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Una crisis nada salomónica
en la Facultad de Medicina

Tras la renuncia de Salomón Schächter y en medio de fuertes críticas cruzadas, hoy sería elegido como nuevo decano Salomón Muchnik. El conflicto se extendió hasta el Hospital de Clínicas.

Medicina está �desbordada� por 36 mil alumnos, denunció Schächter. 


Por Cecilia Sosa

t.gif (862 bytes) Salomón por Salomón. La Facultad de Medicina (UBA) elegirá hoy a su nuevo decano. Si el hasta ahora dueño del decanato, Salomón Schächter, ratifica su renuncia y el consejo directivo no le da un voto de confianza, esta tarde se nombrará a Salomón Muchnik, neurólogo y profesor emérito de la UBA, como su sucesor. Enfrentado con la mayoría del consejo, que está vinculado con la Alianza, Schächter anunció que abandonaba el decanato si no se le da un explícito respaldo. La dimisión del decano arrastró al director del Hospital de Clínicas, Juan Antonio Mazzei. Ambos dieron un portazo en la facultad donde estudian 36 mil alumnos, aduciendo que la casa de estudios está �desbordada� y sufre un �alto grado de politización�. Desde el bloque mayoritario del consejo, se acusó a Schächter de haber defendido �a los ñoquis que trajo (el ex decano Luis) Ferreira� y a Mazzei, de haber fracasado en la conducción del hospital universitario. 
La crisis de Medicina comenzó en marzo, cuando asumieron los nuevos consejeros por los graduados, tras derrotar a la lista que apoyaba al decano. Así, se formó un bloque de diez consejeros (cuatro representantes estudiantiles de la Alianza, tres de la mayoría por los graduados y otros tres por la minoría de los profesores) enfrentado a otros seis consejeros. La situación se fue tensando hasta que, como anticipó Página/12 hace dos semanas, Schächter anunció que renunciaría. A través de una solicitada, la dimisión se hizo pública ayer. Schächter señaló que el número de alumnos de la facultad es �abrumador� y �supera toda posibilidad de egreso de profesionales competentes�. Fundó su alejamiento en las �indecibles dificultades� para lograr una reforma curricular �debido al alto grado de politización existente en los claustros�. �La proliferación indiscriminada de estudiantes por encima de la capacidad educativa de nuestra casa lleva a que cada vez los estudiantes tengan menos oportunidades de contacto con las prácticas y con enfermos�, señaló. 
La mayoría del consejo directivo no compartió sus razones. �El verdadero problema fue que Schächter se negaba a echar a todos los ñoquis que Ferreira dejó en la facultad. Por eso nos enfrentamos �retrucó un consejero�. Ahora se presenta como víctima que quería modernizar la facultad. Pero nunca se pudo discutir nada. Al igual que Ferreira, lo único que quería era poner cupos para restringir el ingreso�, acusó. �En su gestión persistían funcionarios de Ferreira, que Schächter por alguna razón mantenía en sus cargos. Con la remoción del secretario académico Marcelo Torino, se sintió menoscabado. Los motivos de su renuncia son personales�, dijo el médico Sergio Provenzano, consejero por los profesores. 
Los opositores también cuestionaron la virtual �politización� de la facultad. �Se trata de política, pero de política universitaria. No buscamos una facultad para una elite, sino un gobierno transparente, progresista y reformista, sin cupos�, contestó el profesor Roberto Soto. Schächter también adujo que la facultad sólo tenía capacidad para formar a 900 médicos por año. �En el internado rotatorio, que se hace en el último año de la carrera, estamos formando a 1530 alumnos para trabajar como especialistas de alto nivel. Si Schächter no habla de esto, es porque no colaboró un milímetro para que se hiciera�, aseguró Provenzano. 
Los cambios políticos en Medicina se precipitaron en los últimos días. Primero, fue la remoción de Torino �un hombre cercano a Ferreira� creador de un sistema de inscripción arancelado. Y, después, se forzó la renuncia del propio Ferreira a su cargo de consejero. Como informó este diario, el Consejo Superior de la UBA apoyó unánimemente la gestión de Schächter, en un claro guiño del rector Oscar Shuberoff. Pero, finalmente, aquél no logró que se nombrara como secretario académico a alguien de su confianza. Y dimitió. 
Ahora, el giro político se completaría con la elección de otro decano. Hoy, una sesión extraordinaria del consejo aceptaría la renuncia y elegiría el sucesor. El nombre de Muchnik está cantado. Como consejero de la minoría de profesores y jefe del servicio de Neurología del Hospital Lanari, no sólo cuenta con el respaldo del bloque mayoritario: el consejo, por unanimidad, lo nombró profesor emérito. Los académicos cercanos lo definen como un investigador progresista, con gran manejo político y ajeno a la idea de restringir el ingreso de los alumnos, idea defendida por Schächter y Ferreira. 

 

 

El Clínicas, la mala praxis y la moneda falsa

�Lo que se está haciendo en la Facultad de Medicina es mala praxis docente e imprimir moneda falsa.� Secundando la partida de Salomón Schächter, Juan Antonio Mazzei presentó ayer su renuncia a la dirección del Hospital de Clínicas. �Se quiere politizar la facultad pero evidentemente, tanto Schächter como yo, no pertenecemos a ningún partido, a ninguna organización religiosa, a ninguna entidad empresarial y para hacer cambios en este país, si no se pertenece a la estructura de algún partido, esto es mal visto�, se quejó. También advirtió que cada estudiante le cuesta al Estado �6 mil pesos al año�. Para la mayoría del consejo directivo de Medicina, en cambio, lo que detonó la renuncia de Mazzei fue un �grave problema de gobernabilidad�. �A Mazzei en el hospital no lo quiere nadie. Sólo lo sostenía el apoyo de Schächter. Es lógico que, si el decano se va, él también renuncie�, aseguró un consejero. El Hospital de Clínicas atiende un millón de consultas anuales y es allí donde realizan la mayoría de sus prácticas los estudiantes de la facultad. �La administración hospitalaria es muy compleja y un profesor de la facultad no está en condiciones de ejercerla�, aseguró un consejero. Dentro del bloque aliancista se evaluaba ayer la posibilidad de promover la intervención del hospital. Que, en todo caso, debería ser decidida por el Consejo Superior de la UBA.

 

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