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Y por qué no charlamos un ratito, para no sentirnos tan solos...

Alberto Flamarique tendrá un contacto informal con el titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer

El Gobierno comenzará esta semana a definir los interlocutores con los que analizará la situación social. En la agenda oficial figuran dirigentes de la oposición, empresarios y sindicalistas.

t.gif (862 bytes)  Por ahora, el diálogo que planea convocar el Gobierno es más una intención que una realidad palpable. Más allá del contacto informal que mantendrán hoy en Ginebra el jefe de la cartera laboral, Alberto Flamarique, con el titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer, se comenzará a sondear a potenciales interlocutores en forma telefónica para tantear el clima. Si encuentra buena predisposición, entonces, el ministro del Interior, Federico Storani, armará una agenda de reuniones que podrían comenzar hacia el fin de semana, con el objetivo de crear "distensión" para un Gobierno que hasta ahora no ha dado ni tenido respiro.
Los posibles contertulios, que se buscan gestar tras el exitoso paro general del viernes, son un verdadero enigma, aunque la prioridad será para los partidos políticos, en especial el justicialismo. Cerca del ministro del Interior admitían que por ahora preferían no dar ninguna lista de encuentros por miedo a que algunos rechacen las invitaciones y dejen al Gobierno desairado. "Vamos a hacer llamados para medir el clima, a partir de ahí veremos", explicaban. Uno de los problemas que encontrará Storani será la falta de propuesta definida que la Rosada llevará a esos encuentros, un dato que no pasará desapercibido para quienes sean invitados. "No estamos llamando a negociar ni la política económica, ni ninguna medida concreta", respondían en Interior.
El gancho con el que Storani planea nuclear voluntades es un inmediato repudio de todos los sectores sociales a los hechos de violencia que cada vez más se hacen presentes durante los actos de protesta, un punto donde parece difícil que encuentren resistencias. "En cada acto político, la violencia es más organizada y sistemática. No podemos mirar para otro lado, ni deberían hacerlo los partidos políticos", es el argumento que darán en la Rosada.
No está previsto que Storani conjugue su diálogo con el que viene organizando por su lado el ex presidente y titular de la UCR, Raúl Alfonsín. Aunque conversaron del tema y coinciden en el objetivo, Alfonsín mantendrá su propia línea de acción, con el mayor radio de acción que le brinda no pertenecer al elenco gubernamental. "Pese a que no coincide con algunas políticas, Alfonsín es el presidente del radicalismo por lo que sostiene al Gobierno. Pero su objetivo en este momento es la búsqueda de consensos", respondieron cerca del ex vicepresidente.
Además del canal que abrió en sus encuentros reservados con el ex gobernador Eduardo Duhalde, Alfonsín se reunió el viernes pasado con la CGE y, tal vez, se convierta en un oído más sensible para los reclamos sindicales. Con el paro aún fresco, los caciques gremiales no figuran al tope de la lista de los que serán convocados por el Gobierno a conversar. "Primero llamaremos a los partidos políticos, luego a empresarios, religiosos y sindicalistas", enumeran en la Rosada.

 

OPINION

Al maestro con cariño

Por Héctor Recalde *

León Gieco se interrogó o dijo: "yo quisiera saber dónde estaba Moyano en la época de Menem, cuando se bajaron los salarios hasta la mitad y nos llevó a una catástrofe económica". El Presidente acusó a los sindicalistas de haber sido durante diez años "cómplices silenciosos del abandono y de la desprotección de los trabajadores". El Gobierno logró que la gente diga lo mismo: "¿Qué hicieron los sindicalistas en los últimos diez años?".
A partir del respeto, admiración y cariño por León Gieco, quiero responder su pregunta o contestar su afirmación, proporcionando datos históricos, que ayuden a la memoria colectiva.
Moyano no participó jamás de la política menemista. En 1989 estuvo con la CGT de Azopardo y no en la oficialista. Apoyó en marzo de 1990 a la Comisión Nacional de Gremios Estatales que se organizó como oposición a los privatizaciones. En 1991 Hugo Moyano (yo también) fue candidato a diputado nacional en la lista que encabezaba Ubaldini y tenía el desinteresado apoyo de Juan M. Palacios. Esta no es una biografía no autorizada, pero le cuento que Moyano nunca fue menemista y estuvo protagónicamente en todos los actos (hechos) en los que se enfrentó el modelo económico neoliberal y la flexibilización laboral. Participó en los paros y movilizaciones que señalo: 15 de noviembre de 1990; 9 de noviembre de 1992; 2 de agosto de 1994; 21 de abril de 1995 (muerte de Víctor Choque); 6 de setiembre de 1995; 8 de agosto de 1996; 26 y 27 de setiembre de 1996; 26 de diciembre de 1996; 14 de abril de 1997 (muerte de Teresa Rodríguez); 14 de agosto de 1997; 2, 9, 16 y 23 de setiembre de 1998. La enumeración lleva pocas líneas, pero los esfuerzos y las luchas llevan mucho más que diez años. Yo diría que durante ese lapso Moyano hizo "todos los días un poco" ya que me puedo olvidar de algún otro paro y no recuerdo las fechas exactas de las ollas populares, condimentadas con represión, caravanas, cacerolazos, apagones, etc. También sé que cuando usted escribió la hermosa canción "El que queda solo", no pensó que el ministro de Trabajo usaría el título para descalificar a Moyano. Como creo en sus "semillas del corazón", enumeré esos datos objetivos para informar/le que Moyano y "nosotros nos quedamos" del lado del pueblo. Aún en el "camino perdido", pero siempre recorriéndolo o buscándolo porque incluso en el error, en ese lado nos sentimos "tocando el cielo". Lo digo por aquello de "que el río nunca regaló el color" y siendo cierto que hubo dirigentes sindicales que apoyaron esa política, cuando el discurso oficial engloba a todos en lo mismo se da "la mitad verdad, mitad mentira" que nos obliga a contar la "historia ésta", es decir a contar la mitad verdad que falta, para terminar con la mitad mentira. Usted no tiene obligación de conocer estos datos. El Gobierno sí. Pero la desinformación "es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente" y cuando se afirma lo inexacto o se promete lo que no se cumple se defrauda la "esperanza de los pobres prometida".
Como lo admiro y lo respeto por su compromiso social me permití dirigirle esta carta abierta porque la verdad histórica no me resulta indiferente.

* Asesor Legal de la CGT rebelde

 

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