evitar que el agua inunde completamente el barrio.
Lomas de Zamora también recibió la lenta invasión del Matanza, pero allí las autoridades se preparaban para lo peor. Los cuatro edificios que la Universidad de Lomas de Zamora tiene en Llavallol y los clubes Banfield y Temperley comenzaron a recibir ayer por la tarde a miles de evacuados, muchos de ellos provenientes de otros centros de evacuación que habían quedado bajo las aguas. �Estamos siguiendo la evolución del río. Suponemos que la situación se puede agravar esta madrugada y tenemos todo preparado para una evacuación masiva�, dijo a Página/12 la subsecretaria de Desarrollo Humano, Mirta Quiroga. 
En Lomas había ayer unos 10.000 evacuados, y se estima que si el Matanza sigue desbordado, muchas familias deberían abandonar sus casas. En La Matanza, se informó oficialmente, los evacuados eran 6230. Y en Echeverría sumaban 800, en total. En toda la provincia, había anoche 27.900 evacuados (el día anterior la cifra superaba los 40.900). 
�Tenemos 700 hectáreas anegadas�, graficó el secretario de Obras, Servicios y Planeamiento de Lomas, Carlos Ceriale. Los barrios afectados son Villa Lamadrid, Villa Constitución, El Olimpo, Juan Manuel de Rosas y Santa Catalina I y II. 
Para el funcionario, la única forma de terminar con las inundaciones en la cuenca del Matanza es mediante �el saneamiento del río y los arroyos�. �Esta solución comenzó a orquestarse a partir de un crédito blando de Italia al gobierno argentino, que se frustró por la investigación conocidacomo mani pulite�, recordó Ceriale. La obra, explicó, consiste en el �entubado de arroyos, la instalación de plantas de tratamiento de efluentes y de estaciones de bombeo en la desembocadura de los arroyos del Rey y Unamuno, para volcar el excedente de agua al Riachuelo, por encima del terraplén, y un sistema de exclusas para que el agua del río no se meta en los arroyos�. El crédito para la obra era de 45 millones de dólares. �En todos estos años se ha dilapidado el dinero que pudo invertirse en la obra, en la asistencia a la gente afectada por la inundación�, lamentó el funcionario. 

 

 

El drama de las cosechas

Cítricos y batatas arruinadas, sin posibilidad de levantar la cosecha.
Campos de naranjos destrozados. Los que sembraron girasol, en cambio, tuvieron más suerte: la cosecha llegó a levantarse en un 96 por ciento antes de que se desatara la lluvia. Pero el maíz no alcanzó el 67 por ciento y de la producción de soja sólo se pudo recoger la mitad. Los pobladores de San Nicolás, Ramallo y San Pedro están desesperados.
Mientras el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación bonaerense, Harold Lebed, informó que el ministerio cuenta con una partida para microemprendimientos de más de 10 millones de pesos que van a estar disponibles para contener la realidad actual, 20 mil personas permanecían evacuadas y 10 mil más volvían a su hogar para ver agua en el campo y frutas podridas.
Lebed adelantó que se agilizarán préstamos para ayudar a los sectores más castigados. En tanto, recién la próxima semana se reunirán los intendentes y los representantes del agro para evaluar las pérdidas.

 

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