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EL PRESIDENTE RECHAZO QUE SE TRATE DE OTRA MORATORIA
La AFIP dará "facilidades"

El Gobierno confirmó que habrá un plan de facilidades de pago impositivos que será anunciado la semana próxima. Críticas.

t.gif (862 bytes)  El presidente Fernando de la Rúa confirmó ayer que "se otorgarán planes de facilidades de pago para quienes tengan problemas impositivos" y le puso fecha a la medida: "Se anunciarán la semana próxima", dijo. Pero se preocupó por aclarar que "no habrá una nueva moratoria impositiva". La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), a su vez, emitió un comunicado en el que manifestó que se están "estudiando las características de un plan de facilidades de pago para deudas impositivas y previsionales", y enfatizó que "no constituye la extensión de la moratoria, la cual concluyó días atrás". El Gobierno busca con esas medidas darle aire al sector productivo de modo tal de apurar la recuperación del todavía planchado mercado interno.
Después de todo, si la reactivación sigue postergándose entonces no habría forma de que aumente la recaudación para cumplir con las metas de déficit fiscal acordadas con el FMI para la segunda mitad del año. Sin embargo, los tributaristas creen que si el anuncio se interpreta como otra moratoria fiscal más, entonces el remedio podría ser peor que la enfermedad: buena parte de los contribuyentes podría dejar de pagar a la espera de más y mejores "facilidades" en el futuro.
"Se va a acordar un plan de facilidades de pago que es muy distinto de la moratoria, porque la moratoria se refiere a la declaración de impuestos impagos anteriores que deberían pagarse con multa", afirmó ayer el Presidente, quien aclaró que "esta nueva medida no es para las deudas hacia atrás sino hacia adelante". Cada vez más involucrado en los temas de recaudación --de hecho él mismo grabó hace unos meses un spot televisivo en el que lanzó una convocatoria nacional a pagar los impuestos--, De la Rúa señaló que la norma incidiría "sobre lo que ya está reconocido legalmente como contribución o impuesto que debe pagarse, y se pide sobre eso una facilidad de pago de dos o tres meses o un plan de pago de acuerdo a la situación particular del contribuyente".
El titular de la DGI, Roberto Sericano, explicó que "en el plan de facilidades de pago quien tenga deudas impositivas puede abonarlas en cuotas, contemplando todos los intereses resarcitorios que correspondan, más las sanciones que existan". Y agregó que "la moratoria es un plan de excepción que tiene condonaciones, exenciones especiales, menores multas y sanciones".
La posible instrumentación de las facilidades de pago para deudas impositivas había sido anticipada por el titular de la AFIP, Héctor Rodríguez, quien había dicho que el análisis de la medida había surgido a partir del reclamo de diversas cámaras empresariales ante "la imposibilidad de hacer frente a todas las obligaciones impositivas en los próximos meses".
Sericano negó que la difusión de la medida en estudio pueda hacer caer el actual nivel de recaudación impositiva, al asegurar que "a nadie le va a convenir dejar de pagar para luego financiar esa deuda con mayores recargos". "El plan en estudio sólo otorgaría financiamiento, es decir, que en su contenido deben incluirse, además de la obligación principal, los intereses resarcitorios y sanciones que pudieren corresponder. En consecuencia no existe ninguna quita ni eximición, como sucede en una moratoria", insiste el comunicado de la AFIP.
Hasta el vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez habló del tema, apelando al mismo argumento que el resto de los funcionarios. Confirmó la medida en estudio, pero rechazó la idea de "moratoria permanente" al sostener que "conspira con la cultura de la imposición".
Lo cierto es que el Gobierno busca aflojar la correa sobre el cuello de los empresarios, en especial los pymes, en un intento por darles oxígeno y alentar la recuperación del mercado interno que, por ahora, brilla por su ausencia. En el Ministerio de Economía saben que toda la ingeniería fiscal del segundo semestre del año se basa en la reactivación del nivel de actividad económica, y que si tal recuperación no llega entonces no habrá ajuste fiscal que alcance para cerrar las cuentas en líneas con el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, el tributarista Leonel Massad aseguró estar en desacuerdo con la aplicación del "plan de facilidades de pago", y recordó que en el momento en que se anunció el lanzamiento de la última moratoria, a fines de marzo pasado, el Gobierno había dicho que "era la última oportunidad para ponerse al día con el fisco". Si bien Massad reconoció que una moratoria era diferente a un plan de facilidades de pago, destacó que ambas iniciativas pueden atentar contra el objetivo principal de "fomentar el pago de sus impuestos". Justamente, los tributaristas temen que se instale en la gente la idea de "moratoria permanente" de la que habló Alvarez. Y así los cumplidores terminen desalentándose y dejen de pagar a la espera de nuevas "facilidades".

 

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