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EL BANCO MUNDIAL NIEGA FONDOS DEL
 PLAN TRABAJAR PARA EL EJERCITO 
El año verde

Ante una denuncia del CELS, el Banco Mundial hizo saber que los fondos del Plan Trabajar no pueden usarse para financiar reservistas del Ejército, como había anunciado Brinzoni con el aval de López Murphy. Tampoco el Ministerio de Trabajo acepta esta desviación de recursos hacia finalidades espurias. 

El ministro López Murphy y el general Brinzoni impulsaron el proyecto

 

El Banco Mundial hizo saber que el Ejército no puede pagar reservistas con fondos del Plan Trabajar, que financia ese organismo internacional. La comunicación oficial del Banco, con la firma de su directora regional, Myrna Alexander, sepulta la pretensión anunciada por el jefe de Estado Mayor del Ejército, Ricardo Brinzoni, de desviar hacia sus filas los escasos recursos de ese programa, para lo cual contaba con el aval del Ministerio de Defensa. 
Esa tentativa ilegal, que integra el reposicionamiento castrense frente a la sociedad, fue denunciada ante el Banco Mundial por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en una nota firmada por su presidente, Horacio Verbitsky, y su director ejecutivo, Martín Abregú. En su carta de respuesta, la directora del Banco Mundial para la Argentina, Chile y Uruguay, Myrna Alexander, agradeció las inquietudes comunicadas por el organismo y le ofreció seguridades de que �según el marco legal del préstamo, el uso de los fondos tiene que seguir los procedimientos del manual operacional acordado con el Banco Mundial. Ustedes mencionaron algunos aspectos fundamentales en su carta, como la focalización en áreas pobres y los esfuerzos para asegurar la calidad de los pequeños proyectos que sí son congruentes con dichos procedimientos�. En consecuencia, �el uso de estos fondos para financiar reservistas del Ejército sería contrario, no sólo a varios aspectos del acuerdo legal del proyecto, sino también a los artículos legales del Banco Mundial como institución�. Añade que ante una consulta del Banco Mundial, el Ministerio de Trabajo �nos ha asegurado que no van a usar los fondos del Proyecto de Protección Social para financiar reservistas� y que también ese ministerio se opone �en forma completa� a la pretensión castrense. 

Protección social

Los planes Trabajar forman parte del Tercer Proyecto de Protección Social, que corresponde al préstamo 4366AR del Banco Mundial, por 284 millones de dólares, que se complementan con aportes del Estado argentino por otros 1050 millones. Con ellos debían ser asistidos trescientos mil trabajadores por mes. En 1999 se ejecutaron 350 millones de dólares, con cien mil beneficiarios. Debido a los ajustes presupuestarios, la partida para el año 2000 se redujo a 80 millones y sus beneficiarios, a menos de la mitad que el año anterior, en el que tuvieron lugar las elecciones presidenciales. Esta semana el Ministerio de Trabajo se propone anunciar que volvería a incrementarse el número de planes distribuidos, que nuevamente pasarían de los cien mil. La carta del CELS sostuvo que �a las fuertes sospechas sobre su utilización con fines de clientelismo político, viene a sumarse hoy la posible desviación de sus recursos hacia el área de Defensa, con la finalidad de lograr un aumento del cupo de reservistas con que cuenta el Ejército�. La denuncia citó declaraciones de Brinzoni al diario Clarín del 21 de febrero, según las cuales el gobierno nacional estaba estudiando el uso �de fondos del Programa para la incorporación de un número de entre 15.000 a 20.000 jóvenes desocupados como voluntarios para la defensa�. Estas cifras implican entre un tercio y la mitad del total de los planes Trabajar, nada menos. En un artículo titulado �Ahora el Ejército quiere incorporar desocupados�, el diario informó que el proyecto contaba con el aval de López Murphy y estaba a consideración de los ministros de Trabajo, Alberto Flamarique, y de Economía, José Luis Machinea. Los jóvenes desocupados serían entrenados por el Ejército �durante una semana por mes, durante todo un año, a cambio de un sueldo a determinar que saldría de los fondos de que dispone el Gobierno para luchar contra la desocupación�. Según Brinzoni, �por un lado se formarían reservistas facilitando la experimentación de oficiales, suboficiales y soldados como conductores, en tanto por el otro, se alejarían a miles de jóvenes de las calles, dándoles contención social y asistencia médica�. Más detalles sobre ese experimento fueron adelantados por La Nación el 15 de marzo (�Brinzoni: El Ejército no oculta nada�) y nuevamente por Clarín el 5 de junio (�El Ejército le pidió al Gobierno que le dé 15.000 planes Trabajar�).

