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La universidad busca su lugar en la cárcel

El traslado de los internos de Caseros a
Ezeiza pone en riesgo la continuidad de los programas de estudios que dicta la UBA.


Por Cecilia Sosa

t.gif (862 bytes) Con la inminente demolición de la cárcel de Caseros y el traslado de sus internos a un centro penitenciario de Ezeiza, los programas de estudios universitarios que la UBA dictaba allí entraron en zona de riesgo. Por ahora, el nuevo penal no tiene ningún sector destinado a dar los cursos, que hoy cuentan con 83 inscriptos. Tampoco se sabe quién se hará cargo del periódico traslado de los docentes y de la mudanza de las bibliotecas, la imprenta, las computadoras y otros materiales. Pese a la promesa de las autoridades acerca de que todo esto se resolverá –ratificada ayer en diálogo con Página/12–, la preocupación llegó a la Cámara de Diputados, donde se presentó un proyecto para exigir la continuidad de los programas UBA XXII y FUBA XXII. “Permitir que se pierdan estos espacios de contención y creación de relaciones y conocimientos constituiría la destrucción de uno de los más importantes instrumentos de resocialización del Sistema Penitenciario”, reza la propuesta elaborada por el diputado José Luis Lanza (Alianza).
La directora del Programa UBA XXII que, a la vez, es asesora educativa de la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia, Marta Laferriere, aseguró: “Hay una total claridad tanto de parte del ministerio como de la UBA para garantizar la continuidad del programa. La idea es poder contar con el espacio físico y todo lo necesario para las bibliotecas y computadoras”. Sin embargo, admitió que, todavía, “se está buscando el lugar” para hacerlo. Laferriere explicó que el ministerio pretende que los internos que pertenecen al programa UBA XXII sean trasladados al Centro Penitenciario 1 de Ezeiza, donde ya hay 1200 personas. Y que quienes están próximos a lograr su libertad vayan al la Unidad 19, una cárcel abierta, sin guardias armados, asentada en la misma zona. 
Desde una ONG dedicada al trabajo solidario en las cárceles -Alternativas Solidarias–, Mariana Ballestero retrucó: “No está garantizado el módulo especial para los estudiantes universitarios y tampoco el traslado de los profesores”. El reclamo es que uno de los módulos del nuevo penal de Ezeiza –el que cuenta con capacidad para 300 personas, una biblioteca, seis aulas y una sala de profesores, y cuya construcción está casi terminada– sea destinado a los alumnos. “Nunca previeron esto en el proyecto original”, aseguró Ballestero. 
También inquietos por el futuro de los programas, y mientras esperan saber cuándo serán trasladados, los internos de la Unidad 16 de Caseros ya manifestaron su interés por no perder las actividades académicas: este cuatrimestre los inscriptos a los cursos de la UBA pasaron de ser 45 a sumar 83. “Muchos se anotaron en el Ciclo Básico Común como forma de presión, para que los programas continúen”, contó la vicepresidenta de la ONG.
En ese contexto, el objetivo del proyecto de resolución firmado también por los diputados Adriana Puiggrós, Alfredo Villalba y Ricardo Nieto Brizuela, entre otros, es que el Poder Ejecutivo adopte los recaudos necesarios para proveer en las nuevas unidades carcelarias el espacio físico adecuado para las diversas actividades académicas; trasladar los libros, bibliotecas, computadoras, imprentas, fotocopiadoras, y transportar periódicamente a los profesores, investigadores, trabajadores sociales y demás profesionales involucrados en los programas.
Con respecto a esto último, habría que resolver los viajes de 18 docentes universitarios y más de 20 voluntarios que trabajan en UBA XXII y FUBA XXII. “Los profesores dan clases ad honorem. Y ahora se tendrían que pagar un pasaje a Ezeiza, además de invertir muchísimo tiempo. Sería casi obligar a la gente a que no vaya –alertó Ballestero–. Justamente, lo más rico son las clases presenciales, son las que permiten generar un intercambio y quebrar la lógica del encierro”, señaló. Pero Laferriere respondió: “Se van a realizar convenios para que los profesores puedanviajar. Además, desde la UBA estamos dialogando con empresas de transporte público. Y también el ministerio hará su aporte”.

