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�¿Qué hubo nuevo aquí después de Fito Páez?�

El cubano Santiago Feliú, un ya viejo conocido del público argentino, dice que desde los 80 no nota aquí propuestas estéticas nuevas que lo impresionen.

Feliú es el más rockero de los integrantes de la Nueva Trova Cubana.
Dice que en Cuba los músicos de Buena Vista eran grandes desconocidos.


Por Pablo Plotkin

t.gif (862 bytes) Metido en un viejo sobretodo, Santiago Feliú se sienta de espaldas a las mesas de billar donde un puñado de ancianos hace carambolas insólitas. En este bar de Colegiales despojado de todo rasgo turístico, el cantautor cubano parece un parroquiano más. Es que Feliú no es estrictamente un turista en Buenos Aires: visita con frecuencia la ciudad, se relaciona con músicos argentinos (Fito Páez, Juan Carlos Baglietto, León Gieco), graba aquí sus videoclips (acaba de rodar el último en las calles del Bajo Belgrano) y maneja con cierta fluidez el porteño básico. El único problema para esta nota es su tartamudez (que no padece sobre el escenario), por eso pide prestada la libreta de apuntes del cronista de Página/12 y responde a las preguntas por escrito. Se le comenta que resulta difícil entrevistar a un músico cubano sin hablar de política. �En realidad es un plomazo, pero es así. Sí, el tema es reiterado, pero es lógico: el nuestro es un país distinto y eso hace que el resto del mundo se interese. Cada vez que vengo aquí, noto que política y económicamente las cosas van hacia peor. O al menos ése es el ánimo que hay en el ambiente, ¿no?�, observa el trovador, que espera la presentación de esta noche en el Auditorio de ATE, antes de volver a La Habana. 
�¿Cómo vive usted el renacimiento del son, de la mano del éxito internacional de �Buena Vista Social Club�?
�Ocurre que, en Cuba, yo escucho esa música desde que nací. La escuchaban mis abuelos, mis padres en el campo. Me alegro mucho por todos ellos. Lo triste, o lo raro, es que haya venido de parte de un gringo que lo lleva al mercado internacional. También sé que hubo otros músicos aún más grandes de aquella época, que no llegaron al nivel internacional de Buena Vista: Carlos Embale, Miguelito Cuní y otros. A decir verdad, yo nunca había oído hablar de Compay Segundo o Rubén González hasta ahora. Siempre estuvieron ahí, actuando en casas de trova, en peñas, pero no eran públicamente conocidos. Al menos para mí, que soy medio raro. A Omara Portuondo sí la conozco: incluso hemos cantado a dúo.
�Se sabe de su admiración por Fito Páez, Baglietto, Charly García. Después de aquella camada, ¿le interesaron otros artistas argentinos?
�Creo que, en plan cantautor �rockero o no�, después de Fito ha habido un vacío muy grande en la Argentina. Hace rato que no oigo gente que haga un trabajo fuerte. Supongo que habrá: este país es muy grande y sé que en la infancia te dan a escoger entre una pelota y una guitarra. Pero el que manda es Miami, así que a lo mejor hay talento, pero no aflora en el mercado. Hace rato que no veo algo que me impacte como Los Redondos, Charly o León. Es decir, la pregunta sería ¿qué hubo de nuevo aquí después de Fito Páez? 
�¿Qué hay de las nuevas generaciones de cantautores cubanos? Parece que, para la industria, lo más nuevo es Ibrahim Ferrer, a juzgar por el Grammy que le dieron en esa categoría (mejor artista nuevo).
�Eso fue algo medio irónico por parte del Norte. Ahora mismo en Cuba hay mucho talento musical en la gente de entre 20 y 30 años (pianistas, percusionistas, etcétera). Lo que ocurre es que Cuba sigue aislada. El mercado del disco recién ahora se está poniendo las pilas: hay un gran estudio de grabación nuevo, sellos nuevos. Pero creo que los mejores cantautores veinteañeros están viviendo en Madrid, como los Habana Abierta. Los que están en Cuba son malas copias del pasado, en especial de la nueva trova.
�Y usted, ¿con qué generación se identifica?
�Yo soy consecuencia del arte de trovar, que en Cuba comienza a fines del siglo diecinueve. La nueva trova empieza con la revolución, a fines de los 60, con Silvio, Pablo, Vicente Feliú (su hermano). Yo empiezo en 1978: vengo de todas las trovas, cantando lo que me toca. 
�¿Le interesa llegar al mercado europeo o estadounidense?
�Estoy haciendo una canción que dice: �Gracias a la vida que me ha dado tanto... no obstante necesito el dinero�. No sé si eso responde a la pregunta. Pero bueno, sólo el dinero de quien me sepa escuchar. Ni más ni menos. 
�¿Cómo es su relación con el público del resto del continente?
�Mi relación más fuerte es con el argentino. De todos modos, por América canto y me piden otra. Pero en Argentina disfrutan incluso más allá de lo que dicen mis versos: disfrutan mi música. Y yo soy un músico al que le gusta cantar. Por eso hago canciones, ejercicio insólito si los hay.

 

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