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KIOSCO12

APRESAN POR DROGAS A UN EX CABO CERCANO AL PIERRISMO
Un puntero con trabajo extra

Estaba por ser elegido responsable del Foro de Seguridad. Repartía planes Trabajar. Fue detenido, acusado de narcotraficante. 

Simone: Es presidente de la Asociación Civil Comunitaria La Matanza, donde funciona un comedor y desde allí distribuía un cupo pequeño de planes laborales.

El juez Adolfo Bagnasco investigó el caso durante dos años.


Por Adriana Meyer

t.gif (862 bytes) En la culminación del operativo bautizado �Gallito Blanco�, el juez federal Adolfo Bagnasco desbarató una banda de narcotraficantes comandada por un ex policía bonaerense vinculado al pierrismo y a una organización de izquierda. Eduardo Vicente Simone y su esposa fueron detenidos el jueves a la madrugada acusados de comercialización de drogas y tenencia de armas de guerra. El magistrado sugirió que Simone desarrollaba �alguna actividad con resonancias políticas con comedores para personas necesitadas y otras implicancias�. Página/12 comprobó, tal como consta en la causa, que manejaba un cupo de planes Trabajar y que los distribuía quedándose con un porcentaje de dinero.
El juzgado de Bagnasco investigó durante dos años a esta organización que recibía una �importante cantidad de droga� desde Salta y la guardaba en distintas villas de emergencia del sur de la Capital Federal. El juez indicó que la banda �no la distribuía ahí, tan sólo la almacenaba�. Desde allí era redistribuida en la provincia de Buenos Aires, también en villas de las zonas de La Matanza, Ingeniero Budge y Morón, especialmente en el barrio Puerta de Hierro. El jueves a la madrugada, la división de Operaciones Metropolitanas de la Policía Federal empezó a realizar los 22 allanamientos en las casillas de los asentamientos y en las viviendas de los investigados. El procedimiento se hizo en las villas 20 y 1-11-14 en el Bajo Flores, Mataderos y Villa Soldati y en las localidades bonaerenses de Valentín Alsina, Ciudad Evita, General Villegas, Morón, Lomas del Mirador e Ingeniero Budge. 
Fueron secuestrados 30 kilos de cocaína (en panes y en tizas), 14 kilogramos de marihuana y 12 armas de guerra y de uso civil, entre las cuales figuran 5 revólveres calibre 38, 2 calibre 32, 2 pistolas calibre 380, 3 pistolas calibre 22 y una escopeta 12.70, además de dinero en efectivo, agendas electrónicas, teléfonos celulares, balanzas, prensas y moldes para compactar la droga. Fueron detenidas 19 personas, de la cuales 12 quedaron vinculadas al caso y ayer empezaron a prestar declaración indagatoria, acusadas de comercialización de droga y tenencia de arma de guerra.
La investigación se había iniciado sobre las actividades de una mujer que está detenida, identificada como Ema Capristo. La policía sospechaba que se dedicaba a la venta de droga en gran escala. Mediante seguimientos y escuchas telefónicas se estableció que Capristo era una de las cabezas de la banda y se dedicaba al acopio, distribución y venta de estupefacientes. Lograron identificar al resto de los involucrados con filmaciones aéreas, fotografías y el trabajo de agentes encubiertos en los vecindarios de las personas que se relacionaban con la mujer. En principio, los investigadores creyeron que Simone sólo daba protección al negocio pero las escuchas fueron indicando que era parte de las operaciones. Junto a su esposa, Marcela Muñoz, se dedicaban a la recepción, pago y distribución del dinero obtenido con la venta de la droga, aunque no tenían contacto con la sustancia. 
El centro operativo de Simone estaba en Villa Diamante, pero vivía y desarrollaba su actividad comunitaria en San Justo. Fue candidato a concejal suplente por una agrupación de izquierda. El jueves iba a ser elegido como responsable del Foro Vecinal de la Seguridad, apoyado por varias entidades de la zona. Pero ese día a la madrugada la policía allanó su casa y habría encontrado 3 ravioles de cocaína.
El ex cabo Simone nació en La Tablada, entró a la policía bonaerense en 1984 y fue exonerado siete años después por utilizar un auto robado y una tarjeta de crédito falsa. El 1º de julio del �93 la fuerza lo declaró prescindible �por falta grave�. Un dirigente social de la zona aseguró a Página/12 que el ex policía tuvo muchos enfrentamientos con sus pares y sus superiores pero negó que haya integrado el grupo de los �Sin Gorra�, como aseguraron en el juzgado. Agregó que Simone solía jactarse de conocertodo sobre el tema de la droga en el distrito. Es presidente de la Asociación Civil Comunitaria La Matanza, donde funciona un comedor para personas carenciadas y desde allí distribuía un cupo pequeño de planes laborales, por los cuales los beneficiarios hubieran cobrado 120 pesos durante cinco meses. Sin embargo, de las escuchas telefónicas que hay en el expediente surge que el ex policía se quedaba con el 40 por ciento de ese dinero. Su contacto para obtener el subsidio sería un puntero pierrista. En La Matanza, donde las huestes de Alberto Pierri están en decadencia, los planes de empleo son distribuidos por el Consejo de Emergencia Económica y Social. En concreto, los manejan el pierrismo residual, un grupo vinculado a Alderete y el sector oficial que los recibe directamente a través de la Municipalidad, que conduce Alberto Balestrini. Desde allí desmintieron enfáticamente cualquier vinculación con Simone.

