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PARDO DECLARO EN EL EXPEDIENTE DE LAS COIMAS
Contando lo que contó Cafiero

El senador correntino se proclamó inocente. Declaró que Cafiero le contó que Alasino y Genoud cobraron dádivas. Y cuánto cobraron.

Disparate: �No puede ser, Antonio, esto es un disparate�, se resistió Pardo. �Cómo no puede ser si hasta Pontaquarto fue el que llevó la plata�, le habría respondido Cafiero.

El senador del PJ Angel 
Pardo desfiló por Comodoro Py.

Se declaró inocente y anticipó un careo con Antonio Cafiero.


Por Adriana Meyer

t.gif (862 bytes) �Senador Pardo, ¿usted cobró un soborno a cambio de su voto en la aprobación de la Reforma Laboral?�, preguntó el juez federal Carlos Liporaci. El legislador correntino, uno de los once imputados en el caso, respondió en forma negativa, pero no se privó de reiterar lo que había declarado en agosto como testigo: que el senador Antonio Cafiero le confió los nombres de varios miembros de la Cámara alta que sí habían cobrado entre seis y diez millones. Si bien Pardo consideró que �todo esto fue una maniobra política que se salió de cauce�, reconoció que �en el Congreso siempre hubo rumores de pago de coimas cuando se trataron leyes importantes�. Hoy declara como testigo el ex vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez por haber dicho en un programa televisivo que �si alguien pagó, salió del Gobierno y eso es lo que hay que investigar�. 
Angel Pardo regresó al despacho de Liporaci para declarar como acusado tras quedar involucrado en el escándalo por los dichos de su colega Cafiero. Según el correntino, el tema de los sobornos se inició en junio con el artículo del columnista Joaquín Morales Solá en el diario La Nación y al poco tiempo los senadores Cafiero y Jorge Villaverde presentaron sendas cuestiones de privilegio. El 21 de julio, Cafiero participó de una reunión política en Curuzú-Cuatiá y en esa ocasión le comentó que habló con Morales Solá y que el periodista �le refirió una serie de hechos de los que tenía pruebas�. Pardo preguntó cuáles eran esas pruebas, a lo que Cafiero respondió que no lo sabía. En ese momento el legislador correntino expresó su creencia de que no había pasado nada y Cafiero empezó a darle nombres �que en su mayoría eran los mismos que menciona el anónimo que todavía no circulaba en el Senado, incluido el del presidente Fernando de la Rúa� y hechos como la supuesta cena de senadores con el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes. �(José) Genoud recibió un millón y medio, (Augusto) Alasino un millón, setecientos u ochocientos (Alberto) Tell y después doscientos, ciento cincuenta, otros cuyos nombres no dio; de la Alianza mencionó a Genoud y del bloque justicialista a Alasino, Tell y Costanzo�, dice Pardo que le dijo Cafiero, según consta en el expediente. �No puede ser, Antonio, esto es un disparate�, se resistió Pardo. �Cómo no puede ser si hasta (Mario) Pontaquarto fue el que llevó la plata�, le habría respondido el veterano senador. 
Pardo también reiteró que el escándalo tuvo origen en un �enfrentamiento entre sectores del Frepaso y la Unión Cívica Radical� y que el soborno fue producto de la interna de los senadores justicialistas. Sin mencionarlos dio a entender que estaba hablando de los entrerrianos Alasino y Héctor Maya. En su declaración testimonial había calificado al anónimo como �panfleto infame sin entidad de documento público� que, sumado al �aparato mediático que existe en Argentina�, lo agraviaron con �apreciaciones gratuitas� sobre su presunta adicción al alcohol. �En 57 años nadie me ha visto tomado�, subrayó. El anónimo indica que Pardo habría sancionado a su chofer por los comentarios que hizo con sus compañeros sobre las reuniones en las que se pactaron y cobraron los sobornos. Y lo acusa de haber cobrado una parte de la coima. Pardo asegura que no participó en las negociaciones por la Reforma Laboral y que sólo concurrió a una reunión en la CGT oficial. 
Ayer declaró como testigo el renunciante senador radical Juan Melgarejo, quien desmintió haber expresado durante un reportaje que sabía sobre presuntos pagos de sobornos en la Cámara alta del Congreso. Durante la audiencia el legislador aportó una cinta con la grabación de un programa de Radio Mitre en el que presuntamente había manifestado ese concepto. Una fuente del caso explicó a este diario que �hubo una especie de teléfono descompuesto porque una agencia reprodujo en forma inexacta esas declaraciones y un diario provincial las terminó de tergiversar�. Melgarejo fue convocado porque el juez pensó que había dicho que en el Congreso siempre hubo coimas y pensaba preguntarle qué precisiones tenía al respecto.

 

 

opinion
Por Juan Manuel Abal Medina *

Coaliciones y presidencialismo

En los sistemas políticos democráticos existen básicamente dos tipos de gobiernos, aquellos donde gobierna un solo partido y aquellos en los que dos o más partidos comparten el Ejecutivo, estos últimos son los llamados gobiernos de coalición. La mayoría de los países de Europa Occidental desde el final de la Segunda Guerra han estado gobernados por coaliciones partidarias. Este tipo de gobiernos se ha demostrado muy eficaz a la hora de conseguir amplios consensos que les permitieron superar las crisis económicas y acrecentar el bienestar de la población.
Si bien es cierto que el formato institucional de los países europeos, el parlamentarismo, facilita el funcionamiento de las coaliciones recientemente han surgido en América latina varias experiencias de gobiernos de coalición presidencialistas. Brasil, Bolivia, Uruguay y Chile, entre otros, son gobernados por Ejecutivos multipartidarios.
No existe impedimento institucional alguno para que este tipo de gobiernos no pueda funcionar en sistemas presidencialistas. Lo que hace falta es una clase política madura y responsable capaz de respetar los acuerdos alcanzados. Entonces ¿qué es lo que ocurrió en nuestro país? El centro del problema fue la lectura incorrecta que algunos dirigentes cercanos al Presidente y varios comunicadores hicieron de la capacidad de gobierno, la famosa gobernabilidad, del jefe del Ejecutivo.
Con buena o mala intención éstos sostuvieron que un presidente fuerte no debía aparecer frente a la opinión pública como cediendo a los planteos de su vicepresidente, olvidando que éste era además el jefe de uno de los partidos de la coalición de gobierno. Primó la idea tradicional de que la fortaleza del gobierno está más vinculada a la autoridad personal que al consenso político. Esa visión errada se sustenta en la cultura política tradicional argentina personalista y caudillista y se opone a todo modelo de gobernabilidad democrática que se basa en los acuerdos y consensos.
Nadie en su sano juicio diría que el ex canciller alemán Helmut Kohl fue un jefe de gobierno débil, tampoco se sostendría esa idea respecto a Charles de Gaulle o a Giulio Andreotti a pesar de que todos ellos presidieron ejecutivos multipartidarios y debieron dedicarse a discutir y acordar con los jefes de los otros partidos de la coalición. 
La confusión entre una visión de la gobernabilidad autoritaria y personalista y una visión democrática e institucional explican en buena medida los problemas que afrontó la Alianza estos últimos días. Es de esperar que los dirigentes puedan aprender de esta lección y comprendan que la democracia, lejos de debilitarse con las discusiones y la pluralidad, se fortalece con ellas.

* Doctor en Ciencia Política UBA-UNSAM.

 

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