 

 

Un programa con historia

El programa UBA XXII nació hace 15 años, por iniciativa de un grupo de presos, como un proyecto para “llevar” la universidad a la cárcel. Hoy se dictan el Ciclo Básico Común y las carreras de Abogacía, Sociología, Economía, Psicología y Computación. Derecho es la opción que cuenta con más alumnos. El centro universitario pionero fue el de la Unidad 2 de Devoto, que luego se amplió a la Unidad 16 de Caseros y al Instituto Correccional de Mujeres, Unidad 3 de Ezeiza. Por ellos, pasaron más de 750 personas, muchos ya graduados. La FUBA sumó su apoyo con la creación del programa FUBA XXII, que brinda asistencia psicológica, asesoría jurídica y desarrolla publicaciones, entre otras actividades.

 

 

OTRA PROTESTA CONTRA EL PLAN CAPUTO
Científicos en la calle

Por Javier Lorca

Los científicos e investigadores volverán hoy a manifestarse contra el proyecto de reforma del sistema de ciencia y técnica impulsado por el Gobierno. También reclamarán un aumento presupuestario para 2001. A las 13, frente a la sede del Conicet, en Rivadavia al 1900, harán una asamblea y decidirán hacia dónde marchan: la posibilidad más cierta es la Plaza de Mayo. 
Cuando sigue cosechado protestas del mundo científico, el proyecto diseñado por Dante Caputo y Juan Carlos Gottifredi, secretarios de Tecnología y Ciencia y de Educación Superior, parece haber entrado en una impasse. “No es que el plan se haya caído, ni que estemos en retroceso -se atajó un funcionario de la secretaría que conduce Caputo–. Pero de ahora en más se abre un compás de espera, una etapa de mucho diálogo con las partes.” 
Eso, mientras se aguarda una definición del Presidente sobre la modificación del directorio del Conicet, donde se concentra una firme oposición al proyecto oficial. Como anticipó Página/12, ya está listo un decreto para sacar a los representantes empresariales y agrarios del directorio e incorporar a las universidades y a todas las categorías de científicos. Pero Fernando de la Rúa posterga su firma.
Tras la revelación de este diario, la Confederación General Económica y la Confederación General de la Industria se enfrentaron a la intención del Gobierno. A través de un comunicado, indicaron que “una modificación por decreto, sin discusión y aprobación del Poder Legislativo, implica un retroceso en la representatividad del sector productivo, así como una cuestionable conducta para un Gobierno que hace del sistema democrático su más preciada bandera”. 

 

 

Para el tiempo libre...(si queda)

Periodismo. Mañana, a las 18, en Lavalle 485, se presentará Puro periodismo, libro editado por la Universidad de Belgrano. Compilado por Miguel Wiñazki, incluye textos de Mario Markic, Luis Majul, Germán Sopeña y otros. 
Filo I. Mañana comienzan las VII Jornadas de Enseñanza de la Filosofía. La inscripción abre a las 8.15. En el Nacional de Buenos Aires, Bolívar 263, fax 4371-2310.
Filo II. Hoy, a las 20, se presenta el libro Filosofía con niños, de V. Waksman y W. Kohan. En Corrientes 2038.
Revista. Acaba de publicarse el número 21 de Marcopolo, revista de viajes editada por Asatej. Trae notas sobre Corrientes, Glasgow, Irán y más.
Pintura. Hasta fin de mes está abierta una muestra de pintura e historieta en el Centro Cultural Sabato de Ciencias Económicas, Uriburu 763. Gratis.
Música. Mañana, a las 21, habrá un encuentro coral en Derecho (UBA). El sábado, a las 18, tocará la Orquesta Académica del Colón. En Figueroa Alcorta 2263.
Talleres. La Facultad de Ingeniería (UBA) dicta talleres de cine, video, coro, tango y otros. En Paseo Colón 850, 1º, 4343-3503/0891 (int. 240-1).

 

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