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EL ROCKER IVAN NOBLE ORIGINO UNA POLEMICA EN el programa “SABADO BUS”
Un brindis público a favor de la memoria

El líder de Los Caballeros de la Quema escribió la letra del tema de difusión del nuevo CD después de ver varios brindis en el programa de Nicolás Repetto. El sábado fue de invitado y produjo un momento notable.

Por Carlos Polimeni

t.gif (862 bytes)  Era la hora del brindis más público de la Argentina: el que los invitados a “Sábado bus” concretan antes de poner manos a la obra. Sentado levemente a la izquierda del centro visual del escenario que las mesas en semicírculo proponen al televidente, Iván Noble esperó con cara de “qué hace un tipo como yo en un lugar como éste” que concretaran los suyos Berugo Carámbula, Adriana Brodsky, el medallista olímpico Carlos Espínola, Dolores Barreiro y Darío Lopérfido. El panorama, hasta entonces, era similar al de todos los sábados por la noche, cuando se pone en marcha la maquinaria del programa de mayor rating de la televisión argentina, conducido por Nicolás Repetto, doble Martín Fierro de Oro. Noble brindó entonces haciendo honor a la letra del tema “Rómulo y Remo”, primer corte de difusión del nuevo disco de su grupo, Los Caballeros de la Quema. Creyó necesario aclarar antes que no le deseaba la peor de las enfermedades a casi nadie, pero no vaciló a la hora de las palabras. “Brindo por un buen cáncer en los huevos para los Galtieri, y para los Massera”, dijo, repitiendo el segundo verso de la segunda estrofa del tema. “Me gustaría agregar a los Videla”, añadió. Cuando miró a la mesa, todos los presentes habían bajado sus copas. Noble brindó solo, perforado por algunas miradas indignadas.
Unos minutos después, ni lerdo ni perezoso, Repetto sintió que había ahí un debate posible. Le indicó al músico que su brindis le había parecido “un poco duro”, pero señaló a continuación que coincidía con que los genocidas eran lo peor del barrio. “Lo duro es que esos tipos anden por la calle, sueltos, como vos y yo”, le replicó Noble. Repetto fue preguntando a los otros contertulios qué opinaban. Carámbula, empleado de Gerardo Sofovich, puso cara de horror y dijo que jamás brindaría por el mal de nadie. La divina de Barreiro, cuyo padre es militar, supuso que la gente que hizo “cosas malas” tendrá el castigo en su conciencia. Lopérfido, que aparecía en cámaras el mismo día en que los diarios informaban sobre un recorte de sus funciones –que atribuiría luego a que está embarcado en una lucha personal contra los modos de la vieja política–, elogió la verba de Noble, que definió como la de una artista, pero no la hizo del todo propia. “Comprendo la indignación”, subrayó el secretario de Cultura y Comunicación. El músico y conductor televisivo Pablo Marcovsky apoyó de plano, unos segundos después, el brindis de Noble. Dio la impresión de que hubiese agregado a Astiz y a Camps, incluso.
El ambiente se había friccionado, en un programa cuya mayor tensión habitual es la incógnita sobre quién se ganará el auto de cada sábado, mediante la ya famosa pericia para embocar corchos en una copa. Cuando el corte distendió los rostros, Noble pensó para sí que acaso había exagerado la nota, queriendo ser auténtico y personal en un mundo cuya frivolidad excesiva rechaza. Pero Repetto lo tranquilizó. “Eh, Iván”, le reclamó mientras los maquilladores hacían lo suyo en el piso, a toda velocidad. “¡Mandaste fruta de entrada!”, bromeó. Iván lo tomó como un halago. Sabía que unos bloques más adelante debía cantar el tema en cuestión y que, en el fondo, para eso había ido al programa. De hecho, el músico había rechazado, hace varios meses –cuando hacía furor en la prensa amarilla su romance con la actriz de telenovelas y ¿cantante? Natalia Oreiro–, una invitación para posar, semidesnudo, como el “Macho bus” de una de las tantas noches de sábado. Noble, que acaso habría sido el primer ex estudiante de sociología del mundo en aparecer en televisión en paños muy menores, contestó que prefería concurrir al programa cuando pudiese actuar con su grupo. La oportunidad le fue propicia ahora, y no era menor: este sábado, Los Caballeros de la Quema presentan los temas del CD Fulanos de nadie con un show en Obras. Cuando, más cerca del final del programa, Caballeros hizo el tema –ver letra completa aparte–, Repetto seguía el ritmo con la cabeza. Había, sin embargo, algo como irreal, o subreal, en la escena. Los Caballeros tocaron en vivo, descartando la posibilidad del playback sugerida por la producción que encabeza Pablo Codevilla. Berugo, por ejemplo, tenía cara de Carámbula.
“La verdad es que hubo momentos de mucha tensión, pero Nico estuvo bien”, contó ayer a Página/12 el músico, interrumpiendo un ensayo de su banda. “Me hubiese sentido un miserable boludo si hubiese ido a un programa así y no mostraba algo de lo que pienso. Pensé que en un mundo tan irreal como el de la televisión la presencia de un tipo como yo, que no tiene que ver con él, tal vez serviría para meter algún dato del mundo real. Pretendo no ser un hipócrita en la vida y si bien no creo que un programa de televisión cambie nada, pienso que ser uno mismo en ese ambiente, aunque alguno te mire de costado, o como un bicho raro, tiene su valor. En la mesa nadie brindó conmigo, pero sé que del otro lado hubo miles de televidentes que sí lo hicieron, o al menos estuvieron de acuerdo.”
Hay dos datos clave para redondear la historia:
1. Noble compuso el tema luego de una noche en que se sintió indignado por los brindis que los invitados hacían en un programa de “Sábado bus”; hace varios meses, su idea es que la gente no brinda en público por lo mismo que brinda en privado. La letra del tema es un brindis imaginario, por cosas de su gusto. Nico le agradeció en cámara que su pasatiempo haya sido fuente de inspiración. Irónicamente, ante las caras de algunos invitados, cuando le pidieron que definiese las dotes de Brodsky, Noble preguntó si se le requería una respuesta real o una televisiva. Le pidieron una real.
2. Como corresponde al mundo de hadas –Noble trabaja de Príncipe azul bizarro–, la final por el auto fue entre un humorista de “Café Fashion”, Chiqui Abecasis, y el rocker del brindis utópico. Copa de tinto en la mano, pese a que uno de sus compañeros de mesa le sugirió dejarla, Noble demostró en público que tiene puntería. Como la noche era joven, tuvo tiempo para varios brindis más: el auto nuevo lo merecía.
¿Mirarán “Sábado bus” los Videla, los Massera y los Galtieri? ¿O sus hijos, o sus nietos?

�Rómulo y Remo� *

Dos negras dominicanas
una casa en la playa
tiempo que perder
doscientos Domperiñones,
y la cara dura a prueba de chichones.
Secretos, amores, canciones más mejores,
invitarlo a Marlon Brando una noche a cenar.
Ganar un puto sorteo,
que la democracia no nos tome el pelo.
Ser más compinche de mi soledad,
no andar de oferta cuando vos no estás.

Un cuore que no tropiece treinta y cinco veces con la misma piedra,
un buen cáncer en los huevos para los Galtieri y para los Massera.
Amigos
enfiestes
que me duren los dientes,
poder olvidarte cuando se me dé la gana.
Que el cielo nos quede a mano,
por si en el infierno no quedan más camas...
Venderme caro al peor postor,
pensar despacio y con hambre de gol.

Queremos todo un poco más de todo,
de todo el toco y un poco además.

Diez kilos de sangre fría.
Siempre en el bolsillo una buena mentira,
tener suerte en los fracasos,
y con los pecados buena puntería.
De postre un gran vino,
de entrada un buen ombligo,
un safari hasta las tetas de Graciela Alfano.
Ser viejo cuando no duela y que la huesuda no me tenga en cuenta,
que no te alcance lo que no te doy,
que no te sirva lo que nunca soy.

Queremos todo un poco más de todo.
De todo el toco y un poco además.

Venderme caro al peor postor.
Pensar despacio y con hambre de gol.
Mirá vos.
* Del álbum Fulanos de nadie. (Letra: Noble. Música: Caldara-Ain)

 

 

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