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ALFONSIN SE REUNIO CON LOS SENADORES RADICALES
Genoud brilló por su ausencia

Los legisladores hablaron con su jefe partidario sobre los desafueros. Pero hubo silencio de radio respecto del reemplazo de Galván. Genoud, en el ojo del huracán y ausente sin aviso.

Raúl Alfonsín recibió a sus correligionarios en el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.


Por F.C.

t.gif (862 bytes) El ex presidente Raúl Alfonsín se reunió ayer con el bloque de senadores radicales para afinar la estrategia de �desafuero total� que la bancada evalúa como respuesta política al escándalo de la Cámara alta. Fue la primera movida de Alfonsín en la búsqueda de lo que denomina la �movilización del partido del gobierno� frente a la crisis. El viernes realizará un encuentro ampliado a todos los jefes radicales del interior y a los bloques de legisladores nacionales. 
La reunión de ayer duró dos horas y fue sugestiva la ausencia �el único faltazo� del presidente provisional del Senado, José Genoud. En su oficina explicaban que, en realidad, la entrevista con Alfonsín había sido solicitada por el flamante ex jefe del bloque, Raúl Galván, para evaluar la posibilidad de que presente su renuncia. Pero como el ministro del Interior, Federico Storani, lo forzó a renunciar el lunes a la noche, el encuentro de ayer había perdido su significado. 
Genoud, entonces, prefirió quedarse en el Congreso a atender un par de audiencias. Además, se preocupó en indicarle a cualquiera que se le cruzara que luego de hablar con el presidente Fernando de la Rúa y con Storani se sentía ratificado en su cargo. Con todo, ayer, en el Ministerio del Interior sostenían que la situación de Genoud no se había modificado por lo que no estaba confirmado �en absoluto�.
Según los testimonios de los senadores, en el encuentro con Alfonsín, realizado en las oficinas que el jefe radical tiene en Alsina y Entre Ríos, frente al Comité Nacional, no se tocó el espinoso tema de las nuevas autoridades. Eso pese a que estaban los cuatro senadores que se barajan como posibles sucesores de Galván: el misionero Mario Losada, el cordobés Luis Molinari Romero, el porteño José María García Arecha y el bonaerense Leopoldo Moreau. Quien fuera nombrado provisoriamente en el puesto, el veterano chaqueño Luis León, se fue primero. �No quiero trabajar tanto�, respondió cuando le preguntaron si seguiría siendo jefe de bloque.
Hubo una primera parte del encuentro, Alfonsín la dedicó a elogiar la decisión de Galván de dar un paso al costado. En realidad, una postura forzada por el propio De la Rúa. �Fue un principista y un solidario�, lo elogiaron sus compañeros de bancada. 
Pero lo que se llevó más tiempo fue la determinación de los senadores radicales de votar a favor del desafuero total. �Hay que demostrar que la Alianza no le pone ningún obstáculo al juez para que investigue�, apuntó Molinari Romero. Claro que los radicales consideraron que más allá de cuál fuera su idea, tienen que encontrar la forma de llegar a los dos tercios de la Cámara para quitarse los fueros. 
Alfonsín, además, convocó para el viernes a los jefes partidarios del interior del país y al bloque de diputados nacionales. �Es que Alfonsín ve que el partido está paralizado y quiere que salga a hacerle frente a la crisis: hay que salvar al Gobierno y salvar a la Alianza�, graficaba un dirigente cercano al ex presidente. La preocupación del ex presidente pasa por anticipar el daño que puede producir el escándalo del Senado en el Gobierno y evitar que el terremoto derive en una salida de emergencia. �Quiere frenar a los que pretenden llevar a Domingo Cavallo al Gobierno�, comentó, enigmático, un amigo suyo. �Es cierto que ésta es una crisis política, pero se produce porque existe una crisis económica�, añadía.

 


 

STORANI ANALIZA EL ADELANTAMIENTO DE ELECCIONES
La lupa sobre la Constitución

Por J.N.

