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Un aparato propio como base para
 el sueño presidencial de Ruckauf

El gobernador bonaerense comenzó a armar su propia estructura separada de Duhalde. El divorcio se lanza mañana con una reunión de gobernadores y legisladores �para reflexionar�.

Para dedicarse a llegar a la Rosada, Ruckauf traspasó tareas ejecutivas a su vice, Felipe Solá.

Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) Otro divorcio político parece avecinarse, esta vez en el peronismo de la provincia de Buenos Aires. La pareja que conformaron hasta ahora Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf entró en crisis cuando comenzaron a acelerarse los tiempos políticos y el justicialismo recuperó parte del territorio electoral perdido en las presidenciales del año pasado, como consecuencia de la crisis que afectó al gabinete de la Alianza. Ruckauf ya no quiere seguir bajo el paraguas del Consejo Nacional partidario de la provincia, que preside Duhalde, y comenzó a tejer su propia estructura política que lo tendrá a él y a su proyecto presidencial como único referente. Mañana, en Moreno, espera reunir a gobernadores, legisladores nacionales e intendentes de todo el país en un encuentro �de reflexión�. En diciembre, en Tandil, lanzará el denominado �Grupo Esperanza�, con el que buscará separar las aguas con Duhalde. 
Ruckauf buscará armar su propio aparato político en territorio bonaerense, y si es posible a nivel nacional, antes de que comience el armado de las listas de legisladores que competirán en las elecciones de octubre del año próximo. Durante casi diez años, Duhalde fue quien ponía y sacaba nombres en esas listas, y quien decidía quiénes las encabezaban. El ex candidato presidencial fue quien diseñó parte del actual gabinete ruckaufista en La Plata, y quien teje personalmente los acuerdos políticos con la oposición aliancista. 
El matrimonio ganó cierta consumación en la conveniencia de sumar filas contra el menemismo. Ambos dirigentes elaboraron en conjunto la estrategia por la cual se impulsó a la mesa de gobernadores del PJ y el interbloque de legisladores nacionales justicialistas como únicos interlocutores del peronismo con el oficialismo, en desmedro del Consejo Nacional del partido que preside Carlos Menem. Pero las desavenencias entre ambos dirigentes comenzaron a agudizarse a medida que fue creciendo la aspiración presidencial de Ruckauf, que las encuestas por ahora coronan con una frutilla al colocarlo en el primer puesto de intención de voto. 
Ruckauf está sentado sobre el polvorín del Gran Buenos Aires, donde ya se contabilizan tres millones de habitantes que viven por debajo del nivel de pobreza, donde se detectan índices de desocupación alarmantes y una crisis en la seguridad de carácter estructural. A esto se agrega la deuda de más de mil quinientos millones que arrastra la provincia, y las dificultades con las que administración se encuentra para sostener la recaudación. El polvorín podría estallar, haciendo volar por los aires sus sueños presidenciales, una posibilidad que los ruckaufistas creen que será aprovechada por Duhalde para revalidar su candidatura presidencial.
Es por eso que el mandatario sabe que no puede desatender las cuestiones de gobierno, pero que también necesita dedicarle tiempo completo a su campaña hacia la Casa Rosada. En este sentido decidió ayer recostar su gestión en el vicegobernador Felipe Solá, que de ahora en más, tal como fue anunciado en La Plata, comenzará a funcionar como virtual cogobernador. Al mismo tiempo comenzó a reforzar y modificar parte de su gabinete. Con las manos más libres, Ruckauf se volcará al armado de su propio aparato electoral, independiente de la estructura partidaria que controla Duhalde. 
Mañana, en el sindicato del Seguro, en la localidad de Moreno, Ruckauf espera encontrarse al menos con otros seis gobernador peronistas, legisladores nacionales y provinciales, un centenar de intendentes y con todos los dirigentes partidarios que pueda juntar para �reflexionar� con ellos sobre el futuro del PJ, al que tratará de pegarle su nombre como sinónimo. En diciembre, antes de que se decida quiénes integrarán las listas del PJ de Buenos Aires como candidatos a las legislaturas nacionales y provinciales, Ruckauf lanzará el �Grupo Esperanza�, que hoy monitorea el ministro de Obras Públicas bonaerense, Julián Domínguez, y que integran entre otros los intendentes bautizados como los �tres mosqueteros�: Juan José Alvarez, Alberto Balestrini y Julio Alak.

 


 

EL SENADOR YOMA QUIERE REFORMAR LA LEY DE ACEFALIA
�Si hay golpismo es en la Alianza�

Por F.A.

El senador riojano Jorge Yoma considera que se debería modificar la actual ley de Acefalía, ya que la norma tal como está no establece un plazo para la convocatoria a elecciones de un nuevo presidente y vice. Yoma asegura que todavía nadie presentó la iniciativa en el Parlamento y en caso de que sea tratada �no representa poner en juego la legitimidad del presidente Fernando de la Rúa cuya gestión cuenta con el apoyo del justicialismo�. 
�¿Como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, considera que se debe modificar la ley de Acefalía?
�El hecho objetivo es que la actual ley de acefalía no contempla la exigencia de un llamado a elecciones ante la renuncia del presidente y vice de la Nación. La actual ley dice que el Congreso elige a un senador o diputado para ejercer la presidencia pero no pone plazos para el ejercicio de la soberanía del pueblo, es decir que el pueblo vote una nueva fórmula presidencial. Nosotros entendemos que en caso de que se dé un gobierno interino éste debería llamar a elecciones en 90 días para elegir nuevo mandatario y a su vice. 
�¿A qué se debe que justo ahora el justicialismo haya descubierto que la ley de Acefalía, tal como está, no es completa? 
�Hay un poder debilitado que comenzó con la propia constitución de la Alianza donde no se elige a un presidente, sino a una cooperativa de cinco miembros donde cada uno disputa su espacio de poder. Entonces, no hay un presidente, hoy nos gobierna una cooperativa. Esto dio nacimiento a un gobierno débil con sustento mediático, pero sin apoyo en los sectores sociales. Hablar del tema no es faltarle el respeto al presidente, sino respetar las instituciones. Y resguardar la continuidad de la democracia.
�El gobierno dice que pretender esta modificación, o tratarla en estos momentos en el Senado representa una actitud desestabilizadora, golpista.
�Si hay golpismo está dentro de la coalición gobernante y los protagonistas son sus miembros. Yo dudo que en la historia institucional argentina haya habido un caso de suicidio político colectivo como el que estamos viendo ahora por parte de la Alianza.

 

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