Negligente y espurio

Para el CELS constituiría �un manejo espurio y negligente de los fondos públicos�, ya que los documentos del Banco Mundial explicitan que los fondos deben aplicarse a �la generación de nuevos puestos de trabajo mediante el apoyo económico para la planificación y ejecución de pequeñas obras de infraestructura comunitaria, con el afán de incidir, así, sobre los niveles de empleo y estándar de vida de los estratos sociales más necesitados�. En mayo de 1997 el Banco y el Gobierno habían acordado dar prioridad a �las demandas sociales, incluidas la reducción de los índices de pobreza, el fortalecimiento de la red de contención social y la realización de un programa asistencial de obras públicas�. Los fondos del Programa Trabajar debían asignarse a las provincias, en función de los niveles de desempleo y aplicarse en áreas con bolsones de pobreza. Las provincias a su vez delegarían la ejecución de los subproyectos en los municipios.
La denuncia afirmó que �la utilización de los planes Trabajar para reclutar una tropa de reservistas no haría sino debilitar aún más la ya endeble red de contención social, privaría a las comunidades carenciadas de la ejecución de importantes obras de infraestructura comunitaria (programas habitacionales, comedores y centros sociales, escuelas, centros asistenciales, sistemas sanitarios básicos) y, al concentrar los fondos en zonas aledañas a los cuarteles militares, obstruiría la focalización de sus beneficios en función de la concentración de pobreza y en perjuicio de las áreas, siempre relegadas, del interior del país�. Aunque al parecer el programa Voluntarios para la defensa sólo pretendería impartir instrucción militar a los denominados reservistas, �no deja de preocuparnos la posibilidad de que se pretenda que el Ejército asuma nuevos roles sociales�, dice el escrito del CELS. Como ejemplo mencionó un artículo de Clarín del 5 de junio que informa de �gestiones encaradas ante la cúpula militar por la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide�, en procura de �apoyo de las fuerzas de seguridad en la implementación de un nuevo programa para la �Lucha Integral contra la Pobreza��.
Según el CELS, �estos programas de acción cívica, similares a los que la Escuela de las Américas inculcó en los años 60 a los militares latinoamericanos, traen perturbadores recuerdos. La concepción del Ejército como nation building institution (textualmente: institución constructora de la nación) fue parte integral de la Doctrina de la Seguridad Nacional que, en el caso de la Argentina, demoró por décadas la posibilidad de una convivencia democrática. Concluida la última dictadura militar, los juicios a centenares de oficiales por atrocidades cometidas durante la guerra sucia y la infatigable movilización de los organismos de derechos humanos han permitido llegar a una situación en la que por primera vez las Fuerzas Armadas se subordinan al poder civil. También por eso nos alarma que se fomente el regreso militar a los roles que corresponden a otras instancias del Estado y que no son admisibles en un sistema democrático�. La categórica respuesta del Banco Mundial pone las cosas en su lugar. Brinzoni tendrá que esperar hasta el año verde.

Myrna Alexander, del Banco.
"Contrario a nuestro estatuto"

 

oPINION
Por Horacio Verbitsky
Signo de los tiempos

 

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