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SEGUN UN SONDEO ENCARGADO POR 
LA FUBA, EL 85% QUIERE UNA REFORMA ACADEMICA
Los alumnos quieren transformar Sociales

Una encuesta reveló que la mayoría de los estudiantes considera muy necesaria una transformación académica. Las críticas de los alumnos se centran en los aspectos prácticos de las carreras. Y los elogios, en el nivel de los profesores.

Sentido: �Hay algunos contenidos muy antiguos, habría que modernizarlos. Muchas materias ya no tienen sentido�, opinó una alumna de Ciencias de la comunicación.


Por Javier Lorca y Cecilia Sosa

t.gif (862 bytes) Los estudiantes de Sociales quieren una facultad diferente. Según una encuesta encargada por la FUBA y realizada por la consultora Equis, el 85 por ciento de los casi 20 mil alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) considera que es muy necesaria una transformación académica. El estudio de opinión llega cuando, intimada por la universidad, la facultad está en medio de una profunda discusión política y académica para reformar su estructura y crear una decena de departamentos que se cruzarán con las cinco carreras actuales, tal como informó Página/12. Entre las opiniones de los alumnos relevadas por el sondeo, las más críticas pasan por los programas y la articulación práctica de las carreras, así como por la posibilidad de conseguir un empleo vinculado con los estudios (ver aparte). No obstante, también hubo elogios: la amplia mayoría de los alumnos evaluó positivamente el nivel académico de los profesores y los contenidos de las materias. 
�¿En qué medida considerás necesaria una transformación académica de la facultad�, les preguntaron las encuestadoras a los 330 alumnos que conformaron la muestra, tomada la semana pasada. El 11,9 por ciento contestó �baja� y el 85,1 �alta�. Con la lupa en las carreras, los más convencidos de que hay que cambiar fueron los alumnos de Trabajo Social: el 93 por ciento. Los siguieron los de Ciencias de la Comunicación (88,1), Sociología (86,6), Ciencia Política (77,9) y Relaciones del Trabajo (69,7). En sintonía con esas cifras, ayer, en los pasillos de la facultad, un alumno del tercer año de Sociología, Ignacio Sicoli, aseguró que �hace falta una reforma académica urgente, todo funciona mal. No hay preparación para el trabajo. No tengo una idea clara de qué fue lo que aprendí. Y, por favor, basta de marxismo�, rogó. María Luz Gardella, 21, estudiante de Comunicación, señaló: �Hay algunos contenidos muy antiguos, habría que modernizarlos, muchas materias ya no tienen sentido�. El propio decano, Fortunato Mallimaci, se mostró de acuerdo. �Muchos profesores y alumnos expresan la necesidad de hacer cambios. Los planes de estudios necesitan transformarse. Pero falta profundizar una discusión sobre el contenido de esos cambios, para que permitan la masividad, la inserción laboral, el conocimiento crítico y la calidad�, dijo. 
Puestos a evaluar esa calidad académica, los alumnos valoraron �según la encuesta� los contenidos de las materias y, sobre todo, el nivel de sus profesores. Pero, a la vez, criticaron los planes de estudios y sus articulaciones prácticas. Por un lado, valoran las cuestiones puntuales (materias, docentes) y, por otro, critican al conjunto (las carreras).
La mitad del alumnado se mostró disconforme con los planes de estudios: el 42,8 por ciento los consideró regulares y el 10,5 tuvo una opinión negativa, mientras el 41,6 hizo una evaluación positiva. Los resultados más alarmantes se concentraron en Sociología. Entre sus alumnos, uno de cada cinco calificó negativamente al programa. Y un 15 por ciento directamente dijo desconocerlo. En las antípodas se ubicó Ciencia Política. La mitad de sus alumnos (el 51,7) evaluó como positivo el programa y el 39,8 como regular. 
