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En cancha de Racing, Baldassi tardó
trece minutos en abrir el paraguas 

No se debió ni siquiera empezar, pero Racing y River chapotearon un rato para la tele. No hubo fútbol, ni goles ni razón para estar ahí.

La pesadilla ha terminado, hay acuerdo y a todos los espera la ducha caliente.
Lástima por la gente, que se mojó sin necesidad y ahora no sabe cómo sigue.
 


Por Adrián De Benedictis 

t.gif (862 bytes) En un día atípico para el fútbol de primera, la lluvia se hizo presente y decidió frustrar las expectativas de los hinchas de River y Racing. Los de Núñez, porque cuentan con la clara posibilidad de repetir el título obtenido el año pasado, y los de Racing, porque buscan salir de la intrascendencia en que se encuentran sumergidos desde hace varios años, y que ahora iniciará un nuevo rumbo con la llegada de Héctor Veira a la dirección técnica. Cuando apenas se jugaban 13 minutos del clásico en Avellaneda, el árbitro Héctor Baldassi detuvo el encuentro y tres minutos más tarde determinó la suspensión. La gran cantidad de agua que estaba cayendo impedía un desarrollo normal.
El partido se reanudará el miércoles 5 de julio, por la tarde. Pero antes de llegar a esa resolución, ayer se vivieron algunas situaciones curiosas. El árbitro salió al campo apenas pocos minutos después de las 16 (el partido era transmitido en directo desde las 16.10 para la televisión codificada), y en ese momento la lluvia caía con mucha fuerza, y se podía percibir que la cancha no estaba en condiciones para un partido normal. Y así sucedió. 
Después de que Javier Saviola intentara un desborde por la izquierda, y la pelota se quedara detenida tres metros más atrás; y de que Peralta buscara desequilibrar por el medio pero su intento fuera controlado por un gran charco, Baldassi detuvo el juego y llamó al cuarto árbitro (Roberto Ruscio) y a sus colaboradores para decidir si se debía continuar o no. Luego de ese diálogo, Baldassi habló con los dos capitanes, Bonano (River) y Ubeda (Racing), y les comunicó que el partido no seguía. En definitiva, finalizó algo que no debió haber comenzado. Quizás, Baldassi se vio presionado por la empresa televisiva para darle inicio al partido.
Mientras, en esos pocos minutos que se llegó a �jugar�, el entrenador de River Américo Gallego se quejó constantemente hacia el árbitro, y hacía gestos de que el partido no podía seguir. 
Cuando los jugadores empezaron a retirarse hacia los vestuarios, Baldassi explicó que �era imposible jugar. Los que vivimos del fútbol somos conscientes de que no debíamos seguir jugando en un campo de juego que estaba inundado en varios sectores. Era peligroso para los jugadores y por eso decidí suspenderlo�. En ese momento, los jugadores de Racing acusaban a Gallego de presionar sobre Baldassi para que decretara la suspensión. 
Cuando ya no quedaba nadie en el terreno de juego, se comenzaron a manejar distintas versiones sobre la reanudación el partido. Una posibilidad era que continuara hoy, pero luego de una comunicación telefónica de los dirigentes de River con la AFA, quedó acordado que el clásico continuará el 5 de julio. Claro, si la lluvia no vuelve a determinar lo contrario. 

 

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