DEBATE POR LA REFORMA DE LA FACULTAD DE LA UBA
�Sociales es un hervidero�

Así definió un consejero directivo el clima que se vive al abrirse la discusión oficial para diseñar una estructura departamentalizada. Vicedecano: �No se va a generar nada que no tenga el suficiente consen-so. Los que ven conspira-ciones son los conserva-dores que sólo  quieren mantener el statu quo�.

 El debate por la reforma académica entró de lleno en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Después de seis meses de discusiones, esta semana llegó al consejo directivo el proyecto elaborado por una comisión especial de profesores, donde se propone una organización matricial basada en cinco carreras y once departamentos disciplinares. La propuesta de reforma abarca una transformación mayor �impulsada también por la gestión de la facultad� que incluye el diseño de contenidos comunes a todas las carreras; la eliminación de las �superposiciones y dilaciones en los planes de estudios que alargan innecesariamente las carreras�; la ampliación de los posgrados gratuitos para los docentes y egresados de la facultad; y el aumento de las pasantías para los alumnos. Mientras ya surgieron numerosas críticas contra el proyecto, incluso desde el seno de la Alianza, el clima de debate se propagó por la facultad y, después de una concurrida asamblea de docentes y estudiantes, se expandió hasta las aulas.
�Sociales es un hervidero. La reforma implica tocar un montón de intereses. Por eso, está todo demorado. No se va a poder aprobar antes del 2002�, admitió un consejero directivo, en diálogo con Página/12. Así, la facultad está en medio de un tironeo entre las disputas y resistencias internas y la presión de la UBA para que Sociales se adecue a la estructura departamental implícita en el acta de su creación, datada en 1988.
El proyecto preliminar de reforma entró anteayer en el consejo directivo. Como ya informó este diario, el plan �que fue elaborado por una comisión presidida por el decano Fortunato Mallimaci� propone construir una estructura matricial en la que las cinco carreras vigentes se cruzarían con nuevos departamentos disciplinares. Los departamentos sugeridos son once: Metodología de la investigación social, epistemología y filosofía; Estudios sociales históricos; Estudios de teorías sociales; Estudios de teorías sociopolíticas y gobierno; Estudios sociales actuales; Estudios de organización, gestión, planificación y cambio institucional; Estudios de relaciones laborales, trabajo, economía y derecho; Estudios de cultura y comunicación; Estudios de la producción, el análisis y las tecnologías de la comunicación contemporánea; Estudios de intervención social e institucional; e Idiomas. En los departamentos se insertaría la planta docente y cada uno atravesaría a todas las carreras: Sociología, Ciencias de la Comunicación, Relaciones del trabajo, Ciencia política y Trabajo social. 
Cuando se presentó el proyecto, la sala de consejo directivo estaba repleta de estudiantes, docentes y autoridades. La reunión fue breve. El decano anunció la conformación de una comisión curricular integrada por todos los claustros y los directores de las carreras que se encargará �todavía no se acordó cuándo� de empezar a discutir ésta y, si aparecen, otras propuestas. �El proyecto presentado es sólo un documento inicial para abrir el debate �avisó el vicedecano Norberto Alayón�. La facultad necesita cambios. Pero no se va a generar nada que no tenga el suficiente consenso. Los que ven conspiraciones son los conservadores que sólo quieren mantener el statu quo.�
No obstante, con diversos argumentos, el proyecto ya recibió numerosas críticas. �La departamentalización, al buscar una homologación de las carreras, va a significar un empobrecimiento de los contenidos. Muchos van a desaparecer y otros van a pasar al posgrado�, dijo Santiago Mondonio, consejero estudiantil del opositor MRS. Desde la propia Alianza, el consejero Alejandro Maccio dijo: �Coincidimos muy poco con el proyecto. La mayoría de los departamentos propuestos son muy ambiguos. El único con funciones claras es el de Idiomas. Vamos a presentar proyectos alternativos�, avisó. Una agrupación de graduados, �Funes, el memorioso�, aseguró en un escrito que �la estructuración matricial favorece la concentración de poder en el decanato y el consejo directivo, restándole autonomía a las cátedras y las carreras�. En diálogo con este diario, el profesor Julio Testa opinó: �Al proyecto le falta un fundamento. No está claro por qué hay que departamentalizar, ni si los objetivos son pedagógicos o financieros. Y lo más grave es que, con estos departamentos, sigue existiendo la caja negra del CBC, un primer año que comparte toda la facultad y del que sólo conocemos el nombre de las materias. Falta un primer departamento, el más sustantivo, la base de todas las carreras�, agregó.
En realidad, el conflicto ganó espacio en Sociales a partir del primer llamado a concurso de auxiliares docentes, realizado hace dos semanas. La convocatoria, en lugar de hacerse por materias y por carreras, se hizo por áreas temáticas comunes (materias afines), figura que no existe dentro de la actual estructura. Desde entonces, el clima se alborotó y pulularon las quejas. En ese contexto, después de la sesión del consejo directivo, una asamblea de alumnos y docentes decidió dedicar quince minutos por cada clase para discutir la reforma, adherir al paro que hará hoy un sector de la Conadu y convocar otra asamblea para el martes próximo. 

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