Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


AUGUSTO MONTERROSO GANO EL PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS
�Ejemplo de riqueza ética y estética�

El jurado consideró que su obra �constituye un universo literario extraordinario�, poblado de �un cervantino y melancólico sentido del humor�. Monterroso, de 78 años, dijo que siente coronada su carrera.

Augusto Monterroso vivió durante gran parte de su vida en México.


t.gif (862 bytes) El escritor guatemalteco Augusto Monterroso fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en reconocimiento a la originalidad e intensidad de su obra, una de las más singulares de este siglo en el ámbito de la literatura en castellano. Según la decisión del jurado, hecha pública ayer en la norteña ciudad española de Oviedo, capital del Principado de Asturias, su obra narrativa y ensayística �constituye un universo literario de extraordinaria riqueza ética y estética, del que cabría destacar un cervantino y melancólico sentido del humor�. El fallo, leído por el presidente del jurado, Víctor García de la Concha, director a su vez de la Real Academia Española de la Lengua, destaca que la narrativa de Monterroso, de 78 años, �ha transformado el relato breve, dotándolo de una intensidad literaria y una apertura de argumentos inéditos hasta entonces�.
Monterroso, que se formó a los ponchazos y siempre reivindica su condición de autodidacta, está unánimemente considerado un autor extraordinario, por demás irreverente con los géneros: produjo siempre literatura de notable calidad con el aire distraído de quien está haciendo chistes, planteó hace algunos años en una nota que escribió para Página/12 el crítico Noé Jitrik. �Yo tiendo a pensar �señaló Jitrik� que el éxito que conocen sus textos, parafraseados y traducidos sin descanso, descansa en esa alegría, suma de maestría y pensamiento, goce de inteligencia lúcida, de esas que Borges, con su insistencia, nos enseñó a apreciar.� Para Jitrik, entre lo más notorio de Monterroso está el ritmo de su prosa, �con cierta acentuación del aspecto reflexivo y ensayístico, en detrimento de la narración entendida como ficción�.
El jurado valoró asimismo su compromiso social al resaltar �su ejemplar trayectoria ciudadana, la dura experiencia del exilio (en México) y la atención constante a los asuntos más inmediatos de la vida contemporánea de Iberoamérica�, lo que lo convierten �en uno de los autores más singulares de nuestra cultura�. El Premio Príncipe de Asturias está dotado con cinco millones de pesetas (unos 28.000 dólares) y la réplica de una estatuilla creada por el artista catalán Joan Miró (1893-1983). Nacido el 21 de diciembre de 1921 en Tegucigalpa, capital de Honduras, Monterroso es, entre muchas otras cosas, el autor del cuento más corto de la historia de la literatura que ha sido objeto durante décadas de análisis filológicos. El texto, titulado �El dinosaurio�, dice así: �Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí�.
Pese a haber nacido en Honduras y de haber vivido durante décadas en México, país en el que se exilió en 1944 y donde comenzó trabajando en una carnicería, Monterroso se consideró siempre un escritor guatemalteco. �Soy, me siento y he sido siempre guatemalteco. En la misma forma en que nací en Tegucigalpa, mi feliz arribo a este mundo pudo haber tenido lugar en la Ciudad de Guatemala�, escribió en su libro autobiográfico Los buscadores de oro. El galardonado expresó ayer su �enorme satisfacción� y consideró que lo que se ha premiado es su calidad literaria y no su calidad ética como �ferviente defensor� de los derechos humanos. �En este caso lo literario ha privado sobre un compromiso social que desde luego yo tengo�, dijo Monterroso. El autor de �La oveja negra y demás fábulas� añadió que la distinción significa �la culminación de una carrera literaria ya muy larga�. Entre sus obras más conocidas figuran además �Viaje al centro de la fábula�, �Uno de cada tres y el centenario�, �Animales y hombres�, �Movimiento perpetuo� y su notable novela Lo demás es silencio. El año pasado Monterroso publicó La vaca, una colección de �ensayos que parecen cuentos y cuentos que parecen ensayos�.
La candidatura de Monterroso, un ferviente defensor de la Revolución Cubana, había sido propuesta por la Academia Hondureña de la Lengua y se impuso por mayoría en la votación a la de la novelista española Ana María Matute, después de que el jurado descartase a los demás finalistas, entre ellos el argentino Ernesto Sabato, el peruano Alfredo Bryce Echenique y el portugués Antonio Lobo Antunes. Además de Víctor García de la Concha, eljurado estaba integrado por los académicos y periodistas Luis María Anson y Juan Luis Cebrián; el rector de la Universidad de Santiago de Compostela, Darío Villanueva; el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Fernando de Lanzas, y el director del Instituto Cervantes, Fernando Rodríguez Lafuente. Entre los miembros del jurado estaban también los escritores Rosa Montero, Fernando Sánchez Dragó, Fernando González Delgado, José Luis García Martín, Fernando García de Cortázar, Rafael Conte, Antonio Colinas, Pedro Casals y Andrés Amorós.
Los Premios Príncipe de Asturias, otorgados desde 1981 por la fundación homónima en ocho categorías a lo largo de varias semanas, son entregados tradicionalmente en octubre por el heredero de la corona española, Felipe de Borbón, que lleva por título príncipe de Asturias. Según los estatutos de la fundación, en el apartado de Letras el premio le es concedido �a la persona, grupo de trabajo o institución cuya labor represente una contribución importante a la creación o la investigación en los campos de la lingüística y de la literatura�. El año pasado, el galardonado fue el escritor alemán Günter Grass, autor, entre otros, de El tambor de hojalata, y que posteriormente ganó el Premio Nobel de Literatura.