El ministro del Interior, Federico Storani, se reunió ayer en privado con Raúl Alfonsín, quien le manifestó su oposición a la propuesta de adelantar las elecciones. Cerca de Storani aseguraron a Página/12 que el funcionario se encuentra analizando la iniciativa sugerida por Carlos �Chacho� Alvarez, pero que no le encuentra una vuelta jurídica. �No sería, en principio, un camino constitucionalmente compatible�, explicó ayer Fredi. Además, según decían en la Casa Rosada, la propuesta parece demasiado audaz para el estilo usualmente cauto de Fernando de la Rúa.
Antes de partir de gira, el Presidente designó al titular de Interior como uno de los encargados, junto a Alvarez, de pilotear en su ausencia la crisis del Senado. Ayer, antes de la reunión de Alfonsín con los senadores radicales, Storani se entrevistó con el ex presidente. Desde que comenzó el escándalo, Alfonsín ha manifestado en privado su temor a que la crisis derive en una situación de ingobernabilidad. Por eso le dijo a Storani que no estaba de acuerdo con la propuesta de adelantar las elecciones. �El Senado tiene que seguir funcionando�, sostuvo en un momento de la reunión.
La alternativa de anticipar los comicios del año que viene fue formulada el lunes pasado por el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, y su socio, Eduardo Duhalde, quienes pidieron �apelar al voto popular� para salvar las instituciones. Después se sumó Chacho Alvarez, quien pidió a un puñado de juristas un informe sobre la viabilidad de la propuesta. 
La postura de Storani parece ubicarse a mitad de camino entre aquella iniciativa y los fantasmas de Alfonsín. �No es que no esté de acuerdo, pero parece imposible encontrar un mecanismo que no vulnere la Constitución�, señalaba ayer uno de sus allegados. �Sería una buena salida política, algo parecido a una refundación, pero sólo si se encuentra una alternativa jurídica razonable�, explicaba.
Hasta ayer, el tema no había sido conversado en profundidad por ningún integrante del Gobierno con De la Rúa. �Por su formación y por su carácter, es probable que no esté de acuerdo con este tipo de movidas. No van con su estilo�, decían en la Rosada. Claro que hay otros inconvenientes, como la oposición de los senadores de los partidos provinciales. O los reparos de algunos legisladores, que reivindican su honestidad y su derecho a no salir por la misma puerta que sus colegas sospechados. 
Parece lejana la alternativa de convocar a elecciones anticipadas, por lo que la atención del Gobierno se ha deslizado al plan oxigenación, una idea que Chacho viene impulsando desde hace días y que De la Rúa aprobó antes de irse. El primer gesto fue la renuncia, el lunes pasado, de Raúl Galván a la jefatura del bloque radical, un triunfo del jefe del Frepaso. El segundo se concretó ayer, cuando Augusto Alasino anunció su alejamiento de la jefatura de la bancada peronista, para lo que fue clave el llamado de César Martucci, secretario de Interior y hombre de confianza de Fredi.
Con los dos bloques descabezados, el proyecto de oxigenación pasaba por José Genoud, presidente provisional del Senado y viejo adversario de Chacho. Hasta el momento, el mendocino se aferra al cargo, del que �dice- sólo se desprenderá por instrucción de De la Rúa. Según aseguraban ayer cerca de Storani, lo más probable es recién dentro de diez días, cuando vuelva de su gira, el Presidente defina no sólo la permanencia de Genoud, sino también la posibilidad de alguna modificación en el Gabinete. 

 

 

opinion
Por James Neilson

El precio de la tolerancia

Así que �los políticos� son corruptos. ¡Vaya sorpresa! ¿No lo han sido siempre? Pero qué me importa. Hay problemas más urgentes: los bajos salarios, la desocupación, la inseguridad. Estos son la auténtica corrupción; lo demás son pavadas. Según los auscultadores de la conciencia colectiva, ha sido ésta la reacción general ante las barrabasadas senatoriales más recientes, pero sucede que hay un vínculo íntimo entre la indiferencia popular y la creciente desigualdad. A menos que el pueblo se meta, protestando con furia frente a cada atropello, seguirá siendo víctima ya de sus representantes elegidos, ya de salvadores coyunturales, todos los actuales se dedicarán a gobernar para sí mismos sin preocuparse para nada más. ¿Y por qué no? Ya cumplieron al ganar una campaña electoral. Ser �leales� a alguno que otro cacique o confeccionar un mensaje de esperanza.
Cuando de la política se trata, la tolerancia es un vicio. Votar por sujetos que en un par de años se las arreglan para mudarse desde un departamento sin luz a una mansión señorial es una forma de legitimar el robo, de susurrar al oído de los políticos que está bien que aprovechen las oportunidades para enriquecerse, que hay que avivarse para merecer el respeto de la gente. En todas las elecciones son muchos los individuos bajo sospecha que reciben un voto de confianza. Es como si la sociedad en su conjunto dijera a sus �dirigentes�: pueden hacer todo lo que quieran con tal que nos dejen algo. Durante el largo reinado de Carlos Menem, muchos creían que el gobierno sí les daba bastante, de suerte que los �rumores� sobre el saqueo sistemático no lo perjudicaban, pero ya las cosas han cambiado y no es absurdo prever que a diferencia de su antecesor Fernando de la Rúa podría ser obligado a pagar un precio muy alto por la corrupción ubicua.
A los �políticos� les cuesta entender que su conducta personal está relacionada con el estado del país. Insisten en que son temas totalmente distintos. Si las cosas van mal, es por el neoliberalismo, la deuda externa, la globalización, lo que sea, no es porque se han construido un barrio cerrado en que hay que gastar muchísimo para no desentonar, para que los vecinos no los tomen por intrusos que podrían traicionarlos. ¿Se saldrán con la suya otra vez? Es probable, aunque primero tengan que sacrificar a media docena de emblemáticos. Al fin y al cabo, no han violado ninguna cláusula del contrato tácito con un electorado que a través de los años les ha asegurado reiteradamente que, a decir verdad, la corrupción no le importa un bledo.

 

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