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EL GOBIERNO ACEPTA LA �REDUCCION DE DAÑOs� PARA LOS ADICTOS
Una puerta al cambio

Se trata de una práctica que, sin exigir al adicto que abandone las drogas, le permite correr menos riesgo, por ejemplo con jeringas gratuitas. Una resolución oficial ahora lo admite. Aunque con cautela: �Un paso mayor abriría una polémica a la que no estamos dispuestos�, dice Lorenzo Cortese.

Lorenzo Cortese, secretario de Prevención de la Drogadicción.


Por Pedro Lipcovich

t.gif (862 bytes) Casi en secreto, el Gobierno dio el primer paso para enfrentar, en forma consistente, la primera causa de la trasmisión del VIH en la Argentina: la práctica de compartir jeringas en el uso de drogas inyectables. Según experiencias internacionales, la mejor manera de prevenir esta forma de contagio es la política de �reducción de daños� �por ejemplo, facilitar el acceso a jeringas descartables� que, sin exigir a las personas abandonar el uso de drogas, les permite correr menos riesgos. Hasta hace pocos días, acciones como la distribución gratuita de jeringas estaban prácticamente proscriptas en el país. Pero la Secretaría de Prevención de la Drogadicción aprobó esta semana una resolución que, aunque cautelosa, pone en línea a la Argentina con los organismos internacionales de salud al dar luz verde a este criterio preventivo. Todavía falta lo principal: implementar políticas concretas, como la que en Brasil ya permitió reducir las tasas de infección, mientras la Argentina sigue siendo el país de Latinoamérica donde más personas contraen el VIH por esta vía.
La resolución de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico se refiere a �los casos puntuales en los que una persona adicta no esté atendida en los programas existentes o haya fracasado repetidas veces en éstos y esté expuesta a un alto riesgo por enfermedades infecciosas que se relacionan con el abuso de drogas� y consiste en �recomendar al Ministerio de Salud la adopción de programas o medidas� para que a esas personas �se les preste asistencia, a fin de lograr reducir los riesgos para su salud�.
La clave está en que así, por primera vez, se propicia una intervención con usuarios de drogas por fuera de �los programas existentes�, condicionados a que la persona abandone el uso de la sustancia prohibida: ahora, aunque siga inyectándose, vale la pena que �se le preste asistencia�, por ejemplo facilitándole jeringas limpias, para �reducir riesgos� como el de contraer VIH. 
Lorenzo Cortese, secretario de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico, explicó a este diario que �la comunidad internacional señaló este camino. Este año, las Naciones Unidas se pronunciaron haciendo lugar a la �teoría de la reducción del daño� y debemos ser respetuosos de lo que resuelven los organismos internacionales a los que estamos adheridos�. Sucede que buena parte de los fondos para prevención del VIH en la Argentina corresponden a préstamos del Banco Mundial y �se verían comprometidos si la Argentina no se adecuara a las recomendaciones de la comunidad internacional�. ¿Por qué la resolución se limita a �casos puntuales�, cuando la Argentina encabeza la estadística latinoamericana en trasmisión de VIH por compartir jeringas? Cortese afirma que �un paso mayor sería innecesario ahora, y abriría una polémica a la que no estamos dispuestos. Hacer campañas públicas no sería prudente y podría neutralizar la acción que estamos desarrollando en materia de prevención�. 
Bueno, pero, ¿la Secretaría aceptaría la distribución gratuita de jeringas a usuarios de drogas endovenosas? �Si tiene carácter individual, la Secretaría no se opone; si no comporta una apología a la adicción e intenta preservar la salud de ese ciudadano, el Ministerio de Salud, a partir de esta resolución, puede tomar decisiones como ésa�, contesta Cortese.
�¿Qué medidas concretas se van a poner en marcha a partir de esta resolución? �preguntó Página/12 a Mabel Bianco, titular de la Unidad Coordinadora Ejecutora VIH y ETS (Enfermedades de Trasmisión Sexual) del Ministerio de Salud.
�A partir de la resolución de la secretaría, vamos a plantear el tema en el Consejo Federal de Salud, que integran representantes de todas las provincias. La salud está descentralizada y es responsabilidad de las provincias y los municipios. Todavía no se prevé una asignación presupuestaria específica para la reducción de daños, como en Brasil (ver recuadro). �Recién se está empezando con el tema�, admite Bianco, y señala que �en el actual concurso de Lusida (repartición que subsidia proyectos de organizaciones no gubernamentales en relación con el VIH/sida), está previsto un lugar para trabajos sobre reducción de daños�. 
Intercambios, Asociación Civil para el Estudio y Atención de Problemas Relacionados con las Drogas, es la ONG que, por primera vez en la Argentina, efectúa una experiencia piloto con adictos endovenosos siguiendo el criterio de la reducción de daños (ver recuadro). Su presidenta, Graciela Touzé, estima que �la resolución de la Secretaría nos da la necesaria cobertura�, aunque �por ahora ese organismo no manifestó que va a asignar presupuesto para ejecutar o apoyar este tipo de programas�. Pablo Cymerman, coordinador ejecutivo de la Red Argentina de Reducción de Daños, destacó que �aunque todavía falta mucho, por primera vez la Secretaría de Adicciones plantea abiertamente este tema y, también por primera vez, el organismo gubernamental que trabaja en el tema de las drogas y el que trabaja en VIH/sida se sentaron a trabajar juntos�. Un país de referencia, por proximidad y semejanzas, es Brasil, donde �la Coordinación Nacional de Sida ha adoptado la reducción de daños como una política pública. En la Argentina, esto todavía no se explicita con la misma claridad�.

