Carlos Menem paseó ayer su soledad por los márgenes de la política y por la marginalidad a secas. En una despoblada reunión del Consejo Justicialista emitió un documento que avalaba la doctrina Alasino sobre el “Golpe de Estado” de Chacho Alvarez contra De la Rúa, que ni el decaído senador sostiene. Después envió a Oscar Igounet, hermano del segundo de la SIDE durante la jefatura de Anzorreguy, que presentó una denuncia judicial contra la conspiración de Chacho Alvarez, Alberto Flamarique y, créase o no, el mismísimo Fernando De Santibañes.
Carlos Menem paseó ayer su soledad por los márgenes de la política y por la marginalidad a secas. En una despoblada reunión del Consejo Justicialista emitió un documento que avalaba la doctrina Alasino sobre el “Golpe de Estado” de Chacho Alvarez contra De la Rúa, que ni el decaído senador sostiene. Después envió a Oscar Igounet, hermano del segundo de la SIDE durante la jefatura de Anzorreguy, que presentó una denuncia judicial contra la conspiración de Chacho Alvarez, Alberto Flamarique y, créase o no, el mismísimo Fernando De Santibañes.