Se dice de ella que es la funcionaria más locuaz, capaz de hablar horas y horas sin repetir y sin cansarse. Fue bordonista, es cachista y acaba de aceptar secundar a Federico Storani en el Ministerio del Interior. Nilda Garré dice que su integración al gabinete es �una foto� que ilustra el camino de recomposición de la Alianza. Nombra hasta el cansancio a �Darío�, en referencia a Darío Alessandro, jefe de diputados de la Alianza; defiende al titular de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), Rafael Bielsa, y es tajante cuando se le pregunta si Fernando de la Rúa podrá encarar una transformación profunda a la que Garré aspira para la Argentina: �Debe, debe encararla. Para eso asumimos�, categoriza. 
�Aceptó hacerse cargo del viceministerio del Interior, pero las versiones señalaban que iba a ir a Justicia. ¿Qué pasó?
�Hubo un ofrecimiento también para que fuera a Interior y, bueno, la fuerza consideró que era más importante para esta etapa, digamos, de consolidación política que fuera a ese cargo. Allí se va a lanzar toda la tarea de reforma política. Bueno, era importante colaborar en esa área. Justicia fue un área en la que siempre trabajé mucho, tengo un enorme respeto por el doctor Jorge de la Rúa, hubiera sido un honor para mí trabajar con él, pero bueno, fue un poco una evaluación política.
�¿Sus acusaciones a algunos jueces federales no fueron un obstáculo para su nombramiento en Justicia?
�Entiendo que no. Leí eso en algún diario en estos días, pero justamente los casos en los que yo planteé juicios políticos a magistrados hacían justamente a la tarea de mejorar la calidad de la Justicia. Así que eran absolutamente coherentes aunque el Ministerio de Justicia hoy no tiene ningún tipo de competencia ni en la designación ni en la remoción de magistrados. De manera que no hay hoy vinculación porque toda esa área recae claramente hoy en competencia del Consejo de la Magistratura. Además en su momento, el Presidente me había ofrecido ese cargo y sé que el ministro estaba de acuerdo con la postulación. Así que creo que eso no es cierto.
�¿Consultó su decisión con Chacho Alvarez o con el grupo de enlace del Frepaso?
�Con el equipo, también con Chacho. Y ayer (por el viernes), en la reunión de Olivos, se reiteró la pregunta del Presidente. Ahí Darío (Alessandro) se quedó conversando un poco también para acordar otras integraciones de dirigentes del Frepaso que hoy están vacantes en el gabinete (ver aparte).
�¿Acepta el cargo ahora porque ya es un hecho la salida de Fernando de Santibañes?
�No, no. Nuestra aceptación nunca estuvo condicionada a ningún tema, salvo realmente a mantener el espíritu aliancista, que sabemos que tiene el Presidente y que tienen los demás dirigentes. Todos los que hemos palpado la necesidad de consolidar la Alianza después de la crisis, como un instrumento válido y fundamental que la gente nos pidió para hacer transformaciones, no sólo para hacer lo que se pueda. Nos parece que esto debe ser una señal. Yo siempre digo que a la Alianza hay que construirla todos los días. Esto es una señal, es como una foto. Cada uno de nosotros tiene que demostrar la integración con su aporte, con su vocación aliancista y también con la autocrítica que haya que hacer cuando alguna cosa no tenga calidad aliancista.
�El Presidente va a mantener a De Santibañes por unos días. ¿Qué opina?
�Yo creo que es un episodio concluido sobre el que no vale la pena hacer más comentarios. Seguramente será por una cuestión de cobertura del cargo hasta que el Presidente vuelva de su viaje.
�Pero le parece un tema cerrado.
�Es un tema cerrado. Creo que fue positivo porque era un factor de conflicto, pero tampoco tiene mucho sentido seguir abundando. 
�¿Cree que una eventual remoción de su cargo del titular de la SIGEN, Rafael Bielsa, perjudicaría el proceso de recomposición de la Alianza?
�Para remover a un funcionario tiene que haber motivos. Por ahora no veo motivos para remover a Bielsa. El sostiene que sólo ha hecho una investigación y una investigación no debe molestar si uno puede demostrar que sus cuentas están bien. Habrá, en todo caso, discusión sobre cuál es el límite del secreto en las cuentas de la SIDE. Y yo, personalmente, creo que ante la duda hay que ser lo más restrictivo posible. Si hay un dinero que se utilizó para pagar las cuentas del teléfono, esa información no tiene por qué ser secreta. No veo por qué no se puede investigar.
�¿Cuándo supo exactamente que sería viceministra del Interior?
�En realidad se había conversado hace alrededor de una semana. Y como todos los martes y miércoles son días muy intensos de trabajo en la Cámara y el jueves fue una sesión muy larga, se habían suspendido un poco las conversaciones porque tanto Darío como yo estábamos absorbidos en sacar las leyes de infraestructura, emergencia económica y antievasión. Recién el viernes se pudieron retomar las conversaciones sobre este tema.
�¿Su gestión va a estar enfocada al tema político o al de seguridad?
�Bueno, la Secretaría de Seguridad no va a estar en la órbita mía. Es un tema que siempre he seguido muy de cerca, pero la Secretaría de Seguridad está a cargo de Enrique Mathov. Mi tarea va a estar más vinculada al área de relación con municipios, la posibilidad de capacitar y de dar todo tipo de apoyo para mejorar la calidad de gestión, para hacer gobiernos más eficientes. La relación con las provincias que es un desafío conjunto con el Ministerio de Economía. Y hay que impulsar la reforma política. Que implica, entre otras cosas, transparencia en el financiamiento de los partidos, en los gastos electorales, limitación del tiempo de las campañas.
�¿Qué le parece el movimiento anticorrupción que propone el ex vicepresidente?
�Yo quiero a la política, pero la quiero como un instrumento favorable para la gente. Lamentablemente, hoy hay mucha distancia entre la gente y la política y, bueno, me parece que hay que volver a acercar la gente a la política. En ese sentido, me parece importante que Chacho busque caminos laterales.
�¿Quién la va a reemplazar en la banca?
�Fernando Melillo, un frepasista. 
�Usted dijo hace un rato que la política debe servir para transformar y no para conformarse con lo posible. ¿Cree que Fernando de la Rúa puede, a esta altura, encarar esa transformación?
�Debe, debe transformar. Para eso asumimos. Si hay cosas que corregir, se corregirán, hay muchas cosas que se han hecho. El proceso que se heredó es muy complejo, no es para echarle la culpa al que estaba antes, pero es un país que está muy condicionado. Pero el Presidente es un hombre con una enorme capacidad de trabajo, no se puede decir que no esté dedicado y, bueno, hay que seguir profundizando el esfuerzo.

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