 

 

El virus por las jeringas

Por P.L.
El 43,3 por ciento de los enfermos de sida mayores de 12 años, en la Argentina, se infectaron por compartir jeringas contaminadas al usar drogas por vía endovenosa. Es la primera causa de infección, seguida de lejos por la trasmisión homosexual entre varones, que abarca el 27 por ciento, y por la trasmisión heterosexual, correspondiente al 24,2 por ciento de los casos. 
La edad media de los infectados por jeringas es menor que la de los infectados por otras vías: 29 años, los varones, contra un promedio de 34 para los enfermos de sida en general; 28 para las mujeres, contra un promedio de 30. (Estas edades corresponden al momento en que se declaró la enfermedad, que puede ser diez años después de la infección.) El nivel de escolaridad de los infectados por esta vía es inferior al de los infectados en general: sólo el 16 por ciento tiene la secundaria completa, contra el 41 por ciento entre el total de pacientes. �El bajo nivel de escolaridad es un indicador indirecto de bajo nivel socioeconómico, pero además muestra cómo estas personas están por fuera de instituciones como la escolar y, para establecer contacto, hay que saber cómo ir a buscarlos�, comenta Mabel Bianco, titular de la Unidad Coordinadora Ejecutora VIH del Ministerio de Salud.
De los infectados por compartir jeringas, el 53 por ciento vive en el conurbano bonaerense (45 por ciento en zona sur, 38 en zona oeste y 17 en zona norte), el 30 por ciento en la ciudad de Buenos Aires y el 9 por ciento en la provincia de Santa Fe, especialmente Rosario.

Experiencia en Avellaneda

Por P.L.
La primera experiencia de �reducción de daños� con inclusión de entrega de jeringas descartables en la Argentina empezó a mediados del año pasado en Avellaneda. �Nos contactamos con personas que consumieran drogas por vía inyectable y no estuvieran en ningún marco de tratamiento. Funcionó la técnica �de la bola de nieve� en la que, a partir de lograr la confianza de una persona, se forma una cadena que permite el vínculo con una red de usuarios�, explicó a este diario Graciela Touzé, presidenta de la Asociación Intercambios, que lleva adelante la tarea.�Un dato clave es que personas de esa misma comunidad de usuarios se incorporaron al proyecto como agentes. Sólo a partir de esto se generaron los vínculos con instituciones más formales, especialmente del sistema de salud. Es que la lógica de los servicios de salud no está pensada para poblaciones de estas características: por falta de formación específica del personal y, sobre todo, por condiciones como la exigencia de que dejen de consumir drogas�, señaló Touzé. Pablo Cymerman, coordinador de la Red Argentina de Reducción de Daños, quien participó en la experiencia, recuerda que �en un momento dado, a los usuarios se les ocurrió limpiar un paredón del barrio y pintar un mensaje de prevención del sida, recomendando el uso de preservativos. Un vecino descreyó: �Ellos mismos van a ensuciarlo, van a estropear lo que hicieron�. Pero no lo estropearon y fueron ejemplo para los demás vecinos, que se pusieron también ellos a limpiar y pintar el paredón frente a sus casas�.

La práctica en Brasil

Por P.L.
�La política de reducción de daños en Brasil empezó en el municipio de Santos en 1989, pero entonces hubo una reacción muy fuerte, en especial de las autoridades policiales, y recién pudimos instalar el tema desde 1995: hoy tenemos 33 proyectos en marcha en todo el país�, contó a este diario Paulo Roberto Teixeira, coordinador general del Programa Nacional de ETS y Sida de Brasil. 
�Los proyectos resultaron muy exitosos, especialmente en el sur del país, donde es más frecuente el uso de drogas inyectables. Y, por añadidura, sucede que, a partir de estos programas, una cantidad creciente de personas busca también ayuda para dejar la adicción�, agregó el funcionario. Una de las bases de estos programas son �los puestos donde los adictos pueden obtener jeringas limpias: para administrarlos se buscan personas que les resulten confiables a los usuarios, por ejemplo el encargado de un bar donde acostumbren ir; la entrega se efectúa en forma discreta y protegiendo la identidad�. Teixeira precisó que �en todos los proyectos participa el Programa Nacional de Sida, pero la ejecución está a cargo de los estados, municipios u organizaciones no gubernamentales�. �Hemos empezado a evaluar los resultados: en Bahía, la tasa de infección entre los drogadictos bajó al 5 por ciento, mientras que hace seis años era de 40 por ciento�, señaló el titular del Programa de Sida brasileño.

 

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