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Chaco, un escenario en el que 
conviven bandoneones y esculturas

�Chaco Invierno 2000�, la segunda estación del ciclo de Turismo Cultural, cambió la escenografía de Resistencia e Isla del Cerrito. Las actividades continúan hasta este sábado, con un campamento musical como centro de atención.

Osvaldo Fattorusso, uno de los invitados para los talleres del campamento de música popular.


Por Roque Casciero

t.gif (862 bytes) En estos días, la provincia de Chaco no sólo es noticia por el clima de malestar social sino también porque en su capital y alrededores tiene lugar el segundo evento de Turismo Cultural, organizado por las secretarías de Cultura y Comunicación y de Turismo de la Nación. Chaco Invierno 2000 presenta tres actividades: el campamento de música popular �Tocar la vida�, la Bienal Internacional de Escultura y el Festival del Fuelle. Este último fue un encuentro de bandoneonistas y acordeonistas realizado el fin de semana, con la presencia de artistas argentinos (Rodolfo Mederos, Raúl Barboza, Néstor Marconi y el Chango Spasiuk) y brasileños (Renato Borghetti, Luis Carlos Borges y Dominguinhos). La primera noche hubo un show gratuito en el Complejo Cultural Guido Miranda, de Resistencia, y el domingo otro en la Isla del Cerrito, a cuarenta kilómetros de la capital, que sirvió como inauguración para �Tocar la vida�.
El campamento de música popular, que ya va por su tercera edición, consta de clínicas, talleres, cursos y ensambles para más de trescientos estudiantes (dos tercios son becados) de toda la Argentina, además de algunos llegados de los países del Mercosur. Los profesores no necesitan demasiadas presentaciones: el percusionista brasileño Naná Vasconcelos, el acordeonista Raúl Barboza, el contrabajista estadounidense Rufus Reid, el director José Luis Castiñeira de Dios, el guitarrista Lucho González, los hermanos Osvaldo (percusión) y Hugo Fattorusso (piano), la cantante Liliana Herrero, el bandoneonista Néstor Marconi y el polifuncional Chango Farías Gómez, entre otros. Durante la semana que dura el campamento, estudiantes y maestros intercambian ideas, información y experiencias.
La Isla del Cerrito, marco del encuentro, en realidad no es una isla: el agua la rodea sólo en tres de los puntos cardinales, ya que allí confluyen los ríos Paraná y Paraguay. El ambiente es bucólico, con apenas setecientos habitantes que viven de la pesca, la ganadería y la agricultura, y cuyo mayor problema son las frecuentes inundaciones. Pero ahora la localidad se llenó de música.
Por la mañana, los alumnos asisten a las clases dedicadas a cada instrumento. Más tarde se trabaja en ensambles entre ellos, dedicados al tango, el jazz, la música popular argentina y el jazz latino. También surgen las asociaciones espontáneas, en las que a menudo se prenden los propios profesores. Las melodías salen de adentro de las carpas o de atrás de los árboles, donde sea que se encuentran los instrumentistas. Los workshops (dictados por Barboza, Vasconcelos y Reid) son con entrada libre, lo mismo que los recitales nocturnos que se realizan en un pub. Ahí también hay oportunidad de dejar fluir los sonidos en jam sessions que, a veces, terminan con la salida del sol. El cierre de �Tocar la vida� será el sábado, con un ensamble entre los profesores.
En Resistencia, mientras tanto, se desarrolla la Bienal Internacional de Escultura. No es casualidad que esa sección de Chaco Invierno 2000 se desarrolle allí: desde hace muchos años, la capital del Chaco está repleta de obras de artistas de todo el mundo. Los concursos bianuales se realizan desde 1988 en la plaza principal de la ciudad. Este año hay doce participantes seleccionados (de la Argentina, Bélgica, Líbano, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Japón, Polonia, Suecia, Turquía y Estonia), que trabajan desde el sábado sobre bloques de mármol travertino.

 


 

UN RECITAL DE SUSANA RINALDI
Otra suspensión en Santiago

La cantante Susana Rinaldi decidió suspender un recital por falta de comodidades en los vestuarios, ante una sala de Santiago del Estero colmada de público, que aguardaba su actuación. La suspensión del espectáculo surgió ante la falta de camarines en el que Rinaldi debía cambiar ocho veces su vestuario, además del mal estado en el que se encontraban las butacas y el telón de la céntrica sala ubicada en la Biblioteca Sarmiento de la capital de Santiago. La directora de la biblioteca, Mirtha Pastoriza, señaló que la suspensión del espectáculo �fue adoptada por la cantante Rinaldi y su representante, tras visitar el salón Auditorium�, cuando ya habían sido vendidas todas las entradas. �Con el nivel que tiene la cantante, debería haber reaccionado de otra manera, porque con sacrificio habíamos acondicionado el lugar. Hasta afinamos el piano que iba a utilizar y no esperábamos un desplante así�, agregó Pastoriza. Hace tres semanas, un intento de censura de las autoridades culturales santiagueñas a una representación de la obra El cartero, de Antonio Skármeta, denunciada por el actor Darío Grandinetti, originó un escandalete nacional.

 

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