Rebelión, revolución y reacción

  �Una señorita me preguntó si en lo que escribo hay algún mensaje. Yo le contesté que sí, que en todo lo que escribo hago llamados a la rebelión y a la revolución, pero desgraciadamente en una forma tan sutil que por lo general mis lectores se vuelven reaccionarios.�
  �Digan lo que digan, el escritor nace, no se hace. Puede ser que finalmente algunos nunca mueran, pero desde la antigüedad es raro encontrar alguno que no haya nacido.�
  �Mientras en un país haya niños trabajando y adultos sin trabajo, se puede decir que la organización de ese país es una mierda.�
  �Tenía razón el epicúreo: la muerte no existe. Sólo los seres vivos la temen�.
  �Debería desterrarse a todo artista que tome su arte por una tragedia. Tal vez uno tenga derecho a quejarse por su vida, pero no por su oficio. Y menos el de escribir. Escribir es una manía, una afición como cualquier otra o una manera de llamar la atención y de satisfacer la vanidad como hay tantas.�
  �El único problema del escritor es escribir bien, con dinero o sin él, con puestos públicos, casado, soltero, virgen o mártir, guerrillero o policía, incendiario o bombero. Insisto en que no creo que deba intentar vivir de lo que escribe. Escribir novelas, cuentos o poesía no es una ocupación seria. Por lo contrario, es una locura o chifladura que habría que disfrutar como tal para que los demás puedan recibir parte de ese goce.�
  �Si por un milagro que está lejos de suceder los pobres se convirtieran de pronto en ricos en cualquier país, lógicamente los ricos pasarían de jure a ser la mayoría, con el consiguiente peligro para los pobres, que pasarían, una vez más, y como una nueva fatalidad de la historia, se descuidarían y quedarían tan indefensos como cuando eran la mayoría, y por lo tanto en desventaja.�
  �Parece ser el destino de las mejores ideas caer en manos de los peores hombres.�
  �Hasta hoy lo mejor contra la muerte es tratar de mantenerse vivo el mayor tiempo posible, siempre que no se haga un esfuerzo tan fuerte o prolongado que dé al traste con la idea original.�

 

PRINCIPAL