 


 

CONFIRMARON LA DETENCION DEL SUBCOMISARIO
Carreras tiene rejas para rato

La Cámara penal de La Plata confirmó ayer la detención del subcomisario Jorge Carreras, acusado de estar implicado en el crimen de Mónica Oyarbide, la esposa de uno de los �horneros� condenado por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas. La medida ratificó la detención ordenada por el juez de Garantías Guillermo Atencio y barrió con las ilusiones del abogado defensor, que la semana pasada presentó un recurso de hábeas corpus solicitando la libertad de su cliente en base a las declaraciones de tres familiares y un amigo que aseguraban que Carreras se encontraba con ellos el día que le dispararon a Oyarbide. Pero Carreras fue señalado por tres dedos acusadores de testigos ahora cuidadosamente protegidos.
Un testimonio había señalado a Carreras como el homicida de Oyarbide; otros dos lo comprometieron como parte de la protección oficial a los narcos. El miércoles, en una rueda de presos, también fue señalado Gregorio Soloa, comisario a cargo de la seccional 3ª de La Plata como uno de los que cobraba la protección. 
La testigo principal �una mujer que vivía muy cerca de la calle 142 de Los Hornos, donde fue asesinada Mónica Oyarbide� fue entrevistada por Página/12: aquí contó lo que vio y oyó esa noche. Explicó que una camioneta policial de la comisaría 3ª con cuatro personas estacionó junto a la casa del dealer. Tres de ellas entraron en la casa del narcotraficante Bologna y discutieron con él, exigiéndole el sobre con los pagos atrasados. Pero el cliente moroso se negaba a pagar. Luego volvieron y dispararon. Su testimonio fue luego incorporado a la causa y, con su familia, pasó a ser testigo protegida. También el dealer arrepentido, Fabio Bologna, y su hijo testificaron que Carreras estuvo en el lugar la noche del 17 de junio. 
El trasfondo de la causa que investiga el fiscal Víctor Violini reveló una red de protección a vendedores de drogas en la que participarían varios policías de la 3ª de La Plata. Según los dichos de Bologna, harto de pagar 600 pesos semanales de coima a la policía de Los Hornos, comenzó a atrasarse con los pagos, �Por eso me dispararon, pero con tan mala puntería que le dieron a Mónica�, declaró el dealer ante el fiscal.
El miércoles, los tres testigos en rueda de reconocimiento no lograron establecer quiénes eran los demás ocupantes de la camioneta, aunque Bologna indicó a Soloa como a uno de los coimeros. 
Ahora, la situación de los testigos es bastante delicada. Durante el operativo de reconocimiento se detectaron llamados que intentaban averiguar en qué comisarías estarían y con qué custodia especial contaban. Pero para Carreras la situación no es muy alentadora: luego de que la Sala I de la Cámara Penal platense desestimara su apelación, sólo le queda la Cámara de Casación como último recurso para conseguir la libertad.

 

 

opinion
Por Eduardo Aliverti

Vivir de ilusiones

�Al pedo, pero temprano�. Con esa contundencia, el hombre de la calle define la inutilidad de una de las más inveteradas costumbres militares: levantarse cuando canta el gallo para no hacer nada (útil). Una analogía con esa rutina es lo que ahora parecen protagonizar los parlamentarios de diversos ámbitos y bancadas, sancionando normativas de cumplimiento entre difícil e imposible. Aunque no se trata de echarles culpas �al contrario� ni de renunciar a objetivos de máxima, sino de observar la inutilidad de un contexto. Y sus causas.
La Legislatura porteña aprobó un nuevo Código de Faltas, que entrará en vigencia dentro de seis meses. El espíritu de lo sancionado es irreprochable; la letra la juzgarán los especialistas y quedará por ver qué y cuánto se omitió. Hay fuertes multas para quienes participen en la comercialización o fabricación de alimentos adulterados, dañen el medio ambiente o arrojen residuos patológicos a la calle. Y sigue una más que ambiciosa lista de penalidades: ruidos molestos; fumar en lugares prohibidos; excrementos caninos; juegos electrónicos que premian a quienes atropellan peatones; violaciones a la ley de tránsito, etc.
Todo muy bonito hasta que aparecen las preguntas del millón. En cierto orden �cronológico�, la primera es cuál será la autoridad de aplicación siendo que actualmente chocan la policía (que a su vez colisiona entre sí, porque hay la comunal y la Federal) y varias reparticiones municipales. Pero se podría conceder que eso será resuelto por el gobierno de Ibarra. Es mucho más complicado, en cambio, imaginar con cuáles presupuesto y dotación controlarán el cumplimiento del nuevo código.
Es una historia archiconocida. Su final, también. Como el anuncio de los agentes del orden que inundarían las calles para verificar y sancionar las infracciones de tránsito: todavía se los está esperando. ¿Cuántos inspectores que ganan cuánto habrá para recorrer la ciudad y multar a quien no tenga la palita para la caca del perro, provoque ruidos insoportables o contamine el aire o los alimentos? ¿Cómo se hace para mejorar la calidad de vida si simultáneamente, antes por ajuste de los números que por ñoquis y corruptelas, se vive a los hachazos presupuestarios?
No es una cuestión de encontrarle cada pelo a cada sopa, sino de entender que las buenas intenciones no redondean jamás una firme vocación de poder si además del qué no está el cómo. Y si no es así, lo que hay son debates y leyes diletantes que sirven para entretener giles.

 

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