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Juguemos en el bosque mientras el lobo no está
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 Indudablemente, Lino César Oviedo infunde mucho miedo en el gobierno paraguayo. Los malabares de Luis González Macchi hablan por sí mismos. El presidente paraguayo primero suspendió el viaje a Nueva York, donde se realizará la Asamblea General de la ONU a principios de setiembre. Luego, como no puede ausentarse a la cumbre de los países sudamericanos que comienza el miércoles próximo, resolvió rápidamente firmar el decreto por el cual le deja el poder al presidente del Senado y fiel amigo, Juan Roque Galeano. El motivo de todas estas movidas es evitar que el vicepresidente electo Julio César �Yoyito� Franco asuma el cargo y sea presidente mientras González Macchi está fuera del país. Informes de inteligencia indican que Franco, que ganó entre otras cosas con votos oviedistas, derrocaría a González Macchi, que jamás fue elegido por los votos. El diario oviedista ABC Color publicó en su edición de ayer un supuesto informe del servicio de inteligencia paraguayo en el que alertan a González Macchi de un plan tramado por los liberales (partido al que pertenece Franco) y oviedistas para derrocarlo en su ausencia. Luego de que se conocieran los resultados del escrutinio final y definitivo por el que Franco fue proclamado vicepresidente, González Macchi ya había decidido reducir su salida del país a Brasilia y dejar Nueva York para otro momento. Ahora, la publicación de este informe coincide con la decisión del presidente de dejar las riendas del gobierno al titular del Senado. Después de todo, el mismo González Macchi ocupaba ese cargo cuando fue asesinado el vicepresidente Luis María Argaña y cuando pocos días más tarde el entonces presidente Raúl Cubas huía a Brasil. Y así y todo terminó, a través de una interpretación de la Constitución, como presidente del Paraguay hasta el 2003. El mismo Franco se sorprendió por la decisión de dejar a Galeano en la presidencia y no hacerlo jurar a él inmediatamente como vicepresidente. �Definitivamente hay que comenzar a imprimir seriedad al manejo de la República�, declaró en referencia a la movida. �No pretendo mediante maniobras ocupar la presidencia tal como lo dice un plan de inteligencia militar dado a conocer ayer. Más bien creo que ese informe busca desprestigiar mi victoria en las elecciones�, sentenció en una conferencia de prensa. �Lo razonable es que yo jure y asuma pronto, porque sólo así se podrá dar tranquilidad al país y terminar con el proceso eleccionario. En todo caso, sería muy grave una señal de desconfianza, que por temor del presidente de la República no se me tome el juramento y que quede como responsable de la presidencia el senador Juan Roque Galeano durante su ausencia�, completó Franco. El vicepresidente electo también confirmó que pedirá oficialmente que se adelante el acto de asunción. En todo caso, la justicia electoral le entregó ayer el certificado que lo habilita como ganador de los comicios. �¿Para qué tenemos vicepresidente electo si no lo dejan asumir?�, se preguntó ayer Luis Alberto Wagner, número dos del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). �Evidentemente se quieren burlar de nosotros y de lo ratificado por la voluntad popular�, se respondió a sí mismo. En realidad, los liberales parecen demasiado indignados. El mismo Galeano dijo que la demora se debía a que el gobierno se está tomando su tiempo para organizar �un gran acto de juramento� para el vicepresidente electo.
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