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Subrayaron la importancia del Protocolo de Ushuauaia de julio de 1998 “en el sentido de que la plena vigencia de las instituciones democráticas es condición indispensable para la existencia y el desarrollo de procesos de integración y del Mercosur”. Como “claros ejemplos” de los “dividendos” que han arrojado la paz y la democracia, ambos presidentes mencionaron la “superación de hipótesis de conflicto militar que involucren a vecinos o a otros actores de la región”, la “voluntad de no involucrarse en carreras armamentistas”, y el desarrollo de “normas de convivencia interna”. De la Rúa y Lagos firmaron un texto donde resaltan los valores de la democracia y del régimen republicano, y su decisión de cooperar mutuamente para enfrentar los desafíos de la globalización. El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini señaló que “esta carta social es un documento único, que por primera vez realizan países en el mundo, y que tiene que constituir realmente una verdadera satisfacción para todos”. Precisó que el propósito de los mandatarios es “poner en primera línea en las relaciones entre los países que la democracia y la cooperación política y económica contribuyen efectivamente a la equidad social”. El documento, de cinco carillas, fue titulado “Carta de los señores presidentes de la República Argentina y de la República de Chile sobre Compromiso Democrático y Cooperación Política y Económica dirigida a promover una mayor Equidad Social”. Afirman su “profunda convicción en la independencia de poderes y su control recíproco; las elecciones libres, periódicas, y transparentes; la pluralidad de partidos políticos; la representación y participación de las mayorías y minorías, la publicidad de actos de gobierno” y en una “concepción ética y responsable en el ejercicio de la función pública”. Destacaron además la importancia que tiene la “inversión pública y privada en materia social”, pero puntualizaron que ella “debe responder a las legítimas aspiraciones de la sociedad”. De esta manera, se debe promover “un gasto social eficiente, la focalización sectorial y territorial de estas políticas sociales y los modos de contribución solidaria de la sociedad civil”, señalan. La carta fue el prólogo para que De la Rúa expresara su deseo de que Chile se integre definitivamente al Mercosur. “Yo lo siento ya a Chile plenamente incorporado”, manifestó en la Cámara de Comercio ArgentinoChilena. Lagos señaló que la verdadera integración de los países que forman el Mercosur se logrará cuando “haya convergencia en las políticas macroeconómicas”, e involucró en esta área el control del déficit fiscal, la inflación y las tasas de interés. “Para que haya competencia hace falta flexibilidad laboral”, dijo Lagos, pero puntualizó que, con este tipo de políticas, “tiene que haber también un seguro de desempleo”. Pero la transición chilena tiñó también el final de la visita. Lagos debió ratificar que no quiere “administrar la nostalgia del pasado” ante nueva declaración del alto mando del Ejército frente a los procesos sobre violaciones a los derechos humanos contra el ex dictador Augusto Pinochet y otros ex oficiales. El cuerpo de generales del Ejército emitió ayer una declaración en Santiago de Chile sobre la situación judicial y el futuro de Pinochet, y el jefe de la fuerza, general Ricardo Izurieta, dio instrucciones a los altos mandos sobre “la forma de actuar de la institución ante escenarios futuros”. Al ser consultado, Lagos sostuvo queinstruyó a su ministro de Defensa que cite a Izurieta “para explicar el sentido exacto de la declaración”. “Este viaje aquí es un viaje al futuro, no al pasado. Como dije cuando asumí el mando no quiero administrar la nostalgia del pasado. Lo voy a enfrentar, pero el problema fundamental al cual me debo es trabajar para el futuro”, aseveró Lagos.
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