Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


KIOSCO12

Empresas que fabrican excusas a medida para esposos infieles

Una invitación a un congreso inexistente. Un viaje como premio de un concurso trucho. Tres sites en Internet arman, previo pago de arancel, trampas y coartadas para maridos y esposas infieles.

Por Horacio Cecchi

t.gif (862 bytes)  –¡Gané! ¡Gané! –gritó desde la puerta de su casa la mujer, mientras recibía el envío de correo expreso– ¡Gané! ¡Me voy a Las Leñas cinco días!
–¿Cómo que ganaste? –preguntó, incrédulo, el marido.
Página principal de Zcuza.comDespués recordó que ella le había comentado, al pasar, lo del cupón en el shopping, uno de aquellos sorteos que jamás gana nadie, pero que acababa de obtener su esposa. Dejó de mirar el partido de fútbol cuando ella le extendió la carta certificada, con sus datos y la mención del premio al que había sido acreedora: “Cinco días en Las Leñas con todos los gastos pagos”. En realidad, cupón, sorteo y premio eran una simple y sencilla coartada montada por una de las tres empresas locales dedicadas a armar excusas para facilitar escapadas y trampas. Amorios.com.ar, Zcuza.com.ar y Alibi.com.ar son las páginas virtuales especializadas en cubrir todas las huellas dejadas por sus clientes, sean hombres o mujeres, incluyendo diseño de invitaciones a congresos truchos, cupones de sorteos falsos, pagos fuera de resúmenes de tarjetas de crédito, teléfonos de cobertura. Todo bajo la más estricta reserva de identidad. “Para que no peligre su situación familiar, social, patrimonial, etc.”, aclara en su propuesta una de las cobertoras de trampas en su página web. “Lo ayudamos a proteger a los suyos de los resultados de un arrebato indebido”, asegura otra.
La propuesta no es la trampa en sí, sino cómo resolverla, cosa que de por sí ya es una trampa. Evitar el qué dirán ignominioso, la convulsión familiar, lo que pensarán los hijos y, especialmente, evitar el estrés financiero de un juicio contencioso y por alimentos. Ojos que no ven, corazón que no siente, es la premisa. El cliente, previo abono anual de entre 100 y 150 pesos, quedará en contacto con la empresa mediante un password y una dirección de correo personal. A partir de ese momento, podrá pedir todo tipo de servicios relacionados con un affaire. Desde la compra y el envío de un regalo sin que el gasto aparezca en el resumen de la tarjeta, hasta una invitación a un evento determinado para cubrir las fechas en rojo. “El o la clienta nos dice dónde y cuándo quiere que lo justifiquemos. En su casa, en el trabajo. Nosotros le proponemos la forma de acuerdo a su actividad”, sostiene Raúl T., alma mater de Amorios, que no quiere dar su apellido “por una cuestión de discreción”.
Página principal de Amorios.com“La idea se me ocurrió cuando una amiga me pidió consejos para cubrirse en una trampita casual”, dijo, aunque nadie sabe si habría que creerle. “La derivé a un amigo que sabía del tema, pero me quedé con la idea de montar una empresa de excusas”, una especie de proveedora de respuestas para todo. Con su mujer y dos parejas más avanzaron con el plan. Durante seis meses, reunieron información sobre todas las actividades y profesiones. Asistieron a congresos de médicos, abogados, ingenieros y demás. “Hasta hicimos una carpeta sobre espelología –aclaró Raúl–. Uno nunca sabe qué cliente puede llamar, y tenemos que estar preparados para todo y en forma inmediata. Todo esto es una gran mentira y lo hacemos en forma seria y confidencial”, sostiene Raúl T.
Después, llegó el período de pruebas. “Lo hicimos con amigos o amigas. Armamos invitaciones a congresos, desfiles de modas, concursos. Sus maridos o esposas no sospecharon nada, y ellos venían a tomar mate a casa.” En julio pasado, la página de Amorios estaba en pantalla. Sus clientes son fifty-fifty: la mitad son hombres; la otra, mujeres. En total son unos 120. “Ellas son más osadas”, asegura Raúl T. “En esta sociedad machista, uno se imagina que las aventuras sólo son para los hombres”.
Alejandro de Mayo, a la cabeza de Zcuza, sostiene que “estamos en franca expansión. Tenemos servicios de todo precio. Si alguien quiere hacerse una escapada al Caribe con su amante, le cubrimos todo”. Zcuza nació en octubre del año pasado y, como sus colegas, el perfil de sus clientes es de alto poder adquisitivo. “Aunque no discriminamos a nadie”. Alejandro relata un caso, guardando los detalles más esclarecedores: viernes por la noche, llega una camioneta arrastrando una lancha sobre un trailer. El vehículo está lleno de amigos nuevos. “Son la gente de la que te hablé”, dice el marido, al despedirse de su mujer, antes de partir en fin de semana de pesca. “Al regreso –comentó Alejandro–, llevaba una cantidad de trofeos de su recorrida por el Paraná. Un equipo nuestro tuvo que salir a pescar para cubrir al señor cliente”.
En otra ocasión, las sospechas de un marido llevaron a su mujer -clienta de Zcuza– a organizar una cena con él, su amante y su esposa, que no era otra que una mujer contratada por la empresa para que madame zafara de las sospechas. “Todo salió bien”, asegura Alejandro. “Por encima de todo, tenemos una ética profesional que garantiza absoluta reserva”.
El sistema de trabajo en el rubro es del tipo “nunca te he visto”. El cliente jamás tiene contacto con la empresa. A través de un password se comunica por mail o vía telefónica, previo pago del arancel. “Nos hacemos cargo de todo. Si se le inventa un viaje –dice Alejandro–, un equipo de creativos diseña la invitación, contestamos las llamadas como si fuera una recepcionista o el coordinador del congreso. Lo cubrimos en el trabajo.”
En definitiva, lo de Alejandro del Mayo y Raúl T. no es nuevo. Lo que han inventado es cobrar por lo que el mundo vino haciendo desde hace siglos como cuentapropista.


Un servicio al detalle

La aclaración es obvia: �Se garantiza una absoluta reserva�, sostienen los empresarios de la excusa. Todas cobran un abono anual de entre 100 y 150 pesos, a enviar a una casilla de correo. El contacto entre el cliente y la empresa es vía mail o teléfono. El cliente utiliza un nombre de fantasía para garantizar la reserva. Y a partir de allí, todo depende del servicio solicitado. Por ejemplo, se envían a domicilio invitaciones a congresos, eventos de cualquier tipo por un valor de 35 a 45 pesos, y otros 15, �si desea agregarle el diploma o certificación de concurrencia�, informa Amorios. Cubrir la llamada que pueda hacer la eventual esposa o jefe del potencial cliente tiene un costo de unos 20 a 25 pesos. El precio de hoteles, pasajes, compras de regalos y envíos dependerá del costo del pedido. Todos aseguran cobertura en casos de �emergencia�. Amorios asegura ocho líneas telefónicas a disposición de los clientes. �Un momento señora (o señor), ya busco a su marido (o esposa). Lo vi hace un ratito por acá. Apenas lo encuentre, le diré que la llame�, dirá la voz del presunto coordinador. De inmediato, la empresa se comunicará con su cliente para informarle que lo están buscando desde su casa o empresa.

 

 

PRINCIPAL