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�El delito bajó, pero la gente tiene otra sensación�

Facundo Suárez Lastra analiza la seguridad porteña y adelanta cómo será el traspaso de la Policía y la Justicia a la ciudad.

Facundo Suárez Lastra, nuevo secretario de la también nueva Secretaría de Seguridad y Justicia.


Por E. V. 

t.gif (862 bytes) �Hay un fuerte reclamo de la sociedad para mejorar las condiciones de seguridad y el funcionamiento de la Justicia, dos áreas en las que la ciudad no tiene competencia. Por eso, nuestro principal objetivo es que el gobierno de la ciudad se pueda hacer cargo de la seguridad y la Justicia�, dice Facundo Suárez Lastra, el funcionario al que el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, le asignó una de las áreas más críticas de su gestión. En una entrevista con Página/12, el secretario de Justicia y Seguridad dijo que en el futuro convenio con la Policía Federal, el Gobierno debe tener atribuciones para remover a los jefes policiales que no cumplan con los objetivos de seguridad en la ciudad; anunció que estudia reformas procesales para la sanción a la prostitución callejera y adelantó las primeras medidas para el traspaso de la Justicia nacional a la ciudad. Su primera medida será la extensión del plan piloto de prevención del delito que se aplica en Saavedra a otros barrios porteños. 
�¿Qué diagnóstico tiene sobre la seguridad en la ciudad?
�Según las estadísticas policiales, hay una disminución real del delito en la ciudad, aunque las encuestas de victimización indican lo contrario. En términos de sensación de inseguridad, no estamos en una situación tan crítica como hace seis meses. Sabemos que ha habido un cambio muy profundo en las modalidades delictivas. El delito que más preocupa y más atemoriza, porque es el que más riesgo les genera a las personas, es el robo y el asalto a mano armada y el enorme aumento del homicidio en ocasión de robo. 
�¿Cuáles van a ser las respuestas a los reclamos de la gente?
�El primer programa operativo que vamos a desarrollar es un plan en conjunto con los ministerios de Justicia y del Interior para extender la experiencia piloto de Saavedra, de prevención barrial del delito.
�¿Qué características tendrá el convenio entre el Gobierno de la ciudad y la Policía Federal?
�Estuvimos viendo con el secretario de Seguridad de la Nación, Enrique Mathov, los últimos borradores. Esto le daría a la ciudad la posibilidad de establecer qué tipo de servicio queremos que preste la policía, estar en condiciones de evaluar el servicio e incluso, proponer remociones de jefes policiales en la medida que no cumplan con los estándares acordados. Este avance le permitiría al gobierno de la ciudad formar parte del diseño de la actividad y de la tarea de prevención del delito por parte de la policía y tener una herramienta de control. Esto sin inmiscuirnos en la conducción interna de la policía, que a nuestro juicio debe tener unidad de mando. Este es un avance importante pero no es la solución definitiva, que es la posibilidad de tener una policía local. No hay ninguna razón que justifique que el gobierno nacional concentre atención en la prevención y combate del delito ordinario en la ciudad.
�¿Esa policía local se formaría con el traspaso de parte de la Federal o sería un nuevo cuerpo?
�No me gusta la palabra traspaso, porque da la sensación de desmembramiento de algo que sería malo desmembrar, como la Policía Federal. Es lógico que si hay una policía que está funcionando y policías que han hecho su carrera, haya un mecanismo de absorción por parte de la policía local de efectivos de la Federal.
�En los últimos días recrudecieron los reclamos contra la prostitución callejera y hubo propuestas de crear zonas rojas ¿cuál es su opinión?
�La ciudad le reclama a la policía el más estricto cumplimiento de la ley, en este caso el Código Penal, que sanciona las exhibiciones obscenas, y el Código Contravencional, que prohíbe la oferta y demanda de sexo en la vía pública. Existen algunas dificultades de procedimiento. En algunos casos ha fallado la policía en la confección de las actas, en otros hay una queja de la policía de que el procedimiento es engorroso y que los juzgados contravencionales tienen el criterio de rechazar las actuaciones cuando faltan testigos. Estamos estudiando modificaciones para que la ley se pueda cumplir, con todas las garantías. Con respecto a las zonas rojas,el propio jefe de Gobierno ha dicho que cualquier iniciativa en ese sentido debería ser sometida a una muy profunda consulta. Yo comparto esa idea. Además, creo que no es la mejor solución, ni mucho menos.
�¿Piensa cambiar la reglamentación para que las actas se hagan sin testigos?
�Vamos a estudiarlo. Si tenemos que el 80 porciento de las actas de infracción son desechadas, estamos ante un problema muy grave. Vamos a dialogar con la policía, los jueces y fiscales contravencionales para solucionar el problema.
�Pero un procedimiento sin testigos podría dar lugar a arbitrariedades.
�Podría haberlas. Por eso, si se llegara a dar facultades, habría que incrementar los controles e imponer penas muy severas para los policías que cometan algún ilícito. 
�Se habló de un comando único entre la Federal y la bonaerense. ¿Cómo se implementará?
�Más que de comando centralizado, se habla de profundizar una planificación y coordinación de actividades en el corredor en común entre la ciudad y la provincia. No sé si es posible o conveniente un comando centralizado. En todo caso, tendrían que resolverlo la Policía Federal y la de la provincia.
�¿Cuándo comenzará el traspaso de la Justicia?
�Se ha avanzado en la constitución de la Justicia en lo Contencioso Administrativo: unas 170.000 causas en las que la ciudad es demandada o demandante, que estaban en la Justicia Civil y Comercial de la Nación, pasará a la Justicia local. Los pliegos de los jueces ya fueron aprobados y en los próximos días empezarán a funcionar. Esto va a descomprimir enormemente el trabajo de los juzgados civiles.

 

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