La articulación práctica de las carreras fue el blanco predilecto de la crítica. En total, el 39,9 por ciento la consideró negativa y el 37,4 regular. Sólo el 18,4 tuvo una buena opinión. Los alumnos de Comunicación y de Ciencia Política �las carreras más nuevas de Sociales� son los más críticos en este aspecto, con casi un 80 por ciento de valoraciones negativas. En cambio, la mayor cantidad de respuestas positivas se registró en Trabajo Social (43,5), una carrera que incluye prácticas externas en su currícula. �La única práctica que hay en Comunicación son los talleres y como en las comisiones hay más de 60 alumnos, el profesor, por buena voluntad que tenga, jamás puede hacer un seguimiento personal�, contó María José. Y Marisol Fretes, del 5º año de Comunicación, se sumó:�Faltan tecnología, computadoras, medios. O lo que hay es muy poco y nosotros somos muchos. En taller de radio jamás me senté en un estudio de grabación�. �Salvo las pasantías, en las que te explotan como gusanos, las posibilidades de articular la teoría con la práctica, en Sociología, son nulas�, dijo Octavio, 21. Sin embargo, la mayoría de los consultados (el 72,3) evaluó en buena forma a los contenidos de las materias, en especial en Ciencia Política (el 80).
A los estudiantes también se les preguntó si estaban aprendiendo más o menos de lo que esperaban cuando llegaron a Sociales: el 32,5 por ciento dijo �menos� y el 38, �más�. La mayoría de los �menos� corresponden a Trabajo Social (43,7) y Sociología (42,8). Y la mayoría de los �más�, a Ciencia Política (48,7) y Comunicación (48,3). �Estoy contenta con la carrera. Cuando entré, pensé que iba a ser mucho más práctica, más relacionada al periodismo, pero resultó teórica, más sociológica, pero me gusta�, dijo Florencia Fernández Rivera, 20, del 2º año de Comunicación. Cerca de graduarse en Ciencia Política, Marcelo Gómez cuestionó: �Es peor de lo que esperaba, la imaginaba más completa en la práctica y sólo encontré lectura, lectura y lectura. Como no hay investigación no tenemos contacto con el futuro laboral�. Un dato no menor es que los que dijeron haber aprendido más de lo esperado fueron el 52,4 por ciento entre los alumnos de primer año. Pero sólo el 35,2 entre quienes cursan los últimos años de cursada. Las expectativas se irían frustrando con el tiempo.
El trofeo de las opiniones positivas se lo llevó el nivel de los profesores: el 84,1 por ciento lo valoró positivamente y sólo el 0,8 en forma negativa. �Los recursos humanos son el área con más crédito dentro de la facultad, más allá de la constante crisis presupuestaria�, coincidió Nicolás Schneider, consejero directivo. Los alumnos más elogiosos fueron los de Comunicación (87,7) y Sociología (85,5). En esas carreras, al igual que en Relaciones del Trabajo, nadie esbozó una opinión negativa. Trabajo Social, en cambio, sumó más evaluaciones críticas: el 35,4 por ciento, entre consideraciones regulares y malas. �Hay algunos profesores que repiten textos de memoria y otros que son muy buenos. Margarita Graziano, por ejemplo, era una maravilla, se podía quedar media hora después de clase explicando un tema. Hay algunos así�, dijo María Luz Gardella, de Comunicación. En cambio, Ximena Vergara, desde la misma carrera, cuestionó: �Hay algunos que saben pero otros son un divague�.


No hay futuro (laboral)

La encuesta reveló también las pobres esperanzas que tienen los alumnos de Ciencias Sociales de conseguir un empleo vinculado con sus estudios. El 80,4 por ciento considera que esa posibilidad es baja. Y sólo el 9 por ciento cree que es alta. La sensación de frustración crece a medida que se avanza en la carrera: mientras que en primer año el 34,8 por ciento cree que tiene altas posibilidades de obtener ese empleo, al cruzar la barrera de 2º año los ilusionados bajan al 16,8 por ciento. �Si no tenés un contacto, no conseguís ningún trabajo. Ya no depende de la capacidad�, dice Guillermo Mattar, alumno de Comunicación. Y Florencia Fernández Rivera asegura: �Sigo estudiando porque me gusta. Pero sé que no tiene lugar en el mercado. Cuando vas a una entrevista te dicen `¿qué es eso?��, dice la estudiante de 20 años que, por las dudas, también cursa Administración de empresas.

 

 

Para el tiempo libre... (si queda)

Violencia. La Universidad General San Martín abrió la inscripción para el programa de posgrado �La cultura de la violencia, sus manifestaciones, sus efectos y sus transformaciones�, que comienza el 16 de agosto. Informes: Peatonal Belgrano 3563 (San Martín), 4580-7263/5.
Biosfera. Mañana, a las 14, se hará un encuentro sobre �La Facultad de Ciencias Exactas y el Programa de Reservas de la Biosfera MAB-Unesco�. En el Pabellón I de Ciudad Universitaria. 
Trabajo. Hoy, a las 19, se dará una conferencia sobre �La privatización de la salud en la Argentina�. En Filosofía y Letras, Puán 480, aula 108.
Cursos. El Centro Cultural Rojas (UBA) inscribirá desde el lunes para sus cursos del segundo cuatrimestre en las áreas de teatro, danza, artes plásticas, letras, cine, fotografía, diseño y otras. Informes: Corrientes 2038, 2º piso, de 11 a 19.
Radio. FM La Tribu realiza talleres sobre el lenguaje radial, los géneros radiofónicos, comunicación alternativa y otros. Informes: Lambaré 873, 4865-7554.
Juguetes. La FUBA inicia hoy una colecta de libros y juguetes que serán donados a chicos de pocos recursos en el Día del Niño. Los regalos se pueden llevar a los centros de estudiantes de todas las facultades de la UBA o a Uriburu 920 y Uruguay 969.
Música. Mañana, a las 21.30, Walter Malosetti tocará en el ciclo de música del centro cultural de la Facultad de Psicología (UBA). En Independencia 3065.

 

 

opinion
Por Guillermo de Maya *

¿Conservas o progres? 

Quizás uno se sienta tentado a polemizar con otras agrupaciones de Ciencias Sociales (UBA), pero sería moralmente errado discutir intereses creados, llenos de buenas preguntas, pero carentes de alguna respuesta. Quién podría oponerse a que nuestra universidad produzca conocimiento crítico; éste debe ser la herramienta que nos permita romper el esquema paradigmático de hoy, donde todo se consume entre la globalización y el mercado. Pero no podemos regalarle a los más reaccionarios y conservadores el discurso del cambio y la reforma. No obstante, es verdad que, en los últimos años, cuando el poder político planteó reformas, éstas sólo sirvieron para desguazar el Estado, privatizar empresas y defender intereses del mercado. Hace muchos años, la Argentina no vive una reforma que beneficie a su pueblo. Ahora bien, ¿es justo regalarle la utopía del cambio a aquellos que sólo quieren perjudicarnos? Por otro lado, los que se montan en ese discurso, ya tan culturalmente argentino, ¿no estarán regalando nuestra oportunidad de hacer las cosas de otra manera? ¿O serán tan soberbiamente prepotentes que consideran que el único cambio benéfico será el que surja de sus manos? Se han olvidado o no querrán el consenso para la transformación. Pero queda claro que a la hora de emprender cualquier cambio ya hemos perdido una batalla. Así las cosas, necesitamos dotar a cualquier movimiento de la mayor cantidad de garantías posibles. Por eso afirmamos (y proponemos) que para cualquier transformación en Sociales es necesario consultar a todos los integrantes de nuestra comunidad (alumnos, docentes y graduados) vía plebiscito. Hay algo a lo que no nos resignamos. No nos resignamos a ser conservadores de nuestro tiempo. Hay muchas cosas que hoy ya no nos satisfacen, ni a nosotros ni a nuestros compañeros. Un estudio de opinión realizado recientemente da cuenta del estado caótico en que estamos: el 85 por ciento de nuestros compañeros considera altamente necesaria una transformación académica; el 40 por ciento opina negativamente sobre la articulación práctica de las carreras. A su vez, esta opinión trepa hasta el 48 por ciento entre los alumnos de los últimos años. El 80 por ciento opina que son pocas o ninguna las posibilidades de conseguir un empleo relacionado con lo estudiado. Por eso convocamos a todos nuestros docentes y compañeros a imaginar y crear nuestra propia reforma universitaria, aquella que no decepcione nuestros principios de gratuidad, masividad y excelencia, al tiempo que forme a cada uno de nuestros compañeros como profesionales capaces de insertarse en el mercado laboral, para que desde ahí, y no desde la marginalidad, sean individuos que militen la causa del cambio y la reforma. Esa es la propuesta para cambiar el paradigma actual por otro país más justo, más solidario y, por sobre todo, donde valga la pena vivir. Frente al caso de Ciencias Sociales habría que ser claros para terminar con la facultad del rumor y el miedo, y trabajar por una facultad que les devuelva a los argentinos sus esperanzas.

* Presidente de la FUBA (Alianza-Franja Morada).

 

 

opinion
Por Juan Carlos Gottifredi

Universidad y Conicet

Recientemente, los investigadores del Conicet que se desempeñan en las universidades con cargos docentes de menor dedicación han solicitado que se los asimile a los de dedicación exclusiva para cobrar los incentivos a docentes investigadores. Hemos manifestado nuestra intención de considerar la solicitud pero habilitando, a quienes estuvieran interesados, a pasar a formar parte del cuerpo docente con dedicación exclusiva. Para ello se debe habilitar un mecanismo por el cual universidades y Conicet puedan firmar convenios que garanticen la creación de los cargos con dedicación exclusiva para los investigadores que lo soliciten. Así, al estar ya categorizados, pasarían a cobrar el incentivo como docentes con dedicación exclusiva. Seguramente esta misma situación puede ser extendida a miembros de la carrera que no cuenten con cargos docentes en la universidad. Con estas solas medidas se incrementaría la proporción de docentes con dedicación exclusiva con todos los beneficios que ello implica para la universidad. Nuestras estimaciones nos indican que se podría incrementar en casi un 10 por ciento los docentes con esta dedicación. Esta es una noticia importante, especialmente porque las autoridades de la mayoría de las universidades han manifestado su intención de crear condiciones favorables para esta propuesta. Pero también se abren nuevas perspectivas para el futuro. El secretario de Tecnología, Ciencia e Innovación Productiva, Dante Caputo, anunció un aumento de 20 millones por año, durante los próximos tres años, para disponer de más recursos para financiar proyectos y reformular la carrera del investigador en base a las ideas de Bernardo Houssay. Los nuevos ingresos a carrera se harán en base a concursos anuales y los beneficiarios recibirán una suma mensual fija, equivalente a la del actual investigador asistente, que podrán sumarla íntegramente a la que reciban en la institución donde realizan sus tareas. Este beneficio será necesario legitimarlo con evaluaciones. Además, los investigadores y docentes integrantes de grupos de investigación que consigan recursos para financiar proyectos podrán destinar parte de ellos a aumentar las remuneraciones de los miembros del equipo. También se posibilitará el pase de los miembros del Conicet que quieran acceder al nuevo sistema. Sabemos que esto no es suficiente para cubrir las lógicas aspiraciones de nuestros científicos. Pero es sólo el inicio de un largo camino que permita transformar la sociedad de mercado que tenemos en la sociedad del conocimiento que necesitamos. 

* Secretario de Educación Superior.

 

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