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LA JUSTICIA INVESTIGA SI RECIBIO UNA COIMA DE IBM POR EL COBRO DE UNA DEUDA
El detalle que le faltaba a María Julia

Faltan días para que sea indagada por la acusación de enriquecimiento ilícito, pero otra preocupación ya nubla el horizonte de la polifuncionaria de Menem. El juez Urso le encargó al fiscal Cearras que investigue una denuncia que asegura que María Julia Alsogaray reclamó una coima a IBM para conceder el pago de una deuda millonaria. 


Los escándalos persiguieron a IBM durante todo el menemismo.
Del Banco Nación los jueces llegaron ahora a María Julia.

María Julia Alsogaray tendrá que enfrentar otra consecuencia de su escandalosa privatización de ENTel.
En el currículum de la polifuncionaria sólo faltaba una relación con la cuestionada empresa informática.


Juez Urso, investiga la denuncia.



Por Susana Viau

t.gif (862 bytes) María Julia Alsogaray no soñaba, seguramente, que la que llamó �etapa glamorosa de las privatizaciones� fuera a escribir su epílogo en los tribunales de Comodoro Py. Pero de aquellos polvos, estos lodos. Y ahora la Justicia federal ha puesto los ojos en el contenido de una denuncia que se explaya con lujo de detalles sobre la supuesta coima que habría exigido la ingeniera para hacer efectivo el pago de la deuda de 24 millones de dólares que ENTel (entonces intervenida por ella) mantenía con IBM. La denuncia, enviada por fax a miembros del Ministerio Público, recaló en el despacho del juez Jorge Urso, quien delegó la verificación de los hechos descriptos en el fiscal Carlos Cearras. Según el denunciante anónimo, en la tramitación habrían intervenido varios personeros de la ingeniera, aunque el arreglo final se habría logrado gracias a la mediación del estudio Basílico, Fernández Madero, Duggan, asesores externos de la Big Blue. Fuentes ligadas a la otrora empresa del Estado y empleados de larga trayectoria en la transnacional confirmaron a Página/12 varios de los principales tramos del mensaje acusador, y aportaron curiosos detalles acerca de los mecanismos utilizados por la funcionaria para negociar con grupos acreedores en aquella época esplendorosa del glamour.
Ni deuda que no se pague
Según relataron las fuentes, la historia arranca en el gobierno de Raúl Alfonsín, cuando ENTel, intervenida por José �Pepe� Guerra, resolvió renovar su equipamiento y proceder a una reconfiguración del centro de cómputos (y no de �una central telefónica� como erróneamente dice el texto de la denuncia). La compra de máquinas se concretó en un contrato de 24 millones de dólares y se planteó como una venta financiada en 24 cuotas, con un pago contado y pagarés de vencimiento trimestral. En total, unos seis años.
La crisis de la compañía telefónica dio en la línea de flotación del acuerdo cuando apenas se habían descontado un par de documentos y la deuda oscilaba en veinte millones. Los pagos quedaron suspendidos. Con el ascenso al poder de Carlos Menem se decide la privatización de la empresa y los equipos pasaron así a las nuevas concesionarias. En realidad, a Telecom, puesto que Telefónica de España resolvió comprarlos por su cuenta y riesgo. Tanto las fuentes como la denuncia que investiga el fiscal federal coinciden en que, en cambio, los pagarés quedaron como obligación de ENTel residual dado que la deuda �igual que todas las otras grandes cuentas que tenía pendientes� no fue incluida en la licitación y continuaba formando parte de la esfera de la interventora. Esa disección de deudas y bienes puso a los directivos de IBM Argentina en un callejón sin salida: ni querían ni podían embargar. Al fin, el Estado seguía siendo una fuente importante de negocios y las concesionarias, potenciales clientes.
�IBM pretendió cobrar un resto de 20 millones �se lee en el fax que investiga el fiscal Cearras�, pero la funcionaria comenzó a dilatar la respuesta a ese reclamo. Al principio lo hizo sutilmente, pero después en forma abierta. Pidió un 25 por ciento de coima, es decir, 5 millones.� Las fuentes consultadas explican el contexto en que se habrían desarrollado las acciones descriptas por el denunciante. Sostienen que las numerosas gestiones de cobro hechas desde la compañía americana fueron inconducentes. Si bien las respuestas de la ingeniera nunca incluyeron el desconocimiento de la deuda o una negativa rotunda, orientaron las tratativas hacia un laberinto legal que incluyó, primero, la verificación de la legitimidad del origen de la deuda; luego, el estudio de cómo impactaba la ley de desagio en el pago de documentos en dólares y, por último, de qué manera preveía ese tipo de pagos la ley de emergencia económica. �IBM sostenía que su deuda no estaba incluida dentro de loestablecido por dicha ley y se trataba, digamos, de un problema de comercio exterior, se habían importado equipos. Era algo así como una deuda externa�, recuerda un alto ejecutivo de �la Corporación�. Entonces, la ingeniera recomenzaba su argumentación explicando que había consultado al respecto al Ministerio de Economía, pero allí se negaban a contestar �lo que ENTel tenía que saber�. 
El �defecto� de Julita 
La única manera de desovillar la madeja fue, para IBM, trasladar la cuestión al escenario judicial. Pero la medida tenía sus bemoles: si se presentaban todos los documentos pendientes de pago, la tasa de Justicia para iniciar la acción legal podía llegar a los 800 mil dólares, y sin seguridad de cobro. La solución fue hacer una prueba piloto: presentar sólo uno de los pagarés y acotar el riesgo a unos 35 mil. Para sorpresa del área jurídica, el titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 2 dio la razón a IBM. Al enterarse, la ingeniera habría tenido una reacción descontrolada, una explosión de ira que culminó con la promesa de hacer echar al magistrado que �dicen que dijo� con su sentencia ponía en peligro la estabilidad de la Nación.
Por su parte, al repasar las supuestas maniobras ilícitas de la ex interventora, el desconocido autor de la denuncia no anduvo por las ramas. �(María Julia) Les propuso el siguiente esquema para disfrazar las coimas �puntualizó�: que IBM le �vendiera� esa acreencia a terceros con un descuento del 25 por ciento. Después, ella desde ENTel pagaba el ciento por ciento y se quedaba con la diferencia. Los enviados de Alsogaray frente a IBM fueron Ricardo Fox (su mano derecha en ENTel) y Jorge Pereyra de Olazábal. El responsable de IBM, por entonces Víctor Savanti (sic), obtuvo el permiso de la casa matriz en Estados Unidos, pero se negó por miedo a ir preso. Sólo estaba dispuesto a vender la deuda a un banco de primer nivel, pero no a quienes indicaba María Julia. Finalmente, IBM contrató al estudio Basílico, Duggan, Fernández Madero. María Julia pagó los 20 millones; pero IBM pagó a esos abogados 5 millones en concepto de �honorarios�. El estudio se encargó de transferirlos.� En su despedida, el denunciante se identifica al pie del escrito como �Un ciudadano que espera justicia�.
Si bien las fuentes a las que recurrió este diario no hicieron mención de ninguna proposición formulada directamente por la funcionaria, sí evocaron situaciones y nombres que concuerdan con los suministrados por �el ciudadano� denunciante. Contaron que, paciente, Víctor Savanti (en esos tiempos presidente de IBM Argentina) llevó el peso de la negociación con la dama menemista. �Savanti �reconstruyen�, quizás para distenderse, solía desandar a pie las cuadras que separaban el despacho de María Julia Alsogaray de la sede de IBM. Apenas llegaba, cuentan que sonaba el teléfono y al otro lado de la línea aparecía Ricardo Fox, principal asesor de María Julia. �¿Vieron que es como les dije, que así no se consigue nada? Van a tener que juntar un grupo de financieras�, era más o menos el mensaje. La opción fue sistemáticamente rechazada de plano por Savanti que no estaba dispuesto a avalar con su nombre una jugada de semejante calibre. En eso también hay coincidencia. Y en que, aunque Fox era el emisario más asiduo y contundente, no fue el único mencionado. El nombre de Jorge Pereyra de Olazábal �funcionario del Ministerio de Defensa con Jorge Domínguez� ronda los relatos. �Tomaba distancia, con más delicadeza, y parecía lamentarlo cuando comentaba: �Es que Julita tiene ese defecto�.� �Julita� era, obviamente, su antigua condiscípula.
Acerca de la intervención del estudio Basílico, las fuentes explican que, para dar un corte a tanta ida y vuelta, IBM �ya con Ricardo Martorana como presidente� dispuso pasar la gestión a un bufete que la asesoraba habitualmente en materia de comercio exterior: Basílico,Fernández Madero, Duggan. Después, sólo trascendió que la deuda se había cobrado y que los honorarios de los abogados habían sido inusualmente altos, aunque ello nunca mereció observaciones por parte de las auditorías internacionales que aterrizaron para monitorear la operatoria de la empresa a raíz de los escándalos posteriores. El acuerdo suscripto entre Martorana y María Julia se cerró en agosto de 1992 con la entrega por parte de ENTel de 16 millones y medio de dólares. 
El cobro de la deuda de ENTel aporta un elemento más. El titular del estudio encargado de la gestión, Carlos Basílico, �un astro de la cobranza� para el alto ejecutivo consultado, es el representante en Argentina de varias entidades financieras. Entre ellas el Federal Bank, la offshore por la que pasó el primer millón de dólares de la descomunal coima generada por el entuerto IBM-Banco Nación para quedar alojada en una cuenta que, según sospechan el juez Adolfo Bagnasco y el fiscal Carlos Cearras, podría tener vinculación con la ex secretaria de la Función Pública, Claudia Bello, y su hombre de confianza, Gastón Figueroa Alcorta.

 

LAS CAUSAS MAS GRAVES CONTRA ALSOGARAY
Los apuros de una dama

María Julia Alsogaray acumula una veintena de causas abiertas en la Justicia. Está denunciada, entre otras minucias, por presunto enriquecimiento ilícito, por el supuesto pago de sobreprecios millonarios, por malvender bienes del Estado, por administración fraudulenta, por no haber hecho lo necesario para evitar la propagación de incendios forestales. Pero hasta hoy no pesa sobre ella una sola condena. Estos son los expedientes judiciales que más la comprometen. 
El juez federal Juan José Galeano la investiga por enriquecimiento ilícito. El próximo 8 de agosto María Julia deberá explicarle cuál fue su receta para acumular, en sus trece años de funcionaria, más de dos millones de dólares. 
En el patrimonio de la ex secretaria de Recursos Naturales hay una seguidilla de puntos oscuros: la empresa Astilleros Alianza �del empresario menemista Arnaldo Martinenghi� le pagó medio millón de dólares por tareas de asesoramiento. El detalle es que Astilleros Alianza estaba en quiebra. María Julia recibió de su padre una herencia anticipada de 800 mil dólares, que los investigadores miran con lupa porque se escrituró con dos años de atraso. Otra operación sospechada es el retiro de 400 mil pesos de ganancias de Pincar, una empresa familiar que hasta 1996 no había registrado dividendos superiores a los 10 mil dólares mensuales. Y la incorporación al patrimonio de la ex funcionaria de 300 mil pesos de fondos secretos del gobierno. 
El rubro gastos también deparó sus sorpresas. El último informe de los peritos reveló que María Julia desembolsó 41 mil pesos en un mes con una sola de sus seis tarjetas de crédito. Su peluquero, Diego Impagliazzo, fue interrogado la semana pasada sobre el uso de una extensión con la que llegó a gastar 20 mil pesos mensuales. El coiffeur jura que le devolvió a Alsogaray cada centavo y que le pidió la extensión porque no podía acceder a una tarjeta. Pero desde que tuvo la propia, sus resúmenes no superaron los 300 pesos mensuales. 
El fiscal federal Carlos Cearras investiga si mientras María Julia estuvo al frente de Entel entregó a la firma PecomNec diez millones de dólares por una deuda inexistente. Y analiza los 1200 pagarés que fueron descubiertos hace poco más de un mes en una caja de seguridad del Banco Nación, a nombre de otros ex proveedores. 
El juez Gustavo Literas lleva una causa por el destino del dinero de la venta del hotel Llao Llao. Según la Auditoría General de la Nación, el Estado perdió casi 3 millones de dólares en la operación inmobiliaria. Por un decreto presidencial, los fondos debían invertirse en la preservación de parques nacionales y para sanear la cuenca del lago Nahuel Huapi.
El juez Jorge Ballestero investiga por qué no dispuso de los medios necesarios para evitar la propagación de incendios en los bosques de Bariloche. Se le imputan los delitos de mal desempeño de los deberes de funcionario público.
La Oficina Anticorrupción la denunció por el pago de millonarios sobreprecios en la ejecución del Programa de Desarrollo Institucional Ambiental (Prodia). Y acompañó documentación sobre sobreprecios de hasta 6000 por ciento para la Cuarta Conferencia de Cambio Climático.
Desde la semana pasada, también analiza la cesión de 200 hectáreas que pertenecían a radio Nacional y que fueron incluidas en la venta de Entel. En esas tierras hoy flamean las banderitas de un futuro country.


DE LA JOVEN DE PELO ENRULADO, A LA FUNCIONARIA
Vida y obra de la ingeniera

Por S.V.
Nació un 8 de octubre, cumple 57 años y dicen que fue la niña de los ojos del capitán ingeniero Alvaro Alsogaray. La heredera fue educada en buenos colegios, pero no tan de primera línea como se pretende: el Jesús María y las Esclavas del Sagrado Corazón. Don Alvaro, un lince, adivinó pronto que la criatura prometía. Fue cuando era �chiquita y yo había puesto una fábrica de aceite en Santa Fe. Ella miró la chimenea y dijo: �humo�. La aguda reflexión dio la pauta de que, pequeña aún, María Julia tenía hondas preocupaciones por el medio ambiente.
Influida por el mandato paterno, Julita devino ingeniera industrial. Allí, en un mundo de hombres, templó el carácter. Era una joven fuerte, con el pelo enrulado y tendencia a la gordura. Sus rasgos hubieran hecho innecesaria cualquier prueba de ADN: era el vivo retrato del ex ministro de Economía. Julita se casó tarde, tenía casi treinta años en 1973, cuando hizo las valijas para perseguir en Brasil a Francisco Erize, hijo de Jeanette Arata de Erize, la histórica directora del Mozarteum. La boda se celebró en el Santísimo Sacramento, la iglesia predilecta de las clases altas. El matrimonio tuvo alguna crisis y dos hijos varones. �Siempre les digo que, cuando alguna vez sientan el peso de ser los hijos de María Julia, piensen también en las ventajas que tiene�, explicó, sabia, Julita, en 1991, en medio de un escandalete por sus fotos audaces y los rumores acerca de una relación sentimental nunca bien demostrada con Carlos Menem. María Julia debutó en la maternidad y en la política casi de manera simultánea. Peleó el terreno de la UCeDé con Adelina Dalesio de Viola. Tuvo una banca de diputada, hizo un paréntesis y retornó en 1983, no sin antes haber pasado por la embajada argentina en Montevideo, designada por la dictadura. En 1989, una reunión entre Menem y Dromi la proyectó como interventora de Entel. Para entonces, su camino y el de Francisco Erize se habían bifurcado. Ella abandonó el domicilio conyugal y se refugió en la suite 506 del Pigalle, un apart hotel de Recoleta, donde de desfogaba con bicicletas fijas y aparatos a primera hora de la mañana. �Maduré a los 48 �confesó�, gracias a una nueva Argentina donde se puede cambiar de trabajo, de marido y hasta de sexo�. Julita no cambió de sexo, pero sí en dos temas cruciales del menemismo: de peluquero y de casa. Traicionó a Oscar Peñalva, de Vogue, para caer en los sillones de Miguel Romano. Hoy se sabe que Romano fue pronto suplantado por Diego Impagliazzo, que se sacó el Loto con la clienta, generosa con las extensiones de la Amex Gold. Se compró un departamento de 90 metros en la calle Basavilbaso, rápidamente olvidado por el petit hotel de Junín al 1400. La intervención y privatización de Entel tuvieron momentos tumultuosos que capeó ayudada por su asesor Ricardo Fox y su abogado, Mariano Grondona (hijo). Cuando dejó la empresa en manos privadas, Julita se llevó la deuda. Una deuda que al asumir era de 380 millones de dólares y al concluir la misión había trepado a 860. Por esos días Julita anunciaba vivir con �alrededor de los diez mil�. Sus éxitos la mostraron como la persona idónea para cumplir igual tarea en Somisa. La última estación fue la Secretaría de Medio Ambiente. Ese polémico viaje por la función pública la condujo a los tribunales acusada de pedir coimas de hasta dos dígitos. Es que Julita tiene una regla de oro con la que cuantifica su autoexigencia: �Como en el colegio, nunca nada por debajo de 8